Con el dinero ganado en varias exposiciones, Julio Serrano En junio de 1957 animó a sus compañeros a viajar a París. Daniel Castilla y José Arévalo regresaron a San Roque unos días después. Julio Serrano se instaló en París y murió a temprana edad. Pero su país no lo olvidará, pues en la Gala de 1971 se organizó un merecido homenaje en su honor:
«Viernes 16 de julio (Santa Nuestra Señora del Carmen). […] A las 20.00 horas se inaugura en la Sala Cultural Caja de Ahorros de Jerez de la calle José Antonio una exposición de pinturas en homenaje al pintor Línea Julio Serrano Gómez.
Hay que añadir que, alentados por circunstancias tan excepcionales, en las pinturas del Campo Gibraltar aparecieron otros nombres célebres, como el del acuarelista José Barroso Gil alguien Antonio López Canales. José Barroso trabajaba como telégrafo y era dueño de una casa donde trabajaba (1 Vía San Felipe). 4. Nacido el 2 de agosto de 1918 en Los Barrios, radicado en San Roque a los cuatro años. Como Cruz Herrera, Eduardo Bermejo, Castilla Zurita o Castilla del Pino), que realizó cursos con Francisco Maireles en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla. También en San Roque conoció a un acuarelista llamado Lopat, que creaba acuarelas muy sueltas utilizando tintas chinas más densas. Con él dibuja la vida.
En el 59 se trasladó a Algeciras. Su hijo, José Barroso Muñoz (1955), nació en San Roque y se convirtió en uno de los artistas más famosos de la región. Antonio López Canales (Algeciras, 1938), inicialmente influenciado por Julio Serrano, se inició en el panorama artístico del Campo Gibraltar en los años sesenta. Durante su larga e intensa carrera artística participó en numerosas exposiciones, premios y reconocimientos y fue autor de algunos carteles para las ferias de San Roque y Algeciras, además de ser miembro del jurado de las exposiciones del concurso antes citado. En los años setenta, cuando formaba parte de la banda La Triada.
Luis Ortega Azul
Aunque el imaginero Luis Ortega Bru vivió en Sevilla a principios de los años 50, mantuvo una conexión con San Roque y viajó allí regularmente para realizar obras religiosas.
Uno de los proyectos más importantes que emprendió en San Roque fue el grabado la buena muerte de cristo. La imponente obra del Cristo, de 1,85 m de altura, es fruto del esfuerzo del pueblo de San Roque, ya que tiene un carácter de masa muy pronunciado. La Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de Nuestra Señora La Hermandad de los Dolores fue fundada en 1949 en la cual se integraron todas las imágenes y se adquirieron el 23 de abril de 1950 a propuesta de Antonio Rodríguez Rodríguez Aprobado, se le encargó a Luis Ortega crear una escultura del Cristo de las Damas.
Tras los trámites necesarios, el artista esculpió la imagen en el estudio de Antonio Matos entre 1950 y 1952. La madera procedía de un ciprés del cementerio, el citado Eduardo Bermejo fue el modelo de rostro, y las piernas fueron del alicatador José Sánchez.
Además del citado Cristo, el artista sanroqueño realizó otras obras en la zona, como la «Nuestra Señora de Fátima» para la iglesia parroquial de Santa María la Coronada de San Roque. Hermandad de los Dolores de La Piedad para la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción. La Inmaculada Concepción, Fraternidad del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de los Dolores para la misma diócesis. Otro icono de la Inmaculada Concepción en la nueva diócesis, que recibió la misma consagración que la imagen de Campamento, así como Santa Filomena, o la Crucifixión, en la citada diócesis.
Durante estos años Ortega Bru alcanzó la cima del cuerpo, la inspiración y el intelecto con La Piedad (1952), por la que recibió el primer Premio Nacional de Escultura en abril de 1953 o la Medalla Encomienda Alfonso Sabio. Fue reconocido por el Ministerio de Información y Turismo por su excelente trabajo sobre el misterio del traslado de Cristo al sepulcro.
Para entonces Luis Ortega Bru ya había decidido marcharse a Madrid: en 1955, la empresa Arte de Granda le ofreció un trabajo que incluía realizar ocho relieves cóncavos en bronce para una puerta en el Estado del Vaticano, y posteriormente le ofreció un contrato como maestro grabador en el estudio antes mencionado. Sin embargo, a lo largo de su carrera se reconectó con su tierra natal.
monumento a gibraltar
Por otro lado, también surgió un proyecto escultórico de cierta importancia para la ciudad: la construcción de un monumento al Gibraltar perdido. El origen de la idea partió del mexicano José Fernández Martínez, quien fue el mecenas de la escultura, aunque el encargo corrió a cargo de la editorial ABC Prensa Española. Desde un principio, el ayuntamiento y la villa de San Roque eligieron a Luis Ortega Bru, pero la prensa española consideró que el escultor más indicado era Juan Cristóbal González Quesada (Ohanes, Almería, 1897 – Cadalso de los Vidrios, Madrid, 1961):
«D. Luis Ortega Blu Sevilla, 16 de febrero de 1955
Estimado amigo: Recibí esta carta hace unos días y le adjunto una copia. Léelo y verás que le han echado un jarro de agua fría a nuestro proyecto y has convertido tu asombrosa migración desde Gibraltar, que con tanto cariño custodiamos en el Ayuntamiento, en una fantasía de certeza. Como comprenderéis, soy el primero en lamentar el acuerdo del consejo de administración de la editorial española, pero al parecer fue la decisión, porque ya veréis que dice: «…ha contribuido a una obra Un encargo definitivo fue puesto.»
En fin, Luis, no tuvimos suerte, sólo puedo renovar el testimonio de mi sincera amistad con un abrazo.
Firmado: José Domínguez».
Juan Cristóbal en los años cincuenta era un escultor devoto. Discípulo de Mariano Benlluire, dominó la escultura en diversos materiales, influido por la escultura clásica y renacentista, aunque en sus años dorados insistió en el simbolismo y el realismo. Es medallista de la II y I Exposición Nacional de Bellas Artes, así como de la escultura ecuestre de El Cid Campedor (Burgos) o Indalecio Prieto, Ángel Ganive o Fara Autor de obras tan icónicas como los bustos, fue uno de los primeros españoles figuras escultóricas. Para el encargo de San Roque, Juan Cristóbal esculpió en piedra un león al acecho sobre un pedestal elevado que hoy se encuentra en la zona de Quattro Vientos, al este de la ciudad. En la parte inferior del pedestal se puede ver la inscripción tallada en la piedra: «Primero: Gibraltar se rindió no a Gran Bretaña, sino al bando que defendió el supuesto derecho del Archiduque de Austria al trono español en la Guerra de Sucesión». .
Cabe destacar que los bocetos de Luis Ortega Bru para el relieve, el magnífico Éxodo, nunca cayeron en el olvido, ya que muchos años después lo talló en madera como Ayuntamiento de San Roque. Para concluir este apartado, cabe señalar que las autoridades sanroqueñas siguieron apostando por Ortega Bleu, pues lució un impresionante relieve en piedra en el tímpano del Museo del Panteón de Gibraltar, que se construirá en el solar de el viejo San Roque. También fue responsable de la Ermita de Felipe Neri, que también fue derribada a finales del siglo XX.
José Domingo De Mena
José Domingo de Mena, según se sostiene, fue un pintor, escritor, poeta y acérrimo defensor de la herencia hispánica y sanroqueña de Gibraltar. Tras el cambio de alcalde en 1956, el antiguo monasterio de San Felipe Neri en el cruce de la calle San Felipe fue demolido a principios del año siguiente. El derribo del convento provocó un gran revuelo en San Roque, alzándose algunas voces, como la del citado cronista José Domingo de Mena, que escribió una elegía (Elegía de la Ermita de San Felipe Neri), de la que hemos recogido algunas estrofas:
«Ese rincón de San Roque
Ésta es la flor de su alma.
lo han condenado a muerte
¡Qué ganas de lágrimas y de distancia! […]
Ermita de San Felipe
Se necesita nuestra infancia, nuestra existencia,
La más bella ciudad de gracia».
Por otro lado, el empeño del cronista en preservar el patrimonio de San Roque, con el apoyo inquebrantable del Ayuntamiento, daría sus frutos muchos años después, desde el 2 de marzo de 1972 el Palacio Ducal (también conocido como Casa de la La Torre o Casa Berlanga iba a ser declarada Monumento Histórico-Artístico, aunque en realidad la decisión se tomó en el Consejo de Ministros del 18 de febrero. Al año siguiente, en septiembre de 1973, se leyó una carta con la dirección del patrimonio artístico. del Ayuntamiento.Oficio, relativo a la declaración «a favor de un conjunto monumental en un determinado lugar de la ciudad». El 26 de junio de 1975, el casco antiguo de San Roque fue declarado Monumento Histórico-Artístico.Aunque el acuerdo del Ayuntamiento El Consejo de Ministros se reunió el 23 de mayo. En el decreto promulgado oficialmente se estipula claramente que la colección aún se encuentra bajo la protección del Estado y bajo la tutela de la Dirección General de las Artes y el Patrimonio Cultural del Ministerio de Educación y Ciencia. .