Estrella lleva días recuperándose de un proceso para el que no estaba preparada. La sociedad no permite, o al menos no expone a mujeres y hombres a la pérdida perinatal, la muerte de un bebé durante el embarazo o 28 días después del parto. La sociedad no quiere ver, escuchar o saber sobre la muerte, especialmente la muerte de un bebé, y eso es lo más vulnerable. Pero esta es la realidad e ignorarla no es la solución. Estrella quedó embarazada pero tuvo que abortar. Habían pasado menos de seis semanas desde ese resultado positivo, pero era imposible disipar la ilusión de que se trataba de un bebé buscado. Acuerda con su pareja no decir nada a familiares y amigos hasta que pase el primer trimestre, el tiempo socialmente impuesto para transmitir lo que se espera de un bebé, como si pasados los 90 días el pequeño mundo en el que vive le hubiera dado una armadura inquebrantable. Pero la vida puede irse en cualquier momento.
Nadie nos enseñó a dar la bienvenida a una nueva persona. Hacemos esto porque a todos nos encantan las buenas noticias. Pero la muerte y el duelo son verdaderos tabúes, y no abordarlos convierte a los padres en esclavos del dolor, rodeados de incomprensiones. Como Estrella, otras mujeres han perdido a sus bebés durante el embarazo o el parto, y es trabajo de todas poder superar la experiencia. Por ello, el Hospital Reina Sofía de Córdoba, España, ha actualizado su línea de actuación para que los padres puedan pasar más tiempo con sus bebés cuando fallezcan.Esto es gracias al teléfono. cuna de abrazos: Seis horas donde las familias pueden despedirse de sus hijos, lo que les ayuda en el proceso de duelo.
El cambio fue posible gracias al impulso de Andrea Jiménez, Directora de la Unidad de Obstetricia del Hospital, y al involucramiento de todo el personal, en especial del Director de Trabajo y Obstetricia y los encargados del departamento de salud mental. Todo el equipo tardó un año en cambiar el modelo con el único propósito de brindar un mejor servicio y atención a las madres que enfrentan pérdidas tan severas.
Una mariposa azul en el pasillo advierte que un bebé se pierde en esa habitación
Todo empezó cuando Jiménez aún estaba en atención primaria. En su primer contacto con la salud pública, la matrona atendió a madres en duelo perinatal. «Me di cuenta de que no tenía muchas herramientas para ayudar porque era una forma de duelo muy abandonada. Por eso, cuando llegó al departamento de obstetricia del hospital, quiso abordar el tema para que la atención materna no ya no ser «práctico para él».
El primer punto de inflexión se produjo cuando Natalie Claytor y Laura Segura donaron una cuna acurrucada al hospital después de que su bebé muriera durante el parto. Con el apoyo de donaciones y de la Asociación Matryoshka, las dos mujeres recaudaron los fondos necesarios para poder obsequiar el catre a la Reina Sofía. Esta cama es como una minicuna, y su presencia aporta calidez a estos tiempos difíciles. Antes de que llegara esta cuna, los padres apenas podían pasar unos minutos con su bebé muerto, y ese era el tiempo que pasaban en la sala de partos. Ahora, si mamá y papá deciden ponerlo en esta cuna refrigerada, pueden abrazar y besar a su bebé durante seis horas o pasar tiempo con él. Para esta familia, PeriodistasdeGénero se detiene y sus hijos están a su lado. No les importa en qué estado se encuentre. es tuyo. A quienes quieren y aman desde el momento en que descubren que existen. Siempre será.
Esta mejora asistencial que introducen los hospitales no es más que una opción. La matrona Jiménez insiste en que usar una cuna no es una obligación porque algunos padres por alguna razón no quieren o no pueden afrontar pasar tanto tiempo con un niño al que nunca escucharán reír. El uso de esta cuna solo tiene un inconveniente: complicar su uso para aquellos casos en los que se produzca un aborto y el bebé apenas se forme.
La cuna estará disponible a finales de 2022 y actualmente 3 familias la necesitan. Alberto Escaños, residente de la unidad de salud mental, asegura: “Si las madres pudieran, pasarían dos días con sus hijos, porque todo tiempo con los niños es uno. Una cura, más grande que cualquier pastilla”.
como decir adios a un bebe
Como mencionamos anteriormente, los abortos espontáneos de bebés pueden ocurrir durante el trabajo de parto, así como durante las interrupciones involuntarias del embarazo y los partos por cesárea. En el caso de un aborto, cuando un profesional de la salud informa la ausencia de latidos cardíacos, la madre debe decidir si se realiza un aborto con medicamentos o un aborto por dilatación y legrado. Si el embarazo supera las 14 semanas, la mujer debe afrontar el parto. En este sentido, otro cambio introducido en el protocolo fue la provisión de anestesia epidural a todas las madres que lo solicitaran. “Hasta el día de hoy, las mujeres no solo experimentan el dolor de perder un hijo, sino también el dolor del parto”, explica Jiménez.
Una vez que se confirmó la muerte del bebé, se le dijo a la paciente qué tipo de despedida quería, ya que el hospital entregó un sobre conmemorativo que contenía la huella de la mano del bebé, junto con otros elementos, como el sombrero que llevaba al nacer, para identificarla. y un cartel con la fecha, talla y peso del niño. El sobre lleva el logo de una mariposa azul con estrellas en sus alas.
Al igual que la cuna de abrazos, este sobre es opcional. Como señala Escaños, «tener recuerdos de su hijo puede ayudar a reducir la intensidad del duelo y superarlo de una manera más rápida y menos traumática».
Si la madre se niega a tomarlo, el personal médico lo ejecuta y lo guarda en su historia clínica por si algún día la paciente se arrepiente y quiere tomarlo. “Decir adiós no es olvidar”, insistió la profesional de la salud mental. “Si no tienes nada a lo que aferrarte, es como si nunca hubiera pasado. Algunos familiares incluso preguntaron a las madres cómo podían amar tanto a sus hijos sin hijos. Esta forma de comunicación en la familia también debe corregirse”.
La misma mariposa colocada en el sobre de la memoria se instaló en la puerta de la habitación donde los padres compartían al bebé fallecido. Todo el personal sanitario que pase por esa puerta debe saber qué se va a encontrar en esa habitación en cuanto vea esa mariposa, y cuál debe ser su idioma. Gracias a este acuerdo, no solo los padres pueden quedarse, sino también otros cuatro familiares que consideren conveniente.
Parte del equipo médico del Hospital Reina Sofía actualiza las medidas de actuación en caso de fallecimiento del bebé
Las supervisoras de Trabajo y Obstetricia Alicia Vega, Carmen Muñoz y María Teresa Padillo celebran el cambio de protocolo y la llegada del abrazo cuna. En definitiva, celebran el trato humano, tan necesario en los procesos hospitalarios, y más en éste. “No te das cuenta de la importancia de estos cambios hasta que llega una mujer y te dice cómo se siente en el proceso de perder un bebé”, dijo Vega.
«Es duro, de verdad. Estás cuidando a una mujer durante todo el trabajo de parto, apoyándola física y emocionalmente, tanto durante la dilatación como durante el trabajo de parto. Pasas por todo, y es muy doloroso. Grande». En esta línea, ha añadido que «en cada pérdida que afrontamos, una parte de nosotros se va porque te solidarizas con muchos», para lo que ha pedido «un periodo de recuperación».
Escaños también insiste en esto, lo que también demuestra que los profesionales que se ocupan de la pérdida de un recién nacido no son siempre los mismos. Asimismo, consta en el protocolo que el Auxiliar de Enfermería Técnico de Enfermería es quien viste al bebé en la sala de parto. Una vez en el suelo, los padres pueden decidir si quieren despedir a su bebé con esta ropa u otro conjunto de su elección. Tienen seis horas para despedirse y empezar a enfrentarse a una vida muy diferente a la que soñaron.
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