La modernidad española no se puede entender sin este grupo de personas con una creatividad y una voluntad de transformar la realidad únicas. Gatepac (un grupo español de arquitectos y técnicos promotores del avance de la arquitectura contemporánea) surgió en los años 30, una década gloriosa para el arte en la que Miró no estaba solo. Él es el artista más cercano a ellos (y ciertamente el más cercano en los medios de comunicación), pero en la vanguardia de la vanguardia estuvieron muchos otros que hicieron de este período un período artístico importante en España;
La modernidad española no se puede entender sin este grupo de personas con una creatividad y una voluntad de transformar la realidad únicas. Gatepac (un grupo español de arquitectos y técnicos promotores del avance de la arquitectura contemporánea) surgió en los años 30, una década gloriosa para el arte en la que Miró no estaba solo. Es el artista más cercano a ellos (y ciertamente el más cercano en los medios), pero en la vanguardia de la vanguardia estuvieron muchos otros que hicieron de este período un período artístico importante en España;
La mejor arma de Gatepac es la revista AC, cuya abreviatura lo explica todo: Activa (plural; integra todas las nuevas artes, además de la arquitectura) y Contemporánea (se recomienda encontrar gente nueva). El Museo Nacional Reina Sofía (que, según su director Manuel Borja-Villel, pretende crear una nueva línea expositiva en torno a la arquitectura y el diseño) dedica una exposición a la revista 1931 hasta el 5 de enero. Pero fracasó como tantas revistas. Hubo otros movimientos felices en 1937. En poco tiempo se publicaron 25 números y la tirada superó los 5.000 ejemplares. Seguir los pasos de la AC, de la que Le Corbusier quería abandonar, es la mejor manera de entender esta fase decisiva, que también lo fue en términos políticos.
Le Corbusier, Breuer, Mies van der Rohe, Moser y Heisler fueron sus maestros
Así era la España de la Segunda República. Este grupo puso gran énfasis en involucrarse con los poderes fácticos para construir sus proyectos, y pronto comenzó a generar propuestas que sorprendieron a la crítica europea, como el proyecto Diagonal en Barcelona, el proyecto Playa del Jarama en Madrid, o el proyecto público. viviendas y hospitales. Fue así pionero en una nueva visión de la arquitectura, traduciéndola a una forma pura, libre del historicismo y de los componentes académicos que prevalecían en la época.
«En aquella ecléctica y compleja época del ascenso del fascismo nació un grupo moral y político que quiso cambiar el mundo y constituyó el primer movimiento artístico español que quiso unir todo el arte, la pintura, la escultura, el cine y la arquitectura, neutralizando la publicidad. que tanto valoraban como un elemento no comercial, sino como un agente de cambio en la sociedad, es también un eslabón perdido ahora que reconstruimos ese período crítico”, explicó Borja-Villeur en su discurso.
Esta exposición de José Luis Sert, Fernando García Mercadal, José Manuel se cuenta a través de 900 obras distribuidas en una gran sala ·Las aventuras de un equipo compuesto por José Manuel Aizpurúa y Rodríguez Arias. La revista fue creada y concebida en un congreso en Zaragoza. 1930. Pero no surgen de la nada. Enrique Granell, comisario de la exposición, junto a Josep Maria Rovira, José Ángel Sanz y Antonio «Desde hace varios años han causado sensación por todo el mundo con exposiciones, conferencias, viajes y formaciones en los estudios más importantes», afirma Pizza desde Hermano.
Gatepac, con sus centros neurálgicos en Barcelona, Madrid y San Sebastián, tiene un fuerte enfoque en las relaciones internacionales y presenta en la revista las obras de los grandes artífices de sus maestros: Le Corbusier, Breuer, Mies van der Rohe Dro, Moser y Heisler.
La exposición refleja el intento del colectivo de ser inclusivo. Así se exponen publicaciones, maquetas, dibujos, muebles… junto a obras de Picasso, Léger, Moreno Vera o Julio González. No faltan impulsos de protesta. El punto de partida de Gatepac es que la arquitectura tiene una función social. «Tiene que servir al pueblo y tiene que seguir avanzando», explicó Granell. «Eso es lo contrario de la búsqueda de poder a la que estamos acostumbrados ahora».
Portada del número 1 de la revista AC, de Gatepac, 1931.