El hotel está construido en la playa de El Algarrobico en Carboneras (Almería).

El Tribunal Supremo descartó este martes el derribo de uno de los símbolos más famosos de la fiebre del ladrillo que azotó un lugar clave de la costa española a principios de la década de 2000: el hotel construido en la playa de El Algarrobico. Ciudad de Almería en Carboneras. La Sala III (en lo contencioso administrativo) desestimó el recurso de Greenpeace contra la sentencia de julio de 2021 de la Audiencia Nacional de Andalucía, que dictaminaba que no podía llevarse a cabo el derribo durante la construcción -que nunca estuvo Abierta al público Público – Público – La licencia de obra concedida por la Ayuntamiento a los promotores Hace 20 años, en 2003, sigue vigente. Se suponía que el permiso municipal sería revisado por el Consejo de Presbiterianos, pero debido a los retrasos, el grupo ambientalista Greenpeace había pedido una orden para desalojar a las masas condenadas sin esperar a que se completara el proceso. Fuentes de la Audiencia Nacional confirmaron que el tribunal desestimó el recurso de los ecologistas, aunque tardarían varios días en notificar la sentencia y los fundamentos jurídicos que la sustentan.

La construcción del hotel fue paralizada por un juez de Almería en febrero de 2006, cuando las obras estaban casi terminadas. En los últimos 16 años, tras unas 50 decisiones judiciales de diversa índole, se ha confirmado su ilegalidad: el edificio invade 100 metros de dominio público terrestre y marítimo, y se construyó en un paraje del Parque Natural Cabo de Gata – Níjar No se puede construir, el terreno sobre el que se asienta es propiedad de la Junta de Andalucía, que también ejerció su derecho de desistimiento en 2006 tras un litigio. Uno de los problemas de este caso es que en los últimos años se han abierto numerosas causas para conocer todas estas violaciones, culminando en complejos enredos judiciales de veredictos y apelaciones.

Con hasta 13 sentencias acumuladas sólo en el Tribunal Supremo, el hotel promovió la promotora Azata con el visto bueno de la junta militar andaluza y el Ayuntamiento de Carboneras. La única base legal restante es la licencia de obras, que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) instó el año pasado al Ayuntamiento a revisar de oficio por indicios de su invalidez. Pero el juzgado no ordenó la demolición, entendiendo que primero se debe revocar el permiso municipal otorgado hace 20 años. Es decir, se trata de un proceso que debe acabar con los documentos de derribo del edificio, pero el Ayuntamiento del PSOE no lo ha hecho pese a las peticiones de juzgados y grupos ecologistas, que ya han pedido al TSJA que sancione al alcalde de Carboneras, José Luis Amérigo.

“Innumerables decisiones judiciales no han tenido efecto práctico. El Ayuntamiento de Carboneras se niega a acatarlas”, lamentó Greenpeace en su recurso ante el Tribunal Supremo. «La existencia de esta edificación claramente ilegal durante casi 20 años ha provocado pánico social» y «desconfianza en la administración de justicia», según la denuncia de José Ignacio Domínguez, quien ha venido representando a distintas asociaciones ecologistas contra este tipo de construcciones. comenzó con este caso. “Después de cuatro años de actividad ilegal, las 13 sentencias de esta sala no sirven de nada”, agrega el recurso.

Sin embargo, el Tribunal Supremo entiende ahora que no se puede ordenar el derribo hasta que no se haya cancelado la licencia municipal. El debate jurídico de fondo es si es posible dar validez a las licencias municipales si se basan en normas urbanísticas que han sido derogadas judicialmente en los últimos años e ilegalizadas en la edificación.

El hotel está construido en la playa de El Algarrobico en Carboneras (Almería).El hotel está construido en la playa de El Algarrobico en Carboneras (Almería).Julián Rojas

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