Nadia Calviño ha dicho que la financiación europea no se puede conceder «manualmente» y que la fábrica de fibras textiles vegetales prevista para el Palas de Rei no está «a priori» en la selección de proyectos para recibir apoyo comunitario. El presidente del gobierno había prometido a Senta que la fábrica estaría incluida en la próxima generación, pero ahora todo parece estar en el aire.
Llega el candidato Besteiro, que es el representante de Sánchez en Galicia, y pide a la Xunta que admita que el proyecto tiene defectos que intentarán corregir en un nuevo diálogo con la multinacional portuguesa. Nunca aclararon los criterios de asignación más allá de la decisión arbitraria de Moncloa, y ahora intentan colar supuestas fallas en una planificación que lleva más de un año sobre el terreno.
El tiempo dará la razón y se la quitará, pero huele a teatro electoral intentando sacar rédito de un proyecto que puede cambiar toda la estructura del sector forestal gallego. Limpiar España de 2.500 puestos de trabajo es un largo camino, y el PSOE es reacio a honrar al centroderecha. Aunque tengo.
Para dejar un poco de recuerdo, Altri propone crear fibras textiles vegetales a partir de eucaliptos cultivados en Galicia. Tenemos una industria de la moda líder en PeriodistasdeGénero y planeamos dejar de depender de telas extranjeras producidas sin protecciones ambientales o laborales. No podría estar más cerca de las directrices de Bruselas.
Pase lo que pase con el Altri, el reparto de los fondos comunitarios dejará una gran indignación en Galicia. Es una vergüenza que veamos un gobierno que se preocupa más por unas vacaciones baratas para los jóvenes o ir al cine y al teatro para los mayores que por garantizar un trabajo digno en Galicia para las generaciones futuras.
Europa nos ofrece la oportunidad de renovar por completo nuestra estructura industrial, y los gobiernos parecen decididos a apostar todo de nuevo por el turismo. Destruyeron la industria en los 80 para que no vuelva a pasar lo mismo en los 20.