La palabra solidaridad proviene del latín soliditas, que significa la realidad homogénea (RAE s/f) de las cosas físicamente completas, unificadas, compactas y cuyos componentes tienen las mismas propiedades. EDUCO (Educar Cura), una organización de base humanitaria con operaciones en 14 países durante más de 30 años, define este valor como «la voluntad de comprender las necesidades de los demás y ayudar en consecuencia».
La unidad es un problema social, por lo que la mayoría de las religiones lo abordan. Como ejemplo, el catolicismo ha adoptado el término unidad, que se refiere a una comunidad de todas las personas, hijos iguales de Dios. (Moënne. Kara. 2010). En la Biblia, Jesús de Nazaret nos dice: «El que tiene dos túnicas comparte con el que no tiene; y el que tiene de comer, hace lo mismo». Y el Papa San Juan Pablo II señaló: «La unidad es no un sentimiento superficial, sino una determinación firme e inquebrantable de luchar por el bien común, por el bien de todos, para que todos seamos verdaderamente responsables ante todos”.
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Ya desde la perspectiva de la responsabilidad, uno de los pensadores más influyentes de la filosofía universal, Immanuel Kant, decía de la solidaridad que es deber de todo ser humano ser benefactor, es decir, promover la felicidad de los demás según sus capacidades. cuando sea necesario sin esperar una devolución
En el mundo digital hablamos de solidaridad digital, de utilizar las redes de comunicación para ayudar a los demás. Las redes pueden ser apoyos extraordinarios para la solidaridad, ya través de ellas han fomentado importantes movimientos de solidaridad y activismo social. Hemos visto iniciativas como eliminar el aceite de palma de la fabricación de una marca de chocolate muy importante porque proviene de bosques donde vive la especie de orangután en peligro de extinción, o el movimiento #MeToo que condena las agresiones y el acoso sexual. personalidad, e incluso el movimiento Black Lives Matter que busca visibilidad y justicia de la comunidad afroamericana.
Hoy en día, el activismo digital no se puede entender sin las redes sociales. Cualquier causa solidaria necesita que el público movilice al máximo de personas y ayude a la causa. Sin embargo, los expertos advierten al distinguir entre la actividad social y el comportamiento del clic, el último de los cuales distingue la solidaridad digital de los gestos de muchas personas en la web, cuyo único propósito es evitar ser excluido de las fotos sociales.
En términos de audiencia, el Movimiento de Solidaridad Digital se encuentra entre:
- La indiferencia de los que pueden no estar interesados o de los que han recibido un aluvión de peticiones solidarias más allá de lo que pueden soportar. Típico de países sin sistemas de salud adecuados o con grandes problemas económicos.
- La segunda opción es «homofilia», que significa «amor igualitario». En este caso, los espectadores filtran el contenido y se enfocan solo en las necesidades de las personas que son similares a ellos.
- Al final, encontramos personas que escuchaban a diferentes personas. En un mundo globalizado donde todo tipo de problemas y preocupaciones ocurren a miles de kilómetros de distancia, las preocupaciones sociales atraen la atención de los medios. (María, Joyce, 2012).
La solidaridad digital también puede ser un gran negocio. La solidaridad en la web es una palanca de marketing muy poderosa, por eso siempre debemos preguntarnos si estamos ante esfuerzos altruistas o ante la mercantilización de la solidaridad. Los grandes negocios han surgido de la solidaridad. Por ejemplo, AirBNB se desarrolló para ayudar a quienes viajan con un presupuesto bajo y actualmente es un negocio de miles de millones de dólares. De estas redes también han surgido importantes plataformas solidarias, como GofundMe, Kickstarter o Indiegogo.
Así como debemos distinguir la educación de los medios y la educación en medios, también debemos analizar el valor de formar solidaridad y confianza a través de los medios, o acción solidaria a través del uso de los medios.
Confianza: el pilar de la unidad
La Real Academia Española (RAE s/f) define la confianza como “la esperanza que se tiene en alguien o en algo”. La confianza nos permite esperar la solidaridad de los demás. Abrazamos la confianza como una cualidad, creer en una situación o en una persona de manera positiva, incluso en nosotros mismos, cuando esperamos que todo salga de la mejor manera posible. Graham Greene, el famoso autor, periodista y espía británico, señaló: «Es imposible vivir una vida sin confiar en nadie; es como estar preso en la peor celda: uno mismo».
La confianza inspira unidad, y la unidad inspira confianza. Ambos juntos crean las condiciones para la participación, asociación y cooperación. Por eso, además de hablar de confianza y solidaridad, también hablamos de confianza solidaria.
En la web, ciertos aspectos reducen la confianza de los medios. Entre otras cosas, encontramos el fenómeno del establecimiento de agenda, donde los dueños o editores de medios y redes intentan insertar un tema amigable con los medios en la agenda de la audiencia. Otra área que puede dañar la confianza de los medios son las noticias falsas, también conocidas como bulos. Estos dificultan la confianza. “En la encuesta global CIGI-Ipsos de 2019, el 44 % admitió haber sido engañado por noticias falsas al menos una vez, y el 40 % dijo que las noticias falsas redujeron su confianza en los medios” (Pyrcek & Vignal, 2020).
Estos dos valores se adquieren a través de las primeras experiencias de convivencia en el hogar y en la escuela. De esta forma, los adultos significativos (David R. Shaffer, 2001) juegan un papel importante en el desarrollo integral de los jóvenes y en su desarrollo como agentes culturales y educativos del entorno al que pertenecen.
La confianza debe ser un activo en la relación familiar, y claramente existe la necesidad de una buena comunicación entre padres e hijos para proteger la seguridad relacionada con el consumo de medios. La coerción suele ser la mala consejera a la que nuestros menores acuden en busca de ayuda cuando se encuentran con contenidos inapropiados o sufren cualquier tipo de ataque que puedan encontrar en una relación digital. Fomentar esta confianza es una tarea común que los adultos importantes deben promover.
Fuente de consulta:
EDUCO Educar Cura (s/f). El valor de la unidad. https://www.educo.org/blog/educar-en-valores-ensena-a-tus-hijos-solidaridad
María, Joyce. Internet Unidos. periódico del pueblo. 8 de junio de 2012. https://PeriodistasdeGénero.com/tecnologia/2012/06/08/actualidad/1339154747_961709.html
monet Kara. (2010). Concepto de unidad. Revista Chilena de Radiología. Vol. 16, No. 2, 51-51.
https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-93082010000200001
Pyrcek, A. y Vignal, E. (9 de marzo de 2020). Cómo los medios se volvieron reales y aceptaron las noticias falsas. Oye. https://www.ey.com/es_cl/forensic-integrity-services/how-media-organizations-can-get-real-and-confront-fake-news
David Shafer (2001). Psicología del desarrollo. Thompson.