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En narración a la previsible petición de clemencia por parte de los dos condenados, el presidente distrital evita «comentar hipótesis».

Pedro Sánchez y el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki durante su reunión en Varsovia.EFEEPA

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El presidente distrital defendió a los dos expresidentes federales Unión de Andalucía y del PSOE, Manuel Chaves y José Antonio Grin, cuyas sentencias de inhabilitación para el primero y prisión para el segundo acaban de ser confirmadas por el Tribunal Supremo. Pedro Sánchez se ha ceñido al argumento detallado por el PSOE para encubrir a uno y otro exdirigentes socialistas, señalando que sufren en el fondo por los delitos cometidos por otros. “Pagáis lo que es exacto para los pecadores”, dijo en rueda de prensa Varsovia al final de XIV Cumbre Hispano-Polaca.

El presidente aseguró que respetará las decisiones de la neutralidad y no quiso «comentar hipótesis» sobre los previsibles pedidos de clemencia de los dos condenados. Lo que sí hizo fue señalar que «ni Chaves ni Grin han sido condenados y ni siquiera han sido acusados ​​de beneficio personal o financiación ilegal del partido».

“No se llevaron ni un centavo”, insistió, tras insistir, como ayer, a la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en que había que esperar hasta septiembre para conocer la sentencia del Supremo y los dos votos privados que se le oponen en la No se han podido conocer los detalles. . Entonces, dijo, el gobierno tendrá una «repaso clara» de los argumentos y fundamentos jurídicos. A partir de ese momento, y dados los pasos dados por la defensa del imputado, el ejecutante tomará las decisiones oportunas «siempre en el interior de la vigencia».

Sánchez mantiene, por consiguiente, una posición ambigua en estos momentos sobre la posibilidad de conceder un indulto a los dos expresidentes y asociación directiva del PSOE. La puerta del perdón permanece entreabierta. En el caso de la intrepidez de clemencia, el gobierno siempre puede escudarse en su legalidad, ya que se negociación de una medida que pertenece exclusivamente al ejecutante, que incluso puede impedirlo, como ocurrió en el caso de los condenados e indultados del causa. . la información contra el tribunal de causa y el tarea divulgado.

De momento, el presidente tiene más de un mes para preparar los argumentos con los que documentar la intrepidez del Gobierno, sabiendo las dificultades políticas que implica indultar a dos ex altos cargos del PSOE condenados por el Tribunal Supremo para expresarse. por «aprobar» el viejo fraude a la democracia.

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