Daniel Ortega en una foto de archivo.Jorge Torres (EFE)
El mismo día que el gobierno español comenzó a otorgar la ciudadanía a los primeros 14 de los 317 nicaragüenses declarados apátridas, Daniel Ortega y Rosario Murillo aceleraron su represión, especialmente en el poder judicial.Represión: Los títulos de 25 abogados de la oposición fueron despojados de un golpe, entre ellos el escritor Sergio Ramírez Mercado, la defensora de derechos humanos Vilma Nunes y hasta la boda del presidente y su esposa. Su padrino, el exmagistrado Rafael Solís, fue uno de los desertores más notorios del régimen.
El grupo de juristas inhabilitados había sido previamente juzgado en ausencia por delitos políticos como “traición a la patria”, y la familia Ortega-Murillo los había despojado de su ciudadanía nicaragüense, confiscado y enviado al exilio. Quince de las 25 personas afectadas formaban parte de un grupo de 222 presos políticos que fueron exiliados a EE.UU. en febrero pasado.
El Poder Judicial emitió dos resoluciones el 11 de mayo de este año, citando al Consejo Nacional de las Carreras Administrativas y Judiciales y su competencia “para organizar y dirigir los procedimientos para el registro y otorgamiento de los títulos de abogados y notarios, así como para autorizar y suspender la profesión» porque traicionada y privada de la ciudadanía. La suspensión de los abogados se produce dos días después de que el juez Sandino hiciera lo propio con los defensores de la presa política Yonarqui Martínez, abriendo una nueva práctica del poder judicial a instancias del presidente y su esposa en tono de represión.
El abogado Héctor Mairena, uno de los despojados de su título de abogado, dijo a PeriodistasdeGénero que la decisión mostró malicia. «Se nota que los regímenes de Daniel Ortega y Rosario Murillo pretenden destruirnos de manera civilizada. Ya estábamos barridos económicamente cuando nos quitaron las pensiones a varios de nuestros jubilados… …ahora nos quieren matar profesionalmente», dijo. dicho.
Según Mairena, miembro del movimiento UNAMOS (antes Movimiento de Renovación Sandinista), “el menú de la dictadura es variado, pero también se nota que está agotado”. Según él, “el menú de la represión incluye prisión, exilio, y ahora la privación del .”
El poder judicial sostiene que “son reprimidos con inhabilitación absoluta y especial para ejercer cargos públicos, representar a Nicaragua y servir al Estado nicaragüense, así como para ejercer el sufragio general y la pena adicional de pérdida de derechos. ciudadanía y por lo tanto, según el ordenamiento jurídico y las normas que regulan las profesiones de abogados y notarios que no pueden ostentar títulos y ejercer las profesiones de abogados y notarios públicos por perder el derecho a ejercer dichas profesiones por perder la ciudadanía nicaragüense [sic]».
suscripción
En una segunda resolución, el poder judicial inhabilitó a Uriel Pineda; al escritor Sergio Ramírez; al exmagistrado Rafael Enrique Solís; a la ambientalista Mónica Lowe; Mónica López Baltodano; al activista Héctor Ernesto Mairena; al defensor de derechos humanos Gonzalo Carrión; al exdiputado Eliseo Núñez; Manuel Jacinto Díaz Morales; y finalmente Vilma Núñez Ruiz de Escorcia, Presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Los abogados de la segunda resolución fueron exiliados, condenados y pertenecieron a 94 personas privadas de su nacionalidad, pero, desde 2018, continúan con las atrocidades y violaciones de derechos humanos cometidas contra Ortega-Murillo interponer denuncia. “Soy defensora de derechos humanos desde hace más de 30 años, y desde 2018 he sido más contundente en refutar las violaciones de derechos humanos porque aprobaron nuestro proyecto de ley. Es venganza, es castigo. Sin embargo, después del exilio, seguimos Comprometidos con luchando por los derechos humanos de los nicaragüenses, el objetivo es sembrar el terror fuera de Nicaragua, por eso nos despojaron de nuestra ciudadanía y ahora de nuestros títulos”, condenó el defensor de derechos humanos Gonzalo Carrión.
Si bien se sabe que la mayoría de estos abogados se encuentran en el destierro y exilio, el poder judicial “les advirtió que deben enviar apercibimiento a la Secretaría de la Corte Suprema de Justicia dentro de las veinticuatro (24) horas, la ley, y si no lo hicieran, el títulos de abogados y notariales, respectivos contratos, sellos y cédulas de abogado y notario.
Eliseo Núñez, otro exdiputado afectado por la resolución, calificó el hecho como un “abuso de funciones” porque se basó en un juicio ilegal, en el que ningún abogado tenía facultades para defender. “Esto es lo que le pasó a todos los nicaragüenses, y se violó el debido proceso”, subrayó.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter o en nuestra newsletter semanal.