La computadora cuántica de IBM, el Q System One.

La computadora cuántica de IBM, el Q System One.La computadora cuántica de IBM, el Q System One.holger minch

Es imposible determinar qué tecnologías surgirán dentro de un siglo, pero si observamos el progreso que se está produciendo en las tres áreas principales de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), podemos vislumbrar un panorama general: hardware (dispositivos y máquinas ), comunicaciones (redes alámbricas y móviles) y software (servicios y aplicaciones). Estas tres áreas van de la mano, aunque las reglas del hardware están en una carrera evolutiva.

Hoy en día, todavía usamos tecnología de transistores que limita la potencia de procesamiento y el almacenamiento de datos. De hecho, el crecimiento de la capacidad de almacenamiento y la velocidad de procesamiento que se puede implementar en dispositivos cada vez más pequeños se ha ralentizado en los últimos años. Las computadoras cuánticas prometen superar todas estas limitaciones. Creo que habrá computadoras cuánticas reales en 100 años. Esto hace posible realizar rápidamente operaciones que ahora toman años o no pueden ser realizadas directamente por las computadoras tradicionales. La computación cuántica sigue siendo una ilusión, y no debemos creer todo al respecto. Compañías como Google e IBM tienen sus propias versiones de computadoras cuánticas, pero sus artículos son de naturaleza comercial y sus experimentos no siempre se confirman. Parece indiscutible que este es el futuro, por lo que las universidades se lo están tomando en serio, investigando mucho y dando cursos a estudiantes universitarios.

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En segundo lugar, tenemos la comunicación. El mayor desafío aquí es conectar varias personas y objetos a alta velocidad. La gran revolución que hemos vivido en las comunicaciones móviles es espectacular. No hemos terminado de implementar 5G, ya estamos trabajando en 6G. Estamos cerca de lograr un tiempo de respuesta de menos de un milisegundo, y expandir aún más el ancho de banda, ya se acerca a un gigabyte, y dentro de cien años será un megabyte o más. Con la llegada de 6G, la inteligencia artificial y el procesamiento de imágenes se integrarán de forma nativa como parte de las redes móviles, lo que aumentará exponencialmente la capacidad de transferencia masiva de datos, y lo haremos de manera sostenible, con bajas emisiones y mejor que hoy. Algunos expertos creen que en el futuro a las personas se les implantará algún tipo de procesador para monitorear nuestra salud de forma remota e inalámbrica.

Todo esto permite avanzar en la tercera pata del software. Porque si consigues conectar dos objetos o una persona con un objeto en cuestión de milisegundos, podrás utilizar un robot para operar a distancia, controlar cualquier objeto o robot desde tu teléfono o mejorar la forma en que interactúa un coche autónomo. con su entorno. Si hablamos de desarrollo de software y aplicaciones, cuando la computación cuántica se haga realidad, todos los sistemas operativos y aplicaciones tendrán que ser reprogramados para acomodar la nueva computadora, y la interfaz hombre-máquina también cambiará. Con la realidad aumentada mostraremos una pantalla virtual en la pared o en el aire, es decir, sin soporte. Esto significa que en 100 años el mundo real y el mundo virtual se fusionarán en uno. Veremos objetos reales, pero la realidad aumentada te dará más información y podrás interactuar con ellos con gestos muy sencillos, con gafas o sombrero. Esto es lo que la gente necesita, una solución simple para controlar máquinas.

En cuanto a la programación, la tendencia actual es que las niñas y los niños aprendan a programar desde edades tempranas. Las semillas que estamos sembrando brotarán y estas niñas y niños estarán mejor equipados para desarrollar aplicaciones sin tener que estudiar una carrera de informática. En otras palabras, la capacidad de programación será una habilidad esencial para la mayoría o muchas personas. Esto significará que las personas podrán programar la aplicación para que se adapte a sus necesidades comerciales o de ocio.

A medida que estas tres ramas de la tecnología de las que estoy hablando evolucionen, es probable que tengamos aplicaciones que crecerán enormemente en ciertas áreas. Un claro ejemplo es la telemedicina: tendremos médicos de familia virtuales que diagnosticarán con la ayuda de la inteligencia artificial (IA). Y cuando se trata de IA, todavía hay muchos problemas que aún son difíciles de resolver porque no tenemos suficiente poder de cómputo, pero cuando la computación cuántica se haga realidad, también llevará a la IA más allá de los límites actuales. La domótica también dará grandes pasos. Tendremos robots en nuestras casas, no necesariamente de apariencia humana, pero que nos cuidarán y nos vigilarán constantemente. No va a ser tan difícil porque al final del día una persona que cuida a un anciano lo único que hace es mirarlo y ver si está enfermo, si necesita comer, si necesita ayuda tiene un problema, si no puede resolverlo, llame a personas que puedan resolverlo. Estos robots de enfermería harán lo mismo, pero con mayor seguridad y más habilidades.

Lidia Fuentes Fernández es Doctora en Ingeniería Informática y Catedrática de Ingeniería Telemática en la Universidad de Málaga.

Preguntas enviadas por correo electrónico por Hever Galindo Sandoval Chavez

Coordinación y Redacción: Victoria Toro

Nuestra respuesta es una consulta científica semanal, patrocinada por la Fundación Dr. Antoni Esteve y el programa L’Oréal-UNESCO ‘Mujeres en la Ciencia’, para responder a las preguntas de los lectores sobre ciencia y tecnología. Son científicas y tecnólogas integrantes de la AMIT (Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas), y dan respuesta a estas preguntas. Envíanos tus preguntas a nosotrasrespondemos@gmail.com o Twitter #nosotrasrespondemos.

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