Brecha salarial (sustantivo masculino, plural: brechas salariales): diferencia en la remuneración media bruta por hora entre empleados de diferente género, origen étnico y edad pero con el mismo nivel de educación y ejerciendo la misma profesión.
Hemos avanzado mucho, pero la desigualdad salarial entre hombres y mujeres sigue siendo perceptible. El Informe Global sobre la Brecha de Género, un informe anual que hace balance de la situación, muestra, por ejemplo, que las mujeres europeas todavía ganan un 13% menos por hora que los hombres.
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En Estados Unidos, las menores posibilidades de ascenso de las mujeres son particularmente sorprendentes. Estas cifras no son halagüeñas, por lo que proponemos una serie de soluciones que los gobiernos, las empresas y también los trabajadores pueden implementar para reducir esta brecha salarial.
Política gubernamental
Las leyes y regulaciones son esenciales para combatir las desigualdades. Por ejemplo, algunos gobiernos exigen que sus empresas divulguen los salarios de sus empleados. De hecho, la transparencia de los datos salariales permite a un gobierno intervenir o hacer ajustes, particularmente con leyes contra la discriminación.
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Introducir una proporción igual entre las bajas por maternidad y paternidad también puede reducir las brechas. Cuando ambos padres comparten la responsabilidad de la crianza del niño, la carga ya no recae únicamente en la mujer y ella también tiene la oportunidad de seguir una carrera si así lo desea.
Finalmente, el gobierno puede garantizar que el cuidado infantil sea accesible y asequible. Los países que ofrecen servicios de cuidado infantil gratuitos o de bajo costo alientan a las mujeres a aceptar empleos de tiempo completo y reincorporarse a la fuerza laboral después del embarazo.
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política de la compañía
Los empleadores también pueden hacer esfuerzos para responder al llamado a la igualdad. Una primera forma de promover la diversidad en el lugar de trabajo es motivar a las mujeres a ocupar puestos de liderazgo.
Además, ofrecer formación puede tener un enorme valor añadido. Tomemos el ejemplo de un curso sobre confianza en uno mismo. A diferencia de sus colegas masculinos, las mujeres suelen tener menos confianza a la hora de negociar su salario. Los hombres generalmente tienen mejores habilidades de negociación y, por lo tanto, pueden obtener más fácilmente un aumento salarial.
Por último, la discriminación de género se puede evitar en el lugar de trabajo evitando las preguntas clichés. No le preguntes a una candidata si planea formar una familia. No asuma que una empleada se tomará un día libre cuando su hijo está enfermo, si no espera lo mismo de su homólogo masculino.
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Y usted ?
La brecha de género tiene sus raíces en estereotipos. Los estereotipos sexistas influyen en las elecciones de estudio de los jóvenes, las carreras profesionales de los adultos jóvenes y la distribución de las tareas domésticas dentro de las familias. Un estudio muestra que las mujeres dedican una media de 8,5 horas más por semana a las tareas domésticas que sus homólogos masculinos, a pesar de un aumento en el número de familias en las que ambos miembros de la pareja trabajan a tiempo completo. ¡Rompamos los clichés!
(Zinnig/eh) – Fuentes: Ironhack, Shiftbase
6 de septiembre de 2023