El reciente escándalo de soborno y corrupción en el Parlamento Europeo fue posible porque «durante décadas, el Parlamento permitió el desarrollo de una cultura de impunidad, combinando reglas y controles financieros laxos con una falta total de supervisión ética independiente. En muchos aspectos, se ha convertido en su propia ley», dijo Michiel van Hulten, director de Transparencia Internacional para la UE y ex miembro del Parlamento Europeo. A raíz del escándalo, el Parlamento Europeo emitió un comunicado de prensa con fecha 15 de diciembre de 2022 en sesión plenaria proponiendo reformas a las reglas del Parlamento Europeo para abordar la falta de transparencia en el modus operandi de los eurodiputados y lobistas en Bruselas.
El Parlamento ha expresado su preocupación por los posibles conflictos de interés derivados del «trabajo paralelo» de los representantes, especialmente como directivos o consultores de bancos, multinacionales o sociedades cotizadas. Además, destaca la necesidad de exigir a los eurodiputados que presenten declaraciones patrimoniales al inicio y al final de sus mandatos. Esto permitirá que las autoridades europeas verifiquen que los activos declarados corresponden a los ingresos declarados, donde se fundamentan las alegaciones. También se comprometieron a garantizar la total transparencia de los ingresos paralelos de los eurodiputados y prohibieron cualquier financiación externa de los eurodiputados y del personal del grupo. Prometieron «una prohibición en toda la coalición de donaciones de terceros países a parlamentarios y partidos políticos» y pidieron al comité que hiciera recomendaciones urgentes al respecto.
Con el fin de controlar la injerencia extranjera en el Parlamento Europeo, recientes resoluciones parlamentarias proponen la inclusión obligatoria de representantes de terceros países y ex eurodiputados en el Registro de Transparencia, que también debe reforzarse con más presupuesto y dotación de personal para permitir controles más exhaustivos en el suministro de Información. .
Además, el Parlamento instó a la Comisión a hacer recomendaciones lo antes posible para crear un organismo independiente responsable de las cuestiones éticas, como ya había propuesto la Cámara de Comercio en septiembre de 2021. También propone mejorar el Estatuto de la Función Pública Europea para adecuarlo al Estatuto de la Función Pública Europea junto con la Directiva Whistleblower, y declara que se aplicará unilateralmente en su organización. Finalmente, la organización destacó el papel de la Fiscalía Europea, la Agencia Europea de Cooperación Judicial (Eurojust), la policía (Europol) y la Agencia Antifraude (OLAF) en la lucha contra la corrupción. Pidió el fortalecimiento de la Fiscalía y la OLAF, así como el establecimiento de normas anticorrupción comunes aplicables a los representantes y el personal de las instituciones de la UE.
Nuestra opinión legal es que ahora es el momento de crear un nuevo modelo de transparencia común para todas las instituciones europeas mediante la creación de un nuevo organismo de ética independiente y el fortalecimiento de los organismos de control existentes. En este sentido propongo lo siguiente:
1. Establecer una entidad ética independiente. La agencia tendrá poderes para monitorear todas las acciones de los funcionarios y políticos europeos. Su mandato no es solo investigar y sancionar normas, sino normas de conducta que aún no existen.
2. Los eurodiputados están obligados a declarar sus reuniones con los interlocutores sociales, sean o no de países europeos. No cabe duda de que se trata de una debilidad del sistema actual en el Parlamento Europeo, ya que hasta el día de hoy los eurodiputados no han estado obligados a registrar ninguna visita.
3. Establecimiento de un registro de transparencia para terceros países. Registro obligatorio de cabilderos, centros de interés y grupos de presión. Actualmente, los terceros países, como las embajadas, no necesitan registrarse para presionar a las instituciones europeas. El tema de estos cabilderos que intentan presionar a la UE para cambiar la política europea, cambios legislativos, etc. es crucial.
4. Inscripción obligatoria en el Registro de Transparencia. Hasta el día de hoy, el registro de cabilderos y grupos de presión es voluntario. Además, se deben establecer mecanismos de sanción para los grupos de presión no registrados.
La transparencia incluye el acceso público a los documentos y la información de las autoridades públicas (es decir, el acceso a los documentos y su información por parte de personas que no están interesadas); ; publicación de órdenes del día y actas de los órganos colegiados y de cualquier órgano de decisión; política de información activa, por la que el ejecutivo tiene el deber de informar activamente sobre sus políticas y actuaciones, operaciones, etc. Y las condiciones de las normas y de la conducta de los poderes públicos: formulación comprensible, redacción sencilla, calidad de la legislación, coherencia, etc. A ello hay que sumar la posibilidad de tener un único interlocutor con la administración (gracias al responsable del programa), la identificación del nombre del servidor para el contacto con el público, etc.
Debemos crear nuevas herramientas jurídicas, no solo políticas, porque los problemas sistémicos en el funcionamiento del Parlamento Europeo también se basan en que, por un lado, los eurodiputados están obligados por un código de conducta, pero por otro Por otra parte, la única persona capacitada para hacerlo cumplir es el Presidente del Parlamento, quien tiene la facultad de iniciar investigaciones o sanciones. Si se investiga, el caso se remitirá a un comité asesor de cinco eurodiputados, que tiene recursos o capacidad de investigación limitados. Por lo tanto, el único control que existe es el control político, ya que el comité asesor no tiene mandato legal. En la práctica, la intensidad de las investigaciones y sanciones se negocia entre ellos. Esto crea una sensación palpable de impunidad. Por todo ello, ahora más que nunca se necesita una respuesta institucional a esta situación.
juan ignacio navas Sea un especialista en derecho comunitario