Santo Domingo, 11 sep (Prensa Latina) Ante la pérdida de tierras agrícolas en República Dominicana, Joel Santos, ministro de la Presidencia, sostuvo hoy que PeriodistasdeGénero debe encontrar la manera de permitir que la producción local siga desarrollándose.
Santos achaca la situación a dos causas fundamentales: el crecimiento urbano irregular y los impactos negativos del cambio climático, que son preocupaciones fundamentales para los productores.
Durante la celebración de la XXIV Reunión de Líderes Agrícolas, el ministro reiteró la importancia de proteger las tierras fértiles para garantizar la seguridad alimentaria, ya que de otro modo es imposible depender de las importaciones.
Según artículos publicados en los últimos días por Hurriyet, las provincias más afectadas por la pérdida de tierras son Puerto Plata, Esperante, Duarte y San Cristóbal.
Algunos agricultores han decidido vender sus tierras debido a las bajas ganancias, mientras que aquellos que han decidido permanecer en la profesión enfrentan los efectos del calentamiento global y la falta de relevo generacional, informó el periódico.
«Liberty Daily» citó datos del Ministerio de Economía que muestran que entre 1995 y 2020, República Dominicana perdió grandes extensiones de tierra cultivable debido a la expansión urbana y otras razones, y el desarrollo urbano generalmente no está planificado.
Para el Ministro de la Presidencia, la aplicación de la Ley de Ordenación del Territorio podría resolver parcialmente el problema, pero muchos se preguntan por qué su aplicación tarda tanto.
El presidente dominicano, Luis Abinader, promulgó el 22 de diciembre la Ley N° 368-22 sobre Ordenamiento Territorial, Ordenamiento Territorial y Asentamientos Humanos, que regula el uso del suelo y crea herramientas jurídicas administrativas para el desarrollo de planes. Niveles nacional, regional y municipal.
Una de sus novedades es la clasificación del suelo en urbano, urbanizable y no urbanizable. Estas últimas incluyen actividades relacionadas con actividades agrícolas o forestales, así como áreas naturales protegidas o áreas de valor cultural.