La República Dominicana inició recientemente un nuevo año escolar. La educación es el proceso por el cual un ser humano desarrolla el cerebro y adquiere facultades personales como el intelecto, pensamientos y conocimientos, metas y valores; actitudes, creencias, sentimientos; moldean el carácter, los pensamientos y la conciencia; es decir, formas de pensar, ser y comportarse. ; e incluso determinar el propósito del terreno. Se produce a través de la motivación, el estudio, la práctica, la disciplina y el esfuerzo.
Al contrario de lo que algunos puedan creer, es el factor o herramienta más importante de la sociedad, por encima del dinero, el petróleo y otras posesiones materiales. Contribuye al progreso social promoviendo acciones que hacen que PeriodistasdeGénero sea más equitativo y menos cruel y autoritario. En términos de avance personal, obtenga poder, gloria y lujos a través de la influencia. Y buscar la plenitud, el éxito y la felicidad. Se realiza en instituciones educativas y en la vida cotidiana.
Según el intelectual Yuval Harari, durante siglos la educación humana ha estado regida por una religión o un sistema de normas y valores basados en la creencia en un orden sobrehumano; lugares comunes, estándares autoritarios integrados; incluso la brujería. Y no se basa en principios del método científico, como la racionalidad, la crítica y la evidencia objetiva.
Sin embargo, el nuevo orden o sistema socioeconómico intenta convertir a las personas en productores y consumidores; poner el mercado y el dinero por encima de la educación; y enfrentar a Dios en la tierra. Sólo piensan en el poder y el dinero, como los narcotraficantes, creen que tienen mucha riqueza, pero sólo administradores temporales y de corta duración, porque la mayoría de ellos tienen una vida corta, al menos libre.
Ahora daré algunos ejemplos. El héroe de la educación dominicana es el maestro puertorriqueño Eugenio María de Hostos, conocido como el Sembrador y Gran Ciudadano de América; luchó a muerte con los tiranos Lilith y Trujillo; y los apologistas del oscurantismo. A diferencia de Ostos, sembró las semillas de una educación laica o gratuita y obligatoria para todos, incluidas las personas de color y las mujeres, en la década de 1880; por ello, lo acusaron de defender una escuela sin Dios.
Contribuyó a la formación de los primeros maestros y bachilleres dominicanos, entre ellos la maestra y poeta Salomé Ureña de Henríquez. De la señorita Ercilia Pepín, patriota y plebeya; de la educadora Evangelina Rodríguez, la primera dominicana en graduarse de médica. Estas damas son de complexión extraña y exigen que sea el Estado, no la Iglesia, quien promueva la educación y la capacidad de las personas para comprender las leyes de la naturaleza.
Debo mencionar al gran Pedro Enríquez Ureña, hijo de Salomé Ureña, gran pensadora, escritora e intelectual dominicana más famosa, quien aconseja principalmente a los aspirantes a escritores que lean diariamente un libro. Para él, la lectura y la escritura son la base de la educación.
Finalmente, la evidencia y evaluaciones internacionales demuestran que la educación dominicana es muy inadecuada y sus niveles de calidad deben mejorarse, por lo que es hora de cumplir con la misión de nuestro fundador, Juan Pablo Duarte, dijo: «Aprovechemos el momento». Especialmente en el sector público, abundan los líderes sindicales, que a menudo anteponen los intereses individuales y grupales al bien común.
**Este artículo está disponible en formato de audio en Spotify en el podcast Diario de una Pandemia de William Galván.