Durante las dos semanas que dura la feria del libro parece aburrido señalar algunos poemarios entre el torrente de papel impreso que inunda el Parque de El Retiro. «Debemos seguir siendo productivos incluso cuando no hay demanda. /Nuestras piezas llenan el mercado«Lo dijo sucintamente en 1995 Naomi Replansky, la poeta de Brooklyn que falleció el pasado enero a la edad de 104 años (ya no pasaría el testigo centenario a Ayman Ida Vitale), y las cosas no hicieron más que empeorar a partir de ahí.
Es cierto que la buena poesía crea sus propias necesidades, es decir, crea lectores y construye con ellos un vínculo tenaz hecho de tiempo y experiencia compartida, pero hay que saber ayudarla.entonces Hablar brevemente de tal o cual libro es como sacar del agua un puñado de piedras lavadaspara que puedan respirar y hacerse visibles.
Rocas volcánicas del artista Juan Gopar representan la portada de Lost California. Exposición Azores (Franz Ediciones) es un proyecto muy personal del poeta canario Melchor López (1965), el mayor poeta de su generación (y de la mía). Se recopila aquí y está disponible en versiones bilingües. Muestra de poesía portuguesa sobre hospitalidad escrita en las Azores desde la fundación de Antero de Quental (1842-1891), cuyos sonetos superan meditativamente las venas más superficiales de la ideología romántica. Entre las obras de doce poetas aquí incluidas (hasta Urbano Betancourt, que participó en la selección): López descubre «una sombra bajo fijo”, un tono melancólico de resignación, en referencia a la experiencia de una isla aislada del Atlántico. La traducción corrió a cargo de un grupo de destacados poetas canarios, encabezados por Andrés Sánchez Robaina y el propio autor de la antología.
El tiempo del lobo de José Mateos (artículo anterior), publicado a finales del año pasado, es uno de los libros a los que vuelvo con frecuencia; su sencillez, intensidad y sabios silencios permanecen conmigo. Martirio de la enfermedad («¿Qué puede hacerle esta canción a una persona?”) fue escrito en estado de gracia detrás de estos versos, utiliza un talento poco común para convertir el misterio en agua transparente. Hay aquí préstamos de poesía oriental, además de ecos de coplas y canciones pop, que Mateos lleva en la sangre y sabe darles nueva vida, pero con resultados muy inexplicables si no se dan al mismo tiempo, será sorprendente. El tiempo es completamente natural: «Finalmente descubrí que la alegría del alma/es un abismo que arde en el fondo. /Y ahora lo único que queda/es el abismo,//como un puente colgante roto«. Liberar a las palabras de su peso (la gravedad) es muy difícil, pero Mateos casi siempre lo consigue.
Pre-Textos del cacereño Basilio Sánchez continúa el cauce abierto por sus libros anteriores: Una escritura sensual y reflexiva, duradera y cercana al suelo, capaz de respirar las cosas y darles luz. Qué necesitas.El poema es amplio y lento, con una respiración tranquila que convierte el poema en un fragmento o eslabón de una misma cadena: “Bajo la nieve, / El golpeteo de los picos / Sobre las copas de cristal de los árboles. / Ruido, en los arbustos, entre las hojas / todavía hay esperanza.» Los 51 poemas de este conjunto se dividen en tres partes de igual extensión (precedidas de un breve texto en prosa), esbozo Un mundo de palabras y emociones sencillas que llaman a la puerta del silencio y hablan de cosas que apenas podemos decir o pedir.persiste, de las propias palabras del otro: «Descanso en la blanca nieve».
Muy distinta es la propuesta de Yaiza Martínez (1973) en Olé Libros, Una investigación reflexiva y calculada en el terreno fértil donde la imaginación, el inconsciente colectivo y la ciencia van de la mano. La visión general del libro se basa en una analogía continua entre PeriodistasdeGénero físico y PeriodistasdeGénero de los cuerpos (animales y plantas), a modo de holograma, donde cada parte contiene una imagen completa del todo: «Creo en las tallas ardientes en el cráneo/Rimas linfáticas […] Mientras pasaba los dedos por las suturas, PeriodistasdeGénero era una interpretación. »
El resultado habría fascinado a la gran Ursula K. Le Guin, cuyo poema tradujo Andrés Catalán: Elegía en busca de mí (nórdico): I Un diálogo activo con la naturaleza, la conciencia y el tiempo, en la mejor forma de la tradición angloamericana: «El mundo sueña conmigo y yo sueño con PeriodistasdeGénero».