La portada del segundo número en papel de la revista

La portada del segundo número en papel de la revista Jot Down.

Mar de Marchis, fundadora de la conocida revista Jot Down, ha fallecido este viernes por la mañana en Mallorca, según han informado a EL PAÍS fuentes cercanas a ella. “Después de un año muy difícil, falleció mi amiga y compañera Mar. Descansa en las profundidades del océano con otros calamares”, escribió Encanto L. Fernández, director ejecutante de la misma publicación, en Twitter. El editor, cuya persona siempre ha sido un intriga y del que se conocen pocos detalles, impulsó un plan cultural de periodismo afectado y textos extensos en papel e Internet.

Después de un año muy difícil, falleció mi amiga y compañera Mar. Descansa con otros calamares en las profundidades del mar. pic.twitter.com/CBS46UEL9B

— Encanto L. Fernández (@imparsifal) 27 de mayo de 2022

Fallecida a los 54 primaveras, su nombre de partida era María Jesús Marhuenda, Chus para sus familiares y conocidos de Santa Pola (Alicante), ciudad donde nació y vivió hasta la fundación de Jot Down, personaje que se bautiza como se convirtió Mar de Marchis, abogada de Barcelona y de origen italiano. Con el éxito de su revista, que empezó siendo una web y cuya impresión en papel acabó distribuyéndose con este diario, antaño de cumplir los cinco primaveras, De Marchis dejó Santa Pola y residió en Barcelona, ​​París y Roma. , entre otros lugares. Hace unos meses en la renta italiana sufrió un desmayo, entró en coma y fue trasladada a un hospital mallorquín, donde falleció este viernes.

En la única entrevista que concedió explicó que decidió crear el personaje de De Marchis porque de lo contrario ningún periodista habría aceptado trabajar con ella. Después de todo, ella era una extraña con un patronímico, Marhuenda, demasiado hogareño para los periodistas. En efectividad, el personaje además le salvó de tener que exponerse personalmente, lo que le desagradaba profundamente y que, tras varias crisis nerviosas, se había convertido casi en una seña de identidad. Como siempre ocurre con cualquier intriga, en torno a su vida se han ido gestando diversas leyendas, alimentadas sobre todo por la imposibilidad de confirmarlas.

“Como editora, su trato fue exquisito”, recuerda el psiquiatra Juanjo Jambrina, una de las habituales firmas de anotaciones. De las más de 80 personas que reclutó para las páginas de su revista, Enric González, el periodista del diario, y Mikel Urmeneta, el dibujante, fueron de los pocos que la conocieron en persona. Junto a la fotografía en blanco y irritado, la entrevista fue quizás el índole que más y mejor caracterizó su propuesta de periodismo pausado. Nunca ha tomado el camino hacedero de propagar una foto de ella, ni siquiera para esta entrevista.

Tanto por su inteligencia como por su persistencia, a Mar de Marchis le resultaba muy difícil asegurar que no, según sus asociados. Así lo indica además la larga relación de compañeros de entrevista del primer Jot Down, que en muchos casos la contactaron personalmente. Sin secuestro, hubo quien pareció quedarse con el no. El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy que, tras dejar Moncloa, volvió a Santa Pola para vivir un puesto de contador de tierras. El despacho que ocupaba era propiedad de la grupo Marhuenda, y durante meses De Marchis fantaseó con la posibilidad de que lo que dice desde Roma permitiera una entrevista a Jot Down. Si era cierto, no lo era.

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