Marruecos concede a España un año de indulto y relativa calma antes de empezar ejercer presión sobreEl Reino de Mohammed VI flexibiliza relaciones diplomáticas con España el 19 de abril de 2022 e invita a Pedro Sánchez a celebrarRomper el ayuno y firmar un acuerdo conjunto en el que los dos países trazan una «hoja de ruta» para una nueva relación de buena vecindad. Sin embargo, la nación alauita tuvo poco tiempo para retomar la presión sobre España.
El problema comienza con Cumplir con el plazo Algunas medidas del acuerdo. Uno de los hitos de la nueva hoja de ruta es la apertura de una aduana comercial en Ceuta por primera vez en la historia de las relaciones entre ambos países.No tanto porque se haya añadido un nuevo local de importación terrestre a la aduana de Melilla, sino porque, en materia exterior, Marruecos aceptar estos límites Esto significó reconocerlos como territorios españoles y renunciar al reclamo de las dos ciudades autónomas como parte de su territorio.
En los 15 meses desde que se firmó el documento, solo hubo 3 exportaciones desde España a nuestro país y 1 importación desde Marruecos. Se trata de un camión de la empresa marroquí Azulejos y Baños Susi SL que circula transportando 15 toneladas de árido para la construcción a España. 26 de mayoPero mientras el Foreign Office celebraba la importación histórica, sus homólogos marroquíes intervinieron revisión diplomática ‘Gran retórica hostil’ contra la vicepresidenta del Consejo Europeo de Migración, Margaritis Schinas Skinas En nuestro país y en las ciudades marroquíes de Ceuta y Melilla a partir de mayo de 2021″.
No es casual -y más bien contradictorio- que España hable de abrir aduanas comerciales en Ceuta, aprobando un cambio de postura del Reino de Mohamed VI respecto al respeto a las ciudades autónomas, y que Rabat haya presentado una denuncia formal, recordando su no han cambiado de posición En Ceuta y Melilla.La nota verbal fue presentada a la delegación de la UE en Rabat, según informó El País el 28 de mayo, dos días después del paso fronterizo, cuando el servicio exterior marroquí manifestó su «inmediata preocupación por las declaraciones hostiles de Schinas». queja formal Contra Rabat, lo único que hizo fue constatar que las aspiraciones que albergaba Sánchez en su relación con Marruecos eran esquivas.
«Cualquier diplomático que conozca Marruecos sabe nunca dejan de quejarse Ceuta y Melilla», explica a Le Monde un experto diplomático afincado en la región. «De vez en cuando hacen una petición y España pone una denuncia formal, siempre, haya o no acuerdo», ha insistido. que el pasado mes de abril, el presidente del Senado marroquí, aenam mayaraHa dicho que cree factible «retomar» las «ciudades ocupadas» sin «usar la fuerza».En ese momento, luego de una mediación diplomática al más alto nivel, Mayara tuvo que corregir por su declaración. Pero un mes después, Rabat lanzó una ofensiva diplomática, esta vez contra la UE.
En medio de los hechos y la polémica, Marruecos expulsó el sábado a dos abogados españoles que viajaban al aeropuerto de El Aaiún en misión para observar la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. No se les permitió desembarcar del avión ni entrar en la zona. los países extranjeros no hicieron nada Ante esta vulneración del derecho a la libre circulación, como sucede de vez en cuando, optan por no reaccionar, evitando así que la relación se vuelva más tensa. «Marruecos es una asociación compleja se puede torcer Con un solo gesto, por eso insistieron”, explicó la misma fuente.
En Marruecos creían que el progreso electoral les interesaba, aunque también sentían incierto Por qué pasó en la hoja de ruta acordada con Sánchez.Mohammed VI ya conocía la postura del presidente del Gobierno, que abandonó la histórica neutralidad de España en el Sáhara en pos de la buena vecindad, pero no sabía qué negociaría con el nuevo ejecutivo, aunque estaba seguro de que independientemente del color del gobierno, todos quieren frontera pacífica
Ni el PP ni el PSOE quieren que las relaciones con Marruecos se deterioren hasta el punto que llegaron con la ministra Arancha González Laya -cuando más de 10.000 inmigrantes cruzaron la frontera del Tarajal- y ahora lo único que ha dicho Alberto Núñez Feijóo sobre este tema abierto es Que quería restablecer las buenas relaciones con Argelia, muy debilitadas por el cambio en el Sáhara. Además de la posición sobre el desierto del Sahara, las dos partes también han iniciado negociaciones sobre la gestión del espacio aéreo y la delimitación marítima.