La cultura es el núcleo del desarrollo.

El pasado 21 de agosto falleció en su casa de Cádiz el arquitecto Luis Maldonado Ramos a los 59 años, acompañado de su mujer y sus tres hijos. Nacido en el seno de una distinguida familia de juristas de Madrid (su padre José era un reconocido catedrático de canon), optó sin embargo por el ejercicio de la arquitectura en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense. Formado por los jesuitas, ingresó en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid en 1974, obtuvo el título de arquitecto en 1984 y se doctoró en arquitectura en 1991.

El pasado 21 de agosto falleció en su casa de Cádiz el arquitecto Luis Maldonado Ramos a los 59 años, acompañado de su mujer y sus tres hijos. Nacido en el seno de una distinguida familia de juristas de Madrid (su padre José era un reconocido catedrático de canon), optó sin embargo por el ejercicio de la arquitectura en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense. Formado por los jesuitas, ingresó en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid en 1974, obtuvo el título de arquitecto en 1984 y se doctoró en arquitectura en 1991.

Como arquitecto tuvo especial interés en el campo de la restauración y restauración de monumentos, lo que le llevó a trabajar en el diseño de importantes conjuntos arquitectónicos históricos de España, como la Iglesia de San Cosme y San Damián en Burgos, La Zola Iglesia de Santa Catalina en Na y Monasterio de Asunción Calatravas en Almagro (Ciudad Real), Castillo Cañada del Hoyo en Cuenca, Edificio de la Música de La Unión, Palacio de los Duques de Pastrana o Fundación Ciudad de Madrid Fernando de Castro. También es autor de numerosos proyectos de obra nueva en diferentes provincias españolas. Uno de sus últimos trabajos es el proyecto de la nueva Embajada de España en Ammán (Jordania), que desarrolló en colaboración con el arquitecto Ramón Gámez y documenta fielmente su forma de entender la práctica arquitectónica.

Cuando tuve el placer de conocerlo, hace unos treinta años, estaba terminando su tesis doctoral, un notable trabajo dedicado a las causas constructivas de la arquitectura negra en Guadalajara. Fue en este ámbito de la arquitectura tradicional donde desarrolló la mayor parte de su labor como investigador, dirigiendo importantes proyectos en el campo de la arquitectura en tierra, de la que es uno de los mayores expertos de España. Disfrutamos mucho colaborando en proyectos internacionales de prestigio como la Red Proterra, y compartimos con mucha ilusión la creación del Centro de Estudios de Arquitectura Tradicional (CIAT), creado en virtud de un convenio entre la Universidad Politécnica de Madrid y el Ayuntamiento. de Bossegillas (Segovia). Con la ayuda de la Unión Europea y el Gobierno de Castilla y León. Gran observador y excelente fotógrafo, desarrolló con pasión esta actividad durante toda su vida, dejándonos un importante testimonio gráfico de la arquitectura popular en muchas provincias españolas, un valioso patrimonio que es necesario preservar.

Gracias a una beca de formación docente del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, inmediatamente inició la actividad docente en la Escuela de Arquitectura. Desde entonces tuvo la oportunidad de desarrollar una fructífera carrera académica, primero como profesor asociado y luego como catedrático, y en octubre de 2000, ya con cuarenta años, obtuvo la cátedra de arquitectura.

Apasionado de la administración universitaria, se dedicó generosamente a la organización académica de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura. En 1987 inició un curso de Arquitectura de Interiores y posteriormente un posgrado en Diseño de Interiores, y a petición de su más importante mentor, Javier de Cárdenas y Chávarri, ha sido el instructor del curso desde sus inicios. Miembro del Consejo Escolar y del profesorado de la UPM, fue elegido en 2008 y 2012 Decano de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, cargo que ocupó hasta principios de este año.

Ha sido un modelo a seguir para todos durante estos meses. Soportó una larga y difícil enfermedad con gran sacrificio y perseverancia, persistió en sus actividades académicas hasta el último momento y se dedicó lo más posible a su esposa Sandra y sus tres hijos Alejandra, Luis y María, no encuentro palabras de consuelo. . Por eso, con nuestro apoyo en este momento tan difícil, nos gustaría enviarle nuestros mejores recuerdos y expresarle nuestra gratitud por el gran hombre que fue su padre.

Fernando Bella Cosío Es Profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid.

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