menos de lo que puedes hacer

“Cada vez estoy más en desacuerdo con mis tiempos -se sincera González Iglesias-, pero no estoy nada de acuerdo”. Debemos apoyarlo en el conflicto entre el ideal popular del «tú puedes si quieres» y la clásica virtud que nos aconseja poner el límite por debajo del límite que queremos. Los epicúreos elegían hasta dónde llegar en una vida cotidiana llena de racionalidad horaciana: nunca codiciaban todo, siempre compartían lo que tenían. La felicidad, por tanto, es el resultado de la procreación: los que son creados para compartir la felicidad son felices. No tiene nada que ver con la codicia por el éxito personal predicada por cada vez más apóstoles. Para el hedonista, un rincón del mundo donde poder disfrutar de un jardín, libros y algunos amigos es suficiente. Y los estoicos, tan oportunos ahora, nos enseñan a crecer en el abandono ante la adversidad.

¿Qué filósofos nos ayudarán en estos tiempos?

Personalmente me defino como un hedonista poco convencional, pero pandemias, guerras, inflación… una vez más vivimos en una era semibárbara que nos obliga a pasar del hedonismo al estoicismo.

Tiempos difíciles, ¿gran comienzo?

Simple, Natural, Práctico: Filosofía Clásica. El estoicismo ha enseñado resiliencia en PeriodistasdeGénero antiguo, algo que la gente piensa que es tan moderno, que se necesita una caída para levantarse.

¿Es el fracaso el principio del éxito?

Clásico prefiere hablar de felicidad en su sentido etimológico de fertilidad. Eso es hacer algo por otra persona. Eso es productivo, muy feliz. Sin embargo, tal como se entiende hoy en día, el éxito no es necesariamente compartir, sino todo lo contrario.

¿La única virtud ahora es el éxito?

Nuestros clásicos nos enseñan la vida con más elegancia y eficacia que la literatura de autoayuda injertada en Oriente que llena las librerías…

¿No hay diálogo entre Oriente y Occidente?

Por supuesto: el epicureísmo, de hecho, es el budismo occidental, que utiliza la meditación para evitar el mal y buscar el bien.

¿Se puede enseñar la felicidad?

Saber vivir es un arte que se enseña y se aprende haciendo… ejemplos: la lectura -recomiendo ahora a Marco Aurelio y Séneca- y la historia. Leer la historia es como una alusión: conócete a ti mismo y al enemigo.

¿Escribió Marco Aurelio el dicho: es un tuitero de vanguardia?

Marco Aurelio está en el punto de llegada, nosotros estamos en el punto de partida…

Dejemos que Marco Aurelio nos inspire, pues…

Su primera lección fue no prestar atención a rumores o calumnias…

Luego, me retracté de su tuit: La web vive del narcisismo.

El estoicismo, en cambio, defiende la intimidad y el equilibrio interior. Y es enemigo de los chismes y los rumores… Hoy esclavizó a tantos narcisos, qué dirían.

¿Higiene contra la falsificación?

Virtus trabaja todos los días como un músculo en el gimnasio: evita lo malo y encuentra lo bueno, que es bello y ético. Y esta búsqueda siempre está buscando la verdad. Marcus Aurelius ayuda a restaurar la verdad después del relativismo posmoderno.

¿No es la meditación la búsqueda más importante del equilibrio?

Con permiso de Batiato, un centro con gravedad permanente. Para lograr esto, debemos evitar vivir apartados de la naturaleza: debemos caminar en el bosque y poner los pies en el río. Horacio lo describe: «No me alboroto, joven, de lujo persa/ una corona tejida de ramas de tilo…/».

¿Equilibrio y acumulación?

Habla del vino que elabora allí, en su casa: “Su elegancia sencilla y sin florituras me basta/ Se trasciende y es perfecto para todos/ Vosotros también. / Mi vaso / Esto es un lujo».

¿Alabado sea la sencillez y la proximidad?

Aquí tenemos dos categorías antropológicas: el poeta Horacio y su mecenas, ante quien defiende las sencillas virtudes del vino casero. No es el mejor ni el más caro porque está lejos de la vanidad y la ambición, pero ofrece lo mejor que tiene.

¿No es el señor de su destino el que tiene más, sino el que tiene menos ambición?

Los estoicos esencialmente viven de lo que no pueden pagar. Es decir, limítate antes de que la religión, los padres, los profesores te impongan restricciones… Yo defenderé a todos online el día 15.

¿Poner límites es liberarse?

La codicia, la arrogancia y la ambición y los que las padecen y no se ponen límites.

Si no te limitas, ¿otros dictarán tus límites?

Establecer límites te libera de «más y más», «puedes hacer cualquier cosa» y «si quieres, puedes».

¿Nos aconsejaron los estoicos no quererlo todo, sino solo lo necesario?

Entrena tus virtudes día tras día y tú también decides hasta dónde quieres llegar y hasta dónde quieres llegar.

Esto va en contra de la tendencia actual.

Lo inteligente de ser feliz es querer lograr menos de lo que quieres.

¿No es esto predicar la obediencia?

Es libertad gozosa: es estoica.

¿Nos impondrá su mediocridad?

Ese poema de Horatien a menudo se malinterpreta. No está elogiando la «mediocridad dorada», sino el «promedio perfecto». Asimismo, Carnival no es una invitación a un desenfreno hedonista destructivo, sino todo lo contrario: saber valorar la belleza de cada momento de forma adecuada.

¿Marco Aurelio lo sabía?

Fue quizás el mejor emperador que tuvo Roma. Lo leí en una antología editada por Georges Pompidou, presidente de la República Francesa… ¡un estadista que publica filosofía! ¡Qué sana envidia!

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