Cinco Días

La Comisión Europea publicó el informe «Hacia un ecosistema publicitario digital más transparente, equilibrado y sostenible: un estudio de las implicaciones de los desarrollos recientes en la publicidad digital para la privacidad, los editores y los anunciantes» a principios de 2023. De este estudio surge una idea importante: el status quo actual de la publicidad digital basada en la recopilación de datos, el seguimiento de los usuarios y la creación de perfiles es insostenible para los anunciantes, los editores y las personas, ya que tiene consecuencias negativas. Usuarios, seguridad, democracia e incluso medio ambiente.

Según el informe, la publicidad digital es el canal de publicidad más grande del Espacio Económico Europeo (EEE), y genera más ingresos que todos los demás canales de publicidad combinados.

La recopilación de datos personales se volvió más sofisticada y evolucionó para crear perfiles de usuario detallados, lo que permitió a las empresas rastrear el comportamiento de los usuarios en diferentes sitios.

Esto plantea varias preguntas importantes. En primer lugar, los usuarios y los anunciantes no tienen control sobre cómo se recopilan y utilizan sus datos personales para la publicidad digital. Las herramientas existen, pero a menudo son difíciles y confusas de usar, y están en manos de grandes corporaciones que actúan como editores.

En España, la Comisión Nacional de los Mercados de la Competitividad (CNMC) advirtió que Google controla el 90% del mercado de la publicidad en buscadores. La empresa matriz de Facebook, Meta, tiene una participación del 40% en la publicidad gráfica.

Con las herramientas actuales, los usuarios deben especificar individualmente sus preferencias para afectar la forma en que los anuncios están dirigidos a ellos, lo que puede ser incomprensible y abrumador.

Desde que entró en vigor el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en mayo de 2018, se han impuesto varias sanciones por incumplimiento, pero las cookies y la forma en que se presentan para la aceptación del usuario es la razón más común. A veces el diseño de los banners no indica claramente la posibilidad de rechazarlos, y en otros casos ni siquiera existe la posibilidad de rechazarlos.

Incluso se ha detectado que algunos sitios web están infringiendo al colocar cookies de seguimiento a pesar de las objeciones de los usuarios. La Comisión Nacional de Informática y Libertad de Francia (CNIL) o la Autorité de protection des données (APD) de Bélgica ya han anunciado su posición e impusieron sanciones por proporcionar a los usuarios información insuficiente.

En este sentido, la Comisión de Libertades Civiles de Irlanda publicó un informe en 2022 advirtiendo que en Europa los datos personales obtenidos de sitios web como parte de subastas programáticas se comparten una media de 376 veces al día.

En segundo lugar, el gran volumen de datos necesarios para impulsar la publicidad digital da como resultado un consumo de energía y emisiones significativos. Entonces, ¿qué pueden hacer las empresas para garantizar que sus sitios web respeten la privacidad y los datos personales de los usuarios?

Aunque no es intencional, muchas páginas web no cumplen simplemente debido a la falta de actualización de las normas vigentes, cambios en los estándares de interpretación por parte de las autoridades europeas de protección de datos o cambios en la página web. Según un estudio de la Universidad de Cornell obtenido por Tech Crunch, hasta el 90 por ciento de las páginas web de la Unión Europea no cumplen con la normativa de protección de datos.

Tener equipos legales y técnicos dedicados a tratar estos temas y actualizar constantemente la información no es algo que muchas pequeñas y medianas empresas puedan hacer. Por ello, están surgiendo proyectos de legal tech con la misión de democratizar el acceso al cumplimiento, fomentando así el respeto a los derechos de los usuarios.

Las co-fundadoras de Lawwwing Georgina Viaplana y Nuria Moreno

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