Recientes declaraciones de integrantes de la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo del Parlamento a Argentina sobre la explotación de los fortuna pesqueros en el Río de la Plata crean un nuevo frente de conflicto con el país vecino.
En la reunión del jueves 7, los integrantes de la Comisión Técnica Mixta prácticamente acusaron a la Argentina de vestir la viejo parte del “pastel” de los fortuna pesqueros en las aguas comunes del Río de la Plata. Esta comisión técnica igualmente está compuesta por representantes de Argentina.
El primer roce entre Uruguay y Argentina proviene de la negativa del gobierno de Alberto Fernández a realizar un monitoreo conjunto del Sistema Riachuelo, un emisor submarino que verterá líquidos pretratados en las aguas compartidas del Río de la Plata a fines del próximo año, en forma de razón – por miles de empresas y el hogar por seis millones de personas.
Hoy, la contaminación provocada por estos efluentes se concentra en el ribera argentino. Los restos podrían quedarse con el colector en el fondo del Río de la Plata y, según expertos, salir hasta las costas de Colonia (ver página A 3).
El segundo punto de fricción entre los dos países es la construcción por parte de Argentina de otro delegado en el campo de acción de Berazategui. Se prostitución de una planta de 7,5 kilómetros y cuatro metros de diámetro por donde se canaliza la basura de unos cuatro millones de bonaerenses.
Hace un año, Argentina comenzó a licitar empresas para construir este megaproyecto, y Uruguay se opone porque entiende que el país vecino nunca apareció en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), el organismo que regula las actividades. de uno y otro países en este canal – un estudio ambiental antiguamente de que el desagüe entrara en operación. En empleo de expedir este estudio a la CARP, Argentina lo entregó al Estado uruguayo, violando las normas de esa institución binacional. En otras palabras, desde el punto de olfato justo, Argentina no pudo construir el sistema Berazategui.
en el parlamento
A nivel diplomático, se sabe que el canciller Francisco Bustillo tiene estrechos vínculos con el presidente argentino Alberto Fernández y su homólogo Santiago Cafiero.
Sin incautación, declaraciones de integrantes de la Comisión Técnica Mixta derivan en un inesperado enfrentamiento con el Canciller uruguayo.
El jueves 7, las autoridades uruguayas de la Comisión Técnica Mixta, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, fueron recibidas por la Comisión Especial del Río de la Plata, el Frente Marítimo y la Antártida de la Cámara de Diputados.
En la reunión, el Delegado de la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo, Ernesto Dehl, dijo que este asesor ha sido “dejado en un segundo plano durante muchos años” por los distintos gobiernos, aunque era un campo “muy importante” porque Uruguay tiene fortuna pesqueros que “no se explotan al máximo, sino al mínimo”. Agregó que Uruguay tiene una flota pesquera de 54 barcos contra más de 500 en la República Argentina.
“Hay más de 60 especies de peces en el Río de la Plata y solo estamos trabajando en tres, que son la corvina, la merluza y la pescadilla”, dijo Dehl.
El presidente de la Comisión Técnica Mixta, Zapicán Bonino, insistió en este punto. “Hay innumerables especies que se pueden pescar. Argentina extrae la mayoría y nosotros solo extraemos tres o cuatro dependiendo de la temporada, etc. (…) Pero estamos perdiendo la oportunidad de llegar a esos recursos que hoy en día están en gran parte olvidados”, advirtió Bonino.
Hoy, Uruguay exporta entre US$70 millones y US$100 millones en pescado. Esa monograma podría triplicarse o cuadriplicarse si el país promueve una flota pesquera e incluso logra un ingreso equivalente al de la hato, según autoridades de la Comisión Técnica Mixta del Parlamento.
“La pesca es parte del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Los ministros hacen muchos discursos cuando toman posesión, pero nunca los he oído hablar de pesca; Al menos yo no los escuché. Nunca la mencionan; La pesca está en un rincón, sobre un escritorio, abandonada”, dijo Bonino.
El asesor judicial de la Comisión Técnica Mixta, Jesús Castro, reiteró que el patrullaje naval ahora lo realizan más los propios pesqueros que las embarcaciones de la Armada por problemas «más que conocidos».
“Nuestros empresarios sobreviven gracias al buen trabajo de los delegados (de dicho asesor) contra la Argentina pujante, ese es el adjetivo más adecuado: puñetera”, dijo en cita a que el vecino país tiene la viejo flota pesquera y cuenta con cinco barcos pesqueros. investigación y Uruguay ninguna.
«El mes pasado, la flota argentina vino del sur y capturó una gran cantidad de merluza que Uruguay había dejado en el agua», dijo Castro, dando un ejemplo de la destreza pesquera del país vecino.
En otra intervención, Dehl recordó que por un conflicto agrupado, la pesquería estaba suspendida desde hace cuatro meses: “Los recursos que quedan ahí -me refiero a los ejemplares adultos- los pescan los que están dentro del convenio, es decir, los argentinos. barcos».
¿Cuánto pueden pescar Uruguay y Argentina por temporada o por un período determinado?
Castro respondió a esta pregunta: “Hay un viejo conflicto entre Argentina y Uruguay. Nuestro país ha salido victorioso a lo largo de los años en muchas de estas especies que cuestan millones de dólares, y en determinar paridad de condiciones para que Uruguay y Argentina pesquen la misma cantidad. (…) El gran temor que tiene Uruguay es que Argentina se levante de Mar del Plata. Si Argentina explota todo su potencial pesquero de Mar del Plata, a Uruguay le quedará una merluza. Argentina no lo hace por razones económicas y por conveniencia de mercado, pero nada lo impide”.