Hace poco pedí a estudiantes universitarios que analizaran una pregunta reciente: ¿debería ser el 14/08 un feriado departamental? La base del desacuerdo es el aparente conflicto entre la ley sectorial y la negativa de la Oficina del Trabajo, que afirma que las fiestas nacionales y sectoriales están reguladas solo a nivel central, y quién sabe qué más.
Como puedes ver, este experimento o análisis es perfecto para principiantes. Además, tiene las condiciones: responder en un tiempo prudencial por feis y con un mínimo teórico: 1 norma escrita y 1 fuente bibliográfica.
Antes de continuar, es necesaria una aclaración: estas modestas cartas no resuelven los conflictos planteados, que no es el propósito (ya algunos estudiosos han propuesto dudosas teorías del ahorro).
¿Cómo es el resultado? El 40% analizó con sus propios criterios (no está mal, pero la idea es ir más allá del «yo creo»); otro 40% preguntó: ¿qué fuentes se aplicaron? Es que hay muchos… por supuesto, hay unos 15 en la lista, pero una vez que conoces el tema, debes acotar la búsqueda incluso cuando lees el índice. El 20% restante desarrolló criterios para seguir los parámetros y dio respuestas basadas en sus fuentes elegidas, demostrando su posición.
Pedir a los estudiantes que examinen varias fuentes para respaldar un cierto estándar en términos de mensajes de texto, cápsulas de noticias diarias, acceso a GPT Chat, etc. parece una idea loca en este momento. Si la búsqueda no se simplifica con lecturas precisas o enlaces, páginas o pasajes subrayados, es una tarea titánica que se abandona, y en su lugar se manifiesta el contenido creído o la locura del coordinador.
¿Se ha convertido la lectura en un acto de rebeldía? Al vincular lectura y rebelión, no me refiero al significado legal del término (aunque tengo formación jurídica), sino al significado español de «resistencia». Y parece que sí. La facilidad de acceso a cierta información ha fijado unos parámetros, incluso comportamentales, a los que nos hemos acostumbrado, lo que no es necesariamente malo, pero deja de lado la posibilidad de investigar contenidos que levantarían más sospechas, lo que desencadenaría una bella y espiral atemporal. Conocimiento..
Personalmente, me encanta un libro llamado Viajeros, torres y larvas. El lector como metáfora” es la metáfora por la que la lectura nos guía para comprender PeriodistasdeGénero. La posición de Rawls sobre el velo de la ignorancia parece no tener cabida en la búsqueda de conocimientos menos superficiales y la necesidad de proporcionar estándares fundamentados.
Conclusión: ¿Qué debemos hacer? ¡Contra nosotros! no queda ninguno Leer es un acto de rebeldía y un placer necesario.
construir comunidad
Sara C. Ferreira Quvado
Profesor de derecho de tiempo completo de la UCB
sferreira@ucb.edu.bo
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