La justicia española no podrá investigar la muerte de Emma Igual en Ucrania por el debilitamiento de la justicia universal

Desde la reforma de 2014, la persecución de crímenes de guerra en el extranjero exige que los presuntos autores estén presentes en España

Es imposible que la justicia española investigue la muerte de la cooperante Emma Iguar. Hasta 2014, las reformas judiciales generales limitaban las investigaciones de incidentes en el extranjero a los casos en los que el responsable se encontraba en España.

Los ataques intencionados contra civiles constituyen crímenes de guerra según los Convenios de Ginebra y el Código Penal español. Pero al tener lugar en el extranjero, su persecución está sujeta a las condiciones previstas en la Ley de Organización de la Justicia (LOPJ).

En el artículo 23, que prevé la justicia universal, se señala cuándo la jurisdicción española tiene competencia para investigar delitos cometidos en el extranjero “contra personas y bienes protegidos en conflictos armados”: sólo cuando el proceso se dirija contra “españoles o españolas” para extranjeros residentes habituales en España, o para extranjeros en España cuya extradición haya sido denegada.

La redacción corresponde a las reformas aprobadas por el Partido Popular en 2014. Hace unos años, el Partido de los Trabajadores Sociales hizo otro corte hacia la justicia universal. El cambio legal se produce tras un aumento de los procedimientos judiciales generales en los tribunales nacionales. Afectan a países como China (Tíbet y Falun Gong), Estados Unidos (muerte del periodista José Cuso), Israel (ataques en Gaza) o Marruecos (conflicto sahariano), por lo que han causado quebraderos de cabeza a los sucesivos gobiernos.

Jose Cuso

Las primeras reformas de José Luis Rodríguez Zapatero limitaron el alcance de las investigaciones a casos con alguna conexión con España. Esto ha permitido hacer públicos casos sensibles, por lo que las próximas reformas de Mariano Rajoy exigen que los presuntos responsables se encuentren en España. La entrada en vigor esta vez desencadenó una serie de casos de justicia universal.

Entre ellos, se mencionó que el fotógrafo de Telecinco José Couso fue asesinado a tiros por un tanque americano en Bagdad. Esto es muy similar a lo que ocurrió ayer: ataques contra civiles en conflictos armados.

Inicialmente, los jueces del caso buscaron mantener abierto el proceso Cuso apoyándose en los compromisos internacionales de España, en particular los Convenios de Ginebra. Sin embargo, el Tribunal Supremo rechazó esta interpretación y consideró que la ley española era clara y la impuso al expediente.

Sin embargo, lo ha hecho criticando la erosión de la justicia universal que «impone restricciones tan significativas a los derechos de los ciudadanos españoles que sufren este tipo de delitos en el extranjero». También enfatiza que los crímenes más graves (genocidio, crímenes contra la humanidad) son los más restringidos.

«La reforma adopta un modelo limitado de jurisdicción universal que, como regla general, excluye las investigaciones y procesamientos en rebeldía, por lo que exige que el responsable sea español o esté ubicado en España. Pues este modelo limitado […] «Tendrá consecuencias claras que deberán respetarse», afirmó el Tribunal Supremo.

La ley criticada por el Tribunal Supremo sigue vigente. En la legislatura anterior, el Partido Socialista Español y el partido Cana prometieron derogar las reformas del PP, pero finalmente no lo cumplieron.

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