«Estamos mirando hacia una década decisiva», dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la ceremonia de entrega de premios Digital Compass 2030 en Lisboa el 30 de mayo de 2021. Para enfrentar los desafíos futuros, tendremos que cambiar nuestras habilidades técnicas, nuestro infraestructura y nuestros modelos de gobernanza y de negocio». Unas palabras de la máxima autoridad de la UE a los grandes exploradores portugueses en memoria de aquellos como el navegante Henry o los exploradores portugueses de Gas que partieron de la desembocadura del Tajo en el Atlántico y descubrieron el Nuevo Mundo, como Co de Gama: «Como ellos, necesitamos no sólo una brújula, sino también un proyecto de futuro y un alto grado de determinación y perseverancia».
En Lisboa, Von der Leyen completó la presentación de un documento que dio a conocer hace tres meses, la Brújula Digital o Agenda para la Década Digital 2021/2030, que tiene como objetivo “capacitar a empresas y personas para una transformación tecnológica más próspera y enfocada. El futuro . En las personas». El objetivo básico del documento es que la UE se dote de al menos 20 millones de expertos en tecnologías de la información y el conocimiento durante la próxima década, el 80 % de los ciudadanos europeos adquiera habilidades digitales básicas, para desarrollar una infraestructura digital segura y sostenible, Tecnologías tales ya que el big data o la tecnología en la nube cambian la estructura de los negocios y digitalizan por completo los servicios públicos.
Se abre la ventana de oportunidad
Según Santiago Carbó, catedrático de la Universidad de Granada y director de investigación financiera del Centro de Análisis Funcas, se trata de un plan ambicioso, trasladado al contexto español, que se conseguirá «impulsando nuevos perfiles profesionales, reduciendo costes, optimizando procesos y creando una nueva Perspectiva de Negocio». Para Cabo, España se ha sumado al proceso de transformación industrial de los últimos dos siglos, pero ahora, en los albores de la llamada Revolución Industrial 4.0, las revoluciones de la información, los datos, la nanotecnología, las energías renovables y la computación cuántica afrontan el histórico oportunidad de subirse al «tren de la innovación disruptiva».
Según Jordi Comas, asesor estratégico y profesor de la Universidad Ramon-Ruel, hay motivos para el optimismo porque España tiene «una de las mejores infraestructuras tecnológicas del mundo, con fibra óptica y radiofrecuencias en casi toda su área geográfica», pero No se puede ser complaciente: «Aún queda mucho trabajo por hacer, tanto en lo que se refiere a la alfabetización digital global de los ciudadanos, como a la digitalización total de las administraciones públicas, las grandes empresas y especialmente las pymes, que suponen el 97% de la estructura empresarial en español».
De 83.000 a 228.000 millones
La consultora estratégica Public First acaba de presentar a la Comisión Europea un informe encargado por Amazon Web Services (AWS), la oferta en la nube más completa y con mayor aceptación del mundo, que analiza el cumplimiento de España con los objetivos de la agenda digital. La primera conclusión del estudio, titulado «Descubriendo el potencial digital de España», es que si la visión que propone la agenda se hace realidad, en 2030 nuestro país generará 228.000 millones de euros.
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