Gasolinas liberaliza incendios en torres de control españolas. La empresa de control del tráfico aéreo Enaire participa en un nuevo proceso de apertura competitiva iniciado por el Ministerio de Transportes, pero la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) no tiene claro si la empresa, que domina el 72% del mercado, puede estar en la lista. línea de salida superior. Están en juego siete torres, y bajo la lupa están los vínculos entre la oferente Aena y el citado primer accionista Enaire, que posee el 51% del capital.
Este último ha consultado al Ministerio de Transportes, que ha consultado a la propia CNMC, sobre la posibilidad de que la recién formada filial Enaire Global Services (EGS) pueda presentar una oferta en un esperado proceso de licitación pública. La respuesta habla de un posible conflicto de interés. EGS se puso en marcha en abril de 2021 para participar en la prestación de servicios de control en España y en el extranjero. En lo que respecta al mercado interno, el estatuto de la subsidiaria especifica su enfoque en los servicios fuera del alcance de su negocio regulado.
De salir adelante el proyecto de liberalización, para el que el Ministerio de Transportes ha dado un plazo de hasta 18 meses, Aena deberá elegir un operador que gestione la nueva torre, abierta a concurso, desde la que prestará los servicios de control aeroportuario. (ordenaron despegar y aterrizar en el aeropuerto). Actualmente, se han designado siete aeropuertos: Bilbao, Gran Canaria, Málaga, Palma de Mallorca, Tenerife Norte, Tenerife Sur y Santiago.
Enaire existe en 21 torres de la red de Aena que aún no han sido inauguradas. En 2011, otras 12 empresas cambiaron de manos (Sabadell, Madrid-Quatrovientos, A Coruña, Alicante, Ibiza, Jerez, Sevilla, Valencia, Vigo, La Palma, Lanzarote y Fuerteventura), a las empresas privadas Saerco y Skyway (antes Ferronats). La CNMC se había propuesto en 2018 adelantar la apertura a la competencia de los servicios de control del tráfico aéreo y suprimir el vínculo entre Aena y Enaire. En este último sentido, el director general de Enaire, Ángel Luis Árias, dejó el pasado mes de febrero el consejo de administración de Aena. Y antes, en 2020, Enaire perdió la condición de automediático de Aena. De hecho, la empresa de control del tráfico aéreo argumentó que no tenía relaciones jurídicas y económicas con Aena como si fueran una sola entidad, sino que actuaba como una empresa independiente sin intereses de grupo.
La CNMC plantea ahora que la presencia de Enaire en la próxima licitación «puede afectar a la neutralidad de la oferta de Aena» debido a los vínculos accionariales existentes. La competencia ha insistido en que los administradores de aeropuertos deben abrir el proceso a todos los operadores públicos o privados certificados por los reguladores nacionales de la UE. ESG tendría asiento, pero también se aconsejó a Aena que tome «las medidas adecuadas» para prevenir posibles conflictos de interés. Concluyó señalando que si no se pudiera encontrar una «solución efectiva», podría ser necesario descartar a Enaire o su filial EGS.
La CNMC recordó a Enaire que se deben respetar las normas de competencia nacionales y europeas. Su informe es meramente consultivo y fue emitido a pedido del Departamento de Transporte.
desacuerdo
El proyecto de liberalización del ministerio, liderado por Raquel Sánchez, a iniciativa de Aena y las asociaciones de aerolíneas ALA e Iata, provocó la disidencia del Ala Púrpura del gobierno y protestas del Sindicato de Reguladores de la USCA, que exigieron que el proyecto de Orden se suspendiera para consulta pública y abierto a otros nuevos Varias conferencias ministeriales compiten por las torres de control. Según la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), las compañías aéreas aplauden la medida por la seguridad garantizada, la calidad del servicio, las ganancias de eficiencia y el impacto en las tarifas de Aena.
La liberalización de las torres de control se enmarca en una reorganización de la navegación aérea “con el objetivo de mantener la calidad del servicio a través de una mayor eficiencia”, tal y como recoge una orden ministerial de diciembre de 2010 del Ministerio de Fomento. En 2010, según la Ley 9/2010, de 14 de abril, se permite la competencia en los servicios de tránsito por los aeropuertos y en la formación de controladores. En España, la facultad de controlar la fase de crucero del vuelo es exclusiva de Enaire.
La disposición adicional segunda de la citada Ley 9/2010 limita la posibilidad de licitación de nuevos prestadores de servicios de tránsito aéreo aeroportuario civil. Por tanto, Enaire duda de que su filial EGS entre en esta categoría. En 2021, la Abogacía del Estado consideró que ni Enaire ni EGS podían ser considerados un nuevo operador en el sentido de la Ley 9/2010. La interpretación en la que se basa la sociedad cotizada.
En su argumentación Enaire recuerda que en Alemania existe una filial del operador público de control del tráfico aéreo DFS, que presta servicios de tráfico aéreo en 11 torres liberalizadas. Incluso esa subsidiaria, DFS Aviation Services GmbH-DAS, tiene presencia en el mercado desregulado del Reino Unido.
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