Caricatura de Kamba dibujada por Mingott en 1988.

Maestro de la Paradoja, Kamba sufrió un dolor en su carne. Lo más probable es que, aunque no estaba interesado en publicar su prolífico periodismo, los libros fueron suficientes para atraer a un gran número de lectores incondicionales.

Caricatura de Kamba dibujada por Mingott en 1988.Caricatura de Kamba dibujada por Mingott en 1988.Archivo «ABC»

  • pasar periodista que incendió barco

Francisco Fuster comienza su biografía de Julio Camba, demasiado sucintamente, muy sucintamente, revelando por qué un escritor tan individual no obtiene las razones que le corresponden en nuestra historia literaria para el estatus. Sin entrar en el canon, metido en «pequeños géneros» como las columnas periodísticas, desdeñoso, descuidado y hasta reacio a sus estudios universitarios, su libro fue publicado, la colaboración pone a Camba en un aprieto.Podría decirse que si estuviéramos en 1990, las razones dadas por Fuster serían convincentes si estuviéramos en cualquier año, pero la compilación del propio Fuster de artículos inéditos y libros de Camba en Renacimento, Reino de Cordelia, Frcola, Luca de Espere la reimpresión del editor de Tena o Pepitas de Calabaza (que ahora suma esta biografía), mostrando algún cambio de peso -ligero- y presencia Julio Kamba como el autor inevitable.

Kamba se hizo anarquista desde muy joven y sirvió a Po Baroja en una de sus mejores novelas, Aurora Roja, y en la autobiografía El destierro narra sus aventuras en Argentina, Después de ubicarme en el escenario bohemio de principios de la década de 2000, pasé mucho tiempo como corresponsal Y hace periodismo anarquista, sin miedo a caer en calumnias (esto le ha metido en líos más de una vez, aunque en ninguna parte más que en las pertenencias de Mateo Morral, el terrorista que atacó a Alfonso XIII aquel día en que más grave era su muerte). boda, pase de prensa de Julio Camba). Ha sido retratado en las novelas del autor Cansinos Atenas como «Un anarquista feroz que odia a la burguesía pero ama la buena vida de la burguesía, los filetes gordos y las mujeres hermosas.En el fondo, es un sibarita: su anarquismo es superficial, un rosetón que llama la atención. Es un anarquista aristocrático.

Eso no quiere decir que no haya paradoja en la definición: Paradox es una de las herramientas favoritas de Kamba para ver la realidad de principio a fin. (Por ejemplo, recuerdo uno de sus artículos donde mostraba que tener mucho dinero es fundamentalmente útil para vivir una vida humilde). Con un estilo natural, despreocupado, hipersensible al lirismo, consigue resaltar el carácter absurdo de la realidad. Y, al describir el proceso de lo que se le presenta, brinda un forzado panorama en términos de humor. También es una pena que se le llame humorista, tanto que no se le tome en serio: una de las paradojas que tienen que sufrir los escritores más divertidos de nuestra literatura.

reportero vivo

Fue su desilusión con los ideales libertarios lo que lo empujó hacia una postura más cáustica y escéptica. Cuando La Correspondencia lo arrebató de El Mundo y lo envió a Turquía como corresponsal, Sorprendió a todos con unas crónicas en las que apenas mencionaba la revolución que allí se desarrollaba: hizo de «yo» el centro de su crónica, ajustar impresiones o describir costumbres. Cuando fue desfigurado, admitió que dado que sus crónicas tardarían semanas en publicarse, si hubiera llenado las opiniones cuando se publicaron las crónicas, los hechos las habrían anulado. «Cuando vine al mundo se había inventado el telégrafo, y gracias al telégrafo las noticias mataron a la opinión pública.«. Por supuesto, estás completamente equivocado.

El escritor gallego difícilmente quiso recoger sus colaboraciones en un solo libro, así que a propuesta de la casa renacentista compiló su crónica en diferentes volúmenes, a los que accedió e ignoró: Mientras esperaba un montón de crónicas para escoger la mejor, le enviaron el volumen editadoAsí publica todos sus libros.

Pero aunque recoge sólo una cuarta parte de lo que publica en prensa, no estoy tan convencido como Francisco Foster para explicar la escasa importancia de nuestra literatura para Kamba: La prueba es que esos libros hechos al azar son suficientes para que muchos de nosotros seamos fans de Julio Camba., uno de los autores más personales, memorables y legibles de nuestro periodismo. Es decir, una de las personas más dinámicas.

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