Juicio en el “Caso Alquería” finaliza después de dos meses y medio, tribunal decidirá futuro del ex delfín del PSPV Jorge Rodríguez

Con las «últimas palabras» de muchos acusados, entre ellos Jorge Rodríguez, expresidente de la Diputación de Valencia y actual alcalde de Ontinyent, ha concluido este miércoles el juicio del caso Alqueria tras casi dos meses y medio en sesión, y ninguna de las partes ha cambiado Sus argumentos no cambiaron su posición.

Corresponde ahora a los tribunales decidir si la legalidad, en este caso, significa la legalidad de los nueve contratos ejecutivos suscritos en la sociedad cotizada de la provincial Divalterra, cuando, según las denuncias, la empezó a gestionar el PSPV y Compromís, donde las partes empleadas pueden ser Activistas o personas asociadas.

Las enmiendas al delito de malversación de fondos, como las que actualmente está negociando el Congreso, podrían beneficiar a los acusados ​​si son condenados. La absolución podría reiniciar la carrera de Rodríguez, que era uno de los candidatos a suceder al actual presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al frente del PSPV cuando estalló el caso y fue detenido. Rodríguez, imputado e incapaz de ganar la reelección con los socialistas, fue elegido por mayoría calificada para permanecer al frente de la alcaldía de Annetti.

un millón de daños

A lo largo del proceso, y en su conclusión hace unos días, la Fiscalía, así como la acusación particular, argumentaron que los contratos eran «ilegales», innecesarios y que representaban «unas arcas públicas de 1,1 millones». «El único mérito o habilidad es su afinidad con un determinado partido político», dijo el fiscal Pablo Ponce, quien insistió en que Divalterra, el antiguo epicentro del caso Imelsa y Taula, había sido un «chiringuito».

La unidad anticorrupción se ha mantenido firme en sus demandas, y en el caso de Rodríguez y otros cuatro acusados, ocho años de prisión además de una inhabilitación absoluta de veinte años, la más alta de cualquier acusado, algunos de los cuales también eran empleados.

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En declaraciones durante el juicio, los representantes de la UDEF dijeron que Rodríguez y varios gerentes estaban al tanto de los informes que advertían que el contrato podría no ser legal, y enfatizaron que no fueron llevados ante la junta para evitar su inspección. Además, uno de los denunciantes, José Luis Pellicer, quien estuvo a cargo del departamento jurídico y secretario del consejo de Divalterra, recordó que Agustina Brines (Compromís), entonces cogerente, le dijo que “tenía instrucciones de Rodríguez, contratar a siete personas. Dijo que ya tenía un «nombre y apellido».

acusado, vera

En lo que respecta a los demandados, ninguno de ellos alegó ser responsable de estos contratos. Además, o defendieron su legalidad o no tenían ningún informe que probara su ilegalidad. Si tuvieron acceso a ellos, fue entonces cuando explotó el caso, y han estado discutiendo durante semanas.

De hecho, confirmaron que contaban con el visto bueno del entonces asesor legal de Divalterra, José Luis Vera. Al comparecer como testigo, Villa aseguró haber advertido verbalmente de la ilegalidad, aunque no pudo explicar por qué no lo expresó en un informe de 2016, al reconocer que los contratados tenían la opción de seguir trabajando hasta que se determinara el régimen laboral. «No sé, me voy a volver loco ese día», respondió.

Rodríguez defendió su actuación diciendo que si hubiera querido «enchufar» a alguien, podría haber designado a una decena de asesores más y estimó que la Diputación podría ahorrarse 1,2 millones de euros para liberar las plazas.

Rodríguez y los demás acusados ​​utilizaron su turno final el miércoles para mostrar su fe en la justicia, pero también ha habido críticas al proceso. «Ya no va a curar a nadie», afirma profundamente afectada la exdirectiva Agustina Brines.

De Alqueria a Azud, Taula o Erial

Las acusaciones mantienen vivos los cargos de ex policía [defensor del Pueblo de la Comunidad Valenciana] El PSPV de Les Corts Manolo Mata y el abogado de uno de los imputados, con ellos concluyeron este miércoles la presentación de las conclusiones de la defensa. Al asegurar que Alquería se ha «construido sobre algo que no existe», Mata defendió la legitimidad de Divalterra como parte de la designación de altos directivos por parte de Diputación y de la «participación en política», destacando que son cargos «de libre designación» por parte de quienes eligen. como les parezca La persona de la persona, «si alguien quiere cuestionar la idoneidad», hay una vía administrativa contenciosa disponible. El caso no debería haber sido procesado por la vía penal es otro de los argumentos más utilizados por la defensa.

Pero Mata fue más allá al señalar que la Fiscalía Anticorrupción, y en particular el fiscal Pablo Ponce, fue la “muñidora” de algunos de los casos más sonados de los últimos años. «Da la impresión de que la comunidad valenciana ha sido un experimento para los fiscales entre 2015 y 2019. Pasó en Taura, Azud y Ariar. En un caso denunciaron de forma anónima, en otro caso, desde un pequeño periódico sirio, aquí nosotras». No sé lo ilustrada que estuvo la denunciante al hacer esta denuncia”, acusó, diciendo que puede ser ese el “arreglo” de Vera en el que participará.

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