Rafaela Carrasco (negra) con su equipo de bailaoras durante la actuación.Archivo de Fotografía Bienal Flamenca / Claudia Ruizcaro.
Hoy es difícil encontrar una propuesta como la que ayer estrenó la bailaora y coreógrafa sevillana Rafaela Carrasco al inicio de la última semana de actos -también en esta XXII edición de Sevilla Flamenco En la Bienal-. La singularidad de esta obra radica en su estructura: una obra coreográfica coral de ocho bailaoras, más la cabeza de compañía, que aportan a la danza una estudiada e ilustrada propuesta teatral. Un ejercicio que quiere recoger el desarrollo de la larga noche de los desvelados, “La Arquitectura del Insomnio”. Carrasco colabora con el escritor, actor y dramaturgo Álvaro Tato, quien ya ha tenido éxito en Nacida sombra (2018) y Ariadna. Al hilo del mito (2020) ha creado un trabajo muy detallado que requiere combinar varios elementos.
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Y por supuesto, está el baile, que es colectivo y concentrado, demostrando la capacidad de Carrasco para crear piezas coreografiadas y, a la vez, su dominio de la bailaora. La obra se divide en tres partes y comprende más de 20 piezas de danza pequeñas, a veces breves. Con un ímpetu manejable, están sobre todo ansiosos por recrear la escena que cayó en la noche de insomnio, llena de acción, con el tictac del reloj. El grupo se mueve libremente bajo la acción principal del director, que forma parte o es diferente al grupo, según el momento. Contra el telón de fondo de la danza estilizada, transporta sueños y pesadillas a la noche. Ahora es el momento de los grupos más pequeños, de los individuos o de algún pas de deux, como los de la culpa, que es brillante, o los de los espejos oscuros, con sus tonos y sus carceleros. El alba es tardía, pero jubilosa: sonido de castañuelas y baile colectivo por bulerías.
Pero hay más elementos que ayudan a transmitir la sensación de insomnio. Por ejemplo, la música de las Variaciones Goldberg de Bach combina la inquietud de la primera parte de Sleepless Night con su firmeza. El espacio sonoro creado por Pablo Martín Jones (también por Juanfe Pérez) es fundamental en muchos momentos y viene bien en alucinaciones y espejismos, como toná y jailer escuchados en otra parte. La música grabada se sucede como danzas, con las mismas características cambiantes.
También hay un pequeño espacio para la guitarra, obra de Jesús Torres, tan depurada e inspirada que parece un aparato respiratorio. El cante flamenco en directo de Gema Caballero aparece ocasionalmente, homogéneo al propio baile. Antes de que llegara la mañana, me resaltó las suelas y el baile de graduación en dos partes. Finalmente, el texto… Son muchos los textos intercalados a lo largo de la muestra que pretenden ilustrar y detallar el asunto. Sin embargo, el propio espacio sonoro o la percusión en ocasiones impide que se perciban en su totalidad. Por último, no puede pasarse por alto el diseño de la iluminación y el vestuario, que siempre refuerzan este mensaje nocturno. Por tanto, son muchos los elementos al servicio de esta labor coral. La integración y cohesión entre ellos hizo posible su buen desarrollo.
Rafaela Carrasco.edificio de noches de insomnio
Dirección y coreografía: Rafaela Carrasco. Guión y literatura: Álvaro Tato Danzas: Carmen Angulo, Carmen Coy, Alejandra Goody, Maria Carrasco, Julia Gimeno, Cristina Soler, Blanca Llorente, Magdalena Mannion, Rafaela Carrasco. Dirección musical y composición: Pablo Martín Jones / Pablo Suárez. Versión de un clásico: Marta Estal. Músicos (música grabada). Pianos: Marta Estal, Pablo Suárez. voz en vivo Cante flamenco: Gema Caballero. Espacio Sonoro: Pablo Martín Jones. Iluminación y escenografía. Gloria Montesinos. Diseño de espacios sonoros en directo. Ángel Olara.
Teatro Maestranza. 26 septiembre 2022 a las 20:00