Fernando Grande-Marlaska y el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, hablaron sobre el aumento de los asesinatos machistas durante una reunión con la policía el martes.

Fernando Grande-Marlaska y el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, hablaron sobre el aumento de los asesinatos machistas durante una reunión con la policía el martes.Fernando Grande-Marlaska y el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, hablaron sobre el aumento de los asesinatos machistas durante una reunión con la policía el martes.A. Pérez Meca (Europa Press)

Interior instruirá a las fuerzas de seguridad para que en los casos de violencia de género que consideren «potencialmente mortales» y en los que no se ordene el ingreso en prisión del autor, pidan a un juez que le ordene llevar una pulsera telemática de control con el objetivo de reducir su acceso a la víctima y correr el riesgo de atacarla de nuevo. Esto es después de analizar 49 delitos en 2022 y 3 delitos confirmados en 2023, los expertos de Interior estuvieron los dos últimos días hablando con los responsables de la Policía Nacional, Guardia Nacional, Mossos d’Esquadra y Policía Provincial, según fuentes departamentales. .

Los letrados solicitarán al magistrado que coloque una pulsera telemática de control al presunto agresor a través del informe de evaluación de riesgos que elaboraron al recibir la denuncia y lo remitan al juzgado. La solicitud será automática cuando concluyan de ese análisis que una víctima puede estar en «riesgo moderado de especial relevancia» ante un ataque, detallaron las mismas fuentes. A finales de agosto, último dato disponible, 2.935 agresores habían llevado alguna de las pulseras, según la Misión del Gobierno contra la Violencia de Género. Según fuentes internas, el número es actualmente estable. La medida permite que las víctimas reciban una advertencia si un abusador se acerca a menos de 500 metros de ella. Según Interior, esta medida es especialmente eficaz. De hecho, ninguna víctima lo ha instalado en el último año.

La medida está en línea con las instrucciones de Teresa Peramato, fiscal de la División de Violencia contra la Mujer, en una carta a los fiscales el martes pasado. En él, les instaba a interesarse por instalar telemáticas «para proteger a las víctimas» cuando creían que no concurrían circunstancias que exigieran la detención temporal de un agresor. Si inicialmente se considera innecesario pero una evaluación de riesgos posterior detecta que se ha «deteriorado», es posible que se requieran medidas post-mortem. Los fiscales exigieron que la medida vaya más allá de la investigación del caso y tome «una acusación provisional o avance a una conclusión final para controlar el cumplimiento del dispositivo con la pena de no acercamiento que se le impone en la condena».

La reunión de expertos policiales que estuvieron de acuerdo con la medida se centró en dos cifras. Por un lado, los llamados «agresores sexuales persistentes», aquellos que reinciden con la misma u otra víctima, constituyen el 20 por ciento de los individuos machistas, según datos internos. Por otro lado, las llamadas «víctimas resistentes» se refieren a aquellas mujeres que no denuncian el delito, no quieren continuar después de denunciar el delito e incluso dificultan que la policía proteja o investigue. el caso en sí. En octubre del año pasado, el Ministerio del Interior había hecho circular instrucciones específicas a los agentes sobre el manejo de estos casos. Destacan en ese documento policial estudios realizados en España que sitúan en más de ocho años el tiempo medio que tarda una mujer en decidir denunciar a su maltratador.

Para hacer frente a los abusadores «persistentes», las conclusiones de la conferencia subrayan la necesidad de un seguimiento «riguroso» de la aplicación de las medidas judiciales acordadas contra los agresores, que son objeto de reevaluación periódica para detectar posibles «peligros aumentados». También se prestará especial atención a quienes tengan antecedentes por agresión u homicidio. La idea es endurecer los controles sobre las consideradas más peligrosas, aunque fuentes internas admiten que siguen buscando «arreglos legales apropiados», como hacer saber a la víctima que su agresor tenía un historial de abusos con otras mujeres antes, aunque reconocen la dificultad de integrar esta medida con la ley de protección de datos.

Interior ya había destacado «la importancia de que las víctimas conozcan su nivel de riesgo» en un documento de octubre, sobre todo si el nivel de riesgo se considera alto o si hay menores. El objetivo es que «la mujer pueda manejar ciertos escenarios de riesgo de una manera que le ayude a comprender mejor el peligro de un agresor y aumente su conciencia de la gravedad de la situación sin la detección previa de señales de advertencia obvias».

Según un reciente informe de la Fiscalía al respecto, el Ministerio del Interior está considerando tomar esta medida solo si existen factores de riesgo relevantes para la vida de la mujer o sus hijos, se considera que está relacionado con amenazas, y la víctima lo considera necesario Tomar medidas de autoprotección. A fines de diciembre, 43.670 mujeres habían recibido algún tipo de protección. De estos, 726 tenían algún riesgo y 18 eran extremos.

Otras medidas acordadas en la reunión se centraron en mejorar la actuación policial cuando se reciben denuncias por discriminación sexual por parte de miembros de unidades de violencia de género y agentes de seguridad ciudadana, que en muchos casos son el primer punto de contacto con las víctimas. el protocolo actual para que sea más fácil de usar y comprender, y se centrará precisamente en el caso de las «víctimas de la resistencia». También se revisarán los criterios y supuestos actuales utilizados para declarar nulos los casos. El objetivo es hacer que los agentes sean «más duros» cuando decidan hacer esto, para que más personas permanezcan activas por más tiempo. El Ministerio del Interior también propuso reforzar las fuerzas de seguridad de la unidad territorial para combatir la violencia de género, que actualmente suman 2.800 efectivos.

Las medidas también subrayan la necesidad de intensificar la actuación policial sobre el «entorno víctima», ante la creencia de que no sólo las víctimas, sino también sus familiares, vecinos y amigos son «propensos a ocultar» las circunstancias reales de la violencia contra las mujeres. El objetivo es detectar casos que no llegan a la policía a pesar de que el entorno sabe que existen. Con este fin, Interior investigó el desarrollo de una campaña publicitaria para aumentar la conciencia social.

En la jornada, los expertos policiales destacaron que a pesar del aumento de los delitos sexistas en las últimas semanas, el sistema Viogen sigue siendo «una herramienta potente y eficaz para detectar, evaluar y gestionar las medidas de protección y dilucidar la seguridad y la protección. Sin embargo, también coinciden en la necesidad repetir la reunión mensualmente como la celebrada en Madrid estos dos días, o incluso celebrar reuniones extraordinarias si la situación lo amerita, por el aumento de casos.

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