Ignacio Aldecoa, mucho más que el Hemingway español

De Ignacio Aldecoa (Victoria, 1925-Madrid, 1969) conocemos su historia, que ocupa un lugar destacado entre los cánones narrativos de la literatura española no sólo de los años cincuenta sino también del siglo XX.pero Esta edición de lujo de cuatro novelas de Hipólito Esteban Soler reafirma y amplía el estatus literario de quien, junto a Filósio, fue quizás el escritor más talentoso de su generación.sólo su prematura muerte le impidió completar obras más impresionantes.

Innovación y tradición, internacionalización y convención, entre los discípulos de Hemingway y los pioneros de Deliber, Aldecoya pone su profunda sensibilidad y su talento expresivo al servicio de los preceptos del neorrealismo, precepto moldeado por sus propias obsesiones: la tierra, el mar, los oficios duros pero nobles.. Al igual que su compatriota Barroja, le interesa la acción, pero se encuentra en una situación límite, luchando por sobrevivir en una España dura pero nunca cliché. Sus cuentos son estudios que examinan la dignidad humana en condiciones difíciles, por lo que adopta un procedimiento más típico de la novela psicológica -el estilo indirecto libre- en lugar de un procedimiento del realismo social. Hay cierta condena social en sus novelas, pero no hay ningún énfasis ideológico de sus pares de otras generaciones.. Aldecoa se caracteriza por una mezcla de neorrealismo y psicologismo con resonancias de simbolismo.

Desde el principio forjó Un estilo a la vez poético y funcional, que combina la sencillez sintáctica de Azorín y la riqueza léxica de Valle. Leer a Aldecoya es presenciar la breve dicción que guía la acción y el despliegue de un contrapunto lírico que gira enteramente en torno a las descripciones de los personajes, y muchas veces impulsa, encuadra o explica sus acciones.

Su primera novela puede ser su obra maestra. «Luz y sangre» es una historia coral sobre cinco mujeres que son esposas de cinco guardias civiles destinados en un remoto castillo de un pueblo rural de Castilla. Las vidas de los miembros de estos cinco matrimonios quedaron truncadas por el trauma de la guerra civil, pero sus vidas continúan en el presente, caracterizadas por el fatalismo y la resignación.. La novela está ambientada en el período inmediato de posguerra, marcado por años de dificultades materiales, recuerdos melancólicos y una visión de túnel. El espacio de la novela está inevitablemente vinculado a la absurda guarnición que custodia su fortaleza metafísica en «El desierto tártaro» de Buzzati. Los críticos no en vano han señalado los vínculos de Aldecoya con el existencialismo europeo, que elevaron sus ambiciones literarias mucho más allá de la prosa social popular..

Un mundo de campos y mares.

En el castillo no pasó casi nada. Los guardias sueñan con trasladarse y vivir una vida digna de ese nombre en una ciudad o gran ciudad junto a sus esposas, hasta que ocurre un trágico hecho que genera tensión. En la novela de Aldeco, estos acontecimientos son mínimos y anecdóticos, y sólo al final aparece el incidente del funeral, concluyendo el arco dramático de la narración.. Jarama no es ajeno a esta fórmula.Pero El resplandor y la sangre pronto revela malas noticias (un guardia fue asesinado por un gitano fugitivo), que sirve de cebo. Basado en la personalidad única del personaje, se guía al lector para que comprenda la conciencia dañada del personaje. sentimental Autor: Aldecoa: La ambivalencia de la vida y la ternura. Un ojo que contempla el dolor y una conciencia que se compadece.

Como periodista humanista, no juzga sino que presenta con precisión -A Aldecoya le gusta sumergirse en el ambiente en el que se prepara para escribir-, Tener cierta cantidad de energía. Chávez Nogales de a sangre y fuego. La tensión de las mujeres que esperan el regreso de las patrullas de sus maridos sin saber si son viudas, esperando conocer las identidades de sus pistoleros, es el equivalente a la espera beckettiana por los tártaros que nunca llegan, a pesar de que la luz y la sangre Son pases de un día: desde el mediodía hasta la medianoche.

A pesar de su juventud, Aldeco demostró en su primera novela un completo dominio de las técnicas narrativas.. Las omisiones y los saltos en el tiempo logran mantener el ritmo y añadir intriga mientras profundizan en la destrozada vida del protagonista. El buen ojo del narrador para la conversación popular fue un sello distintivo de su generación. En la segunda novela de este volumen, Con el viento del esteun año después de la publicación del primero, el autor empezó a llevar el perspectivismo narrativo al límite, centrándose en el gitano que acabó disparando al justiciero. resplandor y sangre. Este parece ser el enfoque de Lorca, pero en Aldecoa no hay rastro de fantasía folclórica: las figuras que se encuentran al margen de la sociedad lo atraen no como símbolos poéticos sino como verdades antropológicas. Sus sentimientos, si se puede decir así, eran más castellanos que andaluces.

El mundo narrativo de Aldecoya está poblado por artesanos, marineros, boxeadores, agricultores y maestros de escuela., una mujer que no tiene otro papel en la vida que el de esposa y madre. Escribió dos novelas campestres —las dos mencionadas anteriormente— y dos novelas marítimas: gran sol y parte de la historia. En todas estas obras brilla poderosamente su don para el registro sensorial del detalle, y en todas ellas los resultados quedan algo abiertos a conclusiones morales, ya que no hay compromiso ni condena de los humildes. Con el viento del este es correspondiente a resplandor y sangre Visto desde la perspectiva de un gitano, víctima totémica del desprecio social y del abuso policial, el personaje recuerda fácilmente al Meursault de Camus.cegado por el sol, casi llevado al punto de cometer un delito por las condiciones climáticas.

“a la altura de los pobres”

Gran Sol es el diario de navegación de un barco ficticio. Aldecoya se incorporó a un barco pesquero y trabajó con la tripulación en los caladeros del Atlántico, registrando minuciosamente el trabajo diario de los marineros. lucha melville Como el mar, siempre acosado por accidentes mortales, una soledad angustiosa y amenazas naturaless. Pero es en esa parte del relato –incomprensible que haya elegido un título tan banal para una novela tan bella– donde alcanza la perfección estilística. Inspirado en el archipiélago que le deslumbró, las Islas Canarias, la precisión de la ciencia y la desnudez de la poesía.

Pasó un tiempo allí y descubrió la isla de Graciosa, que inspiró sus ricos impulsos creativos. El narrador adopta el tiempo presente en primera persona para reconocer su extrañeza como extranjero (nuevamente Camus) entre dos mundos en colisión: de turistas adinerados que visitan la isla y de isleños que se ganan la vida a duras penas con la pesca y el ron a diario.. La trama se simplifica al máximo en aras del diálogo, que expresa la pureza autóctona de la lengua canaria y está ligeramente estilizado. El retrato del paisaje adquiere una cualidad pictórica, como una pintura de acuarela hiperrealista. La fatalidad se cierne sobre la isla, una reminiscencia de la Comala de Rulfo, pero la tragedia (el ahogamiento) aparece sólo al final..

Los espacios físicos son siempre simbólicos y a menudo opresivos: son los entornos en los que tienen lugar las humildes epopeyas, redimidas sólo a través de la mirada reverente del narrador. Como decía su amigo Medardo Fraile, Aldecoa «siempre supo estar a la altura de las expectativas de los pobres».

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí