existencias
Las múltiples posibilidades de creación de contenidos hiperrealistas que ofrece la IA generativa y el posible mal uso de esta tecnología han desatado un intenso debate regulatorio, corporativo y, sobre todo, ético sobre cómo prevenir un posible mal uso de esta herramienta. Se pueden trazar líneas rojas con respecto a su uso y quién debe pagar por los cubiertos que pueden romperse. El daño no se limita al daño financiero a las empresas y a los propietarios de propiedad intelectual, sino que también puede dañar gravemente el honor y la imagen de las personas. El ejemplo del menor de Almendralejo ilustra el potencial devastador que encierra esta tecnología, los problemas que crea y los problemas que puede causar a medida que se refina.
Desde una perspectiva tecno-jurídica (que no siempre coincide con debates éticos), los expertos recuerdan la neutralidad de la tecnología, un rasgo que la inteligencia artificial comparte con muchas otras herramientas y que excluye a priori como solución cualquier intento. Utilice medios judiciales, ya que esto puede ser tanto ilegal como perfectamente legal.
La neutralidad tecnológica traslada la cuestión al ámbito de la responsabilidad, es decir, determinar quién, además de la responsabilidad directa, personal e intransferible, es responsable de evitar el mal uso de una herramienta e incluso de ser civilmente responsable de los daños que dicho uso pueda causar. El culpable del daño.
Futura regulación de la inteligencia artificial en Europa La Ley de Inteligencia Artificial de la UE opta por una solución que impone una serie de obligaciones preventivas a las empresas tecnológicas, entre ellas revelar que los contenidos son generados por inteligencia artificial, diseñar modelos para evitar la creación de contenidos ilegales, publicar para Resumen de datos protegidos por derechos de autor para capacitación y seguimiento de posibles usos inapropiados.
Si bien estas obligaciones regulatorias son positivas y necesarias, nadie ignora que el sector tecnológico -debido a su potencial de rápido desarrollo- es terreno fértil para leyes, viejos principios que tienden trampas, y que el entusiasmo de las empresas tecnológicas por adherirse a estos El estándar estará en desacuerdo con los de Busque competencia de usuarios que eluda el estándar. Como en muchos otros casos, los tribunales tendrán la tarea de determinar a través de la jurisprudencia hasta qué punto los creadores de inteligencia artificial deben rendir cuentas por los vacíos legales que dejan para abusar de herramientas que pueden generar millones en ingresos.
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