La policía debe sacarlos del aeropuerto para confirmar su identidad y asignarles carteles con sus nombres.
La extraña situación que existe. Aeropuerto de Baraja La práctica se ha vuelto indigna debido al hacinamiento de solicitantes de asilo y nunca antes se había hecho.
Antes No se puede identificar a los inmigrantes Vivían mal en las habitaciones de los peticionarios de protección internacional -no tenían papeles- y la policía no tuvo más remedio que sacarlos y Asígnales una bandera con un nombre. Esto les ayudará a organizar los procedimientos necesarios.
este comportamiento anormal Además de que estas personas conviven con la basura junto a su comida, también sufren hacinamiento – comen, duermen y se bañan en cuatro habitaciones con sólo tres baños – y las zonas públicas del aeropuerto también están bajo ataque – la T4 es utilizada como alojamiento para muchas personas que emigran por falta de espacio, confrontación Esto ya está empezando a suceder, con la Cruz Roja cediendo y deteniendo la ayuda mientras el Ministerio del Interior está abrumado.
La zona de solicitantes de asilo en el aeropuerto de Barajas se ha convertido en un microcosmos de anarquía que lleva semanas acumulándose.
Las más de 400 personas hacinadas en esta zona de la terminal han empezado a funcionar como cualquier otra sociedad, y los fallos iniciales ya son evidentes. Se han formado grupos que se declaran enemigos: Senegal vs MarruecosAsí lo afirma una fuente del aeropuerto familiarizada con la situación.este 'Tensiones y disputas' Dijeron que estaban examinando a agentes de la policía estatal que estaban completamente abrumados por la situación «insalubre».
La falta de vivienda se está convirtiendo poco a poco en la norma, ya que la policía no puede afrontar la situación. Cuando los migrantes hacen escala en España en vuelos regulares a países que no exigen visados, como Bolivia o Brasil, destruyen sus documentos y solicitan asilo.
En ese momento le dieron un nombre a la policía. Guardaron silencio cuando los agentes les pidieron que iniciaran diligencias o que solicitaran trámites de deportación y comprobaran que el país de donde procedían no estaba sumido en un conflicto bélico. «Aprendieron a no dar un paso adelante», señalaron. Esta semana, varias personas perdieron vuelos de repatriación porque no pudieron ser identificadas. Es difícil saber quién es quién porque se requieren huellas dactilares y hay más de 400 inmigrantes, Sin tiempo ni habilidad.
La situación llegó a un punto crítico el sábado cuando se hizo necesario sacar a los inmigrantes fuera del área de solicitud de asilo en un intento de calmar el caos. Se les asigna un cartel con su nombre. «Es una práctica humillante pero no hay alternativa», reconocieron las fuentes policiales revisadas por este diario. El sindicato SUP que expuso esta situación se ha quejado ante el departamento de inspección del trabajo por las condiciones insalubres de la sala.
Se solicitó a la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales de la Jefatura de Policía que se desplazara al aeropuerto para valorar la situación.