«Has convertido tu vida en un Tetris, has tratado de organizarte lo más posible. Ahora que soy madre o trabajadora, mi papel como mujer o como amiga está en un segundo plano», dijo. dos niños de 7 años La madre de los mellizos, Gema Cristóbal, dijo. Durante los primeros meses de vida, «las cosas básicas, como cepillarse el cabello, se dejan en un segundo plano», dijo Cristóbal. La Federación de Sociedades de Madres Solteras y Familias Monoparentales (FAMS) presentó este jueves cerca de 200.000 firmas al Congreso, alegando reconocer legalmente a las familias monoparentales, revisar los criterios de ingreso para poder obtener las mismas ventajas que las familias monoparentales , y reducir el impuesto sobre la renta . Como la familia de Cristóbal, casi 2 millones de familias monoparentales en España tienen que dedicar tiempo a la crianza de los hijos.
Más de 50 mujeres y más de 30 niños, coreando «No queremos privilegios, queremos equidad», se dieron cita ante el Congreso de los Diputados en Madrid para leer su manifiesto: «La infancia es cosa de todos». Documentos de solicitud de medidas de urgencia para familias monoparentales. De estos, más del 80% son mujeres. Las mamás usan camisetas con la leyenda de «My Little Super Family».
Uno de los mayores problemas, dice Míriam Tormo, presidenta de la Asociación para la Elección de Madres Solteras, es que no son vistas como modelos a seguir para la familia. El problema de Tormo es que varias comunidades autónomas han comenzado a regular las familias monoparentales. Pero la misma familia puede entenderse como una familia monoparental en un área, no como una familia monoparental en otra área. “Hay que abordar y definir lo que es una familia monoparental a nivel estatal”.
La abogada Emilia de Sousa explicó que el ordenamiento jurídico ignora a las familias monoparentales porque no las ve como un modelo de familia específico. “Pueden tener circunstancias que ya son especiales, como familias biparentales, como discapacidad, dependencia, necesidades educativas especiales, más su especificidad: un solo progenitor”, explicó. De Sousa sostiene que esta particularidad los convierte en un modelo que requiere atención específica, equitativa y no discriminatoria.
Elisa Albacete es una madre que se vio obligada a reducir su jornada laboral a seis horas para recoger a sus hijos, de 4 y 7 años, para las actividades extraescolares. Para Albacete, la reducción de jornada supone una reducción de 400 euros al mes. Laura Baena, presidenta de la Asociación Yo No Renuncio por la conciliación, dijo que en los hogares monoparentales casi siempre las mujeres se ven obligadas a dejar su trabajo para dedicarse a la crianza de los hijos. La maternidad es difícil para muchas sin pareja, dijo Baena. “Ser padre soltero y profesional es una verdadera utopía”, dijo.
Explicaron que era imposible adaptarse al horario laboral actual sin el apoyo de sus abuelos. Lo que tiene en común Albacete: «Mi familia vive en Murcia, así que no tengo ayuda. Desde que nació mi hijo, todo depende de mí. Para Baena, la mediación no puede depender de los abuelos o del apoyo escolar. “Tenemos que tener en cuenta que si la conciliación ya es difícil en una familia con dos padres, lo es aún más para una mujer criada sola”, explicó.
La falta de apoyo a las familias monoparentales ha tenido un impacto severo debido al Covid. Pilar Peces, de 50 años y madre de dos niñas, de 15 y 12 años, conoce bien estas barreras. Recuerde, perdió su trabajo durante la pandemia y sobrevivió ahorrando tanto como pudo y cheques de supermercado para comprar comestibles. «Tuve que dejar todo, ir a la escuela, punto. Nada de extraescolares, nada de ropa extra, ir a comprar lo más barato. Así hemos sobrevivido siempre», dijo Peces. Según la Red Europea contra la Pobreza, al igual que ella, una de cada siete personas que crían niños solas tiene problemas para pagar la vivienda, alimentarse o mantener su hogar a la temperatura adecuada. “Durante la pandemia, muchas personas han tenido que elegir entre alimentar a sus hijos o dejarlos solos en casa”, dijo Baena.
Para De Sousa, todos los niños y niñas deben tener derecho al cuidado de sus figuras de apego al mismo tiempo, independientemente del modelo familiar al que pertenezcan. “La estructura familiar en la que nacen los menores no puede ser objeto de un trato discriminatorio, de lo contrario se vulnera el compromiso de España con los derechos de la infancia”, ha subrayado de Sousa.
Otro requisito de FAMS es acelerar las leyes que se ocupan de las familias monoparentales. “El texto de esta futura ley aún no ha salido a la luz y nosotros hemos contribuido en el proceso de consulta pública, nos dijeron desde el Ministerio de Derechos Sociales que la mayoría se van a tomar en cuenta, sin embargo, con el tiempo, ninguna de las solución”, dijo Miriam Tormo. En mayo, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, anunció que el Código de Familia se introduciría en septiembre. Sin embargo, Tormo apuntó que ya casi termina el mes y siguen esperando el texto.