No tiene un plan estratégico y no ejerce ningún control sobre los grupos de interés.
España es uno de los cinco países de la OCDE No se ha desarrollado ninguna estrategia anticorrupción. Tampoco existe una agencia estatal dedicada a mitigar este riesgo en el sector público.En cambio, el país está a la vanguardia en el desarrollo de normas de auditoría para procesar delitos de corrupción, aunque en la práctica No hacer cumplir el cumplimiento.
Según un informe difundido este martes por la organización, los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) cumplieron en promedio el 45% de las recomendaciones sobre cómo adoptar planes estratégicos anticorrupción, mientras que Canadá, Islandia , Irlanda, Noruega y España ni siquiera lo hicieron.
de acuerdo a regulación del lobby (grupo de interés), España también fracasó porque introdujo en su normativa sólo el 25% de los estándares recomendados por la OCDE, mientras que en la práctica, No se exige el cumplimiento. En todos los países de la organización, se aplica efectivamente un promedio de un tercio de los estándares.
Informe elogia la legislación española que impone ciertas restricciones a los funcionarios periodo de gracia Sólo después de dejar el servicio público se puede dedicar plenamente a otra actividad relacionada, pero señaló que esta obligación no está garantizada en la práctica. Por ello, la organización destaca la necesidad de regular la influencia de los grupos de interés en las instituciones estatales, aumentar la transparencia de sus actividades e incluirlos en registros.
Por otra parte, las normas españolas Auditoría interna y externa La aplicación de casos de corrupción cumple con las recomendaciones de la OCDE en un 92%, en comparación con un promedio del 67% entre los países miembros.Sin embargo, en la práctica Sólo el 37% de las personas postulan En todos estos criterios, el porcentaje fue ligeramente superior al promedio del 33% registrado por la organización. En este sentido, el informe también muestra que España no recoge datos de las agencias presupuestarias para desarrollar su estrategia de gestión de riesgos.
El único ámbito donde España destaca es en transparencia de la información. La legislación española en esta materia cumple el 89% de los criterios recomendados por la OCDE, y en la práctica se cumplen efectivamente ocho de cada diez de estos parámetros. El informe elogia las regulaciones nacionales que establecen plazos máximos para procesar solicitudes de datos públicos y reconoce que se puede acceder fácilmente a toda la información relacionada con las agendas gubernamentales, los salarios oficiales y los resultados electorales a través de sitios web oficiales.