Tras «Vozdevieja» no pudo permanecer indiferente, tras «Evangelio» reafirmó su identidad como novelista, Elisa Victoria (Sevilla, 1985) Regreso a Otabella para explorar transición entre la niñez y la edad adulta Reflexiónrebuznar lo que significa ser adulto, qué significa, pero míralo una vez más desde una perspectiva diferente. Si en «Vozdevieja» PeriodistasdeGénero adulto es observado desde la perspectiva infantil de Marina, y en «El Evangelio» una joven maestra se convierte en una atenta observadora de la infancia y del camino hacia la edad adulta, aquí nos encontramos con Renata, Una mujer regresa a su infancia y adolescencia tras años de escapar en un intento desesperado por olvidar. qué pasó.
Lo interesante de Otabella es que no se trata sólo de la reconstrucción que hace la protagonista de algunos de los acontecimientos que marcaron su pasado; Un estudio de los mecanismos de la memoria y la necesidad de reescribir el pasado para convertirlo en lo que debe ser Y este no es el caso. «Por muchas veces que lo imaginó, nunca le estrechó la mano en público ni en privado, no le dio una pegatina, el álbum no estaba terminado, pero sí recogió la caja en dos días y la guardó». «Después de que esas posibilidades se fueron, guárdalo. Por el resto de su vida, debajo de todas las camas, un movimiento tras otro», se confesó Renata. Pasar página significaba dejar de imaginar lo que habría pasado entre ella y Eusebio (el amigo cuya muerte había puesto fin a todo)..
Renata huyó de Otabella, como Eusebio quería escapar, y era un niño diferente, un niño que no encajaba, un niño muchas veces aislado y cuya muerte algunos querían justificar. Se está acostumbrando un poco, pero no del todo. Los rincones oscuros de su amistad con Eusebio son palpables. Él tiene un mundo propio, y si no lo comparte con los demás, ella no se atreve a ir más lejos, y queda aún más aislada en este pequeño pueblo donde todo PeriodistasdeGénero habla de ello.. Si imaginar el pasado ha sido el falso refugio de Renata desde hace mucho tiempo, la imaginación también lo es de Eusebio, quien reescribe sus historias cotidianas en forma de diario personal. Todos huyen porque no encajan, pero al huir la posibilidad desaparece. Aquí es donde entra la sobrina de Renata, como contraste, como una posibilidad infinita de, como lo define su tía, “un calcetín de primera”.
De esta manera, Victoria construye una narrativa en la que confluyen distintas voces –la de Renata, la de su sobrina, la de su madre…– y distintas historias –recuerdos, imaginaciones, historias, historias contadas y difundidas por otros, lo que pudo ser, lo que fue, y lo que debería ser – en Un presente suspendido, puntuado por la constante interrupción de diferentes momentos del pasado y del presente mismo, intercalados en él.. Victoria destroza cualquier visión inocente de la infancia, mostrando que convertirse en adulto está marcado por la pérdida de posibilidades, la eliminación del potencial mediante la imposición del conformismo, los diversos patrones (género, cultura, moralidad) que conducen a la eventual desaparición de cualquier forma. de diferencia que se señala.
Asimismo, Victoria observó La falta de entendimiento entre generaciones –madres con hijas e hijas con madres– no hace más que profundizar esta idea de modelo, imponiéndola cada vez.. La sobrina es por tanto la promesa incumplida de Renata, es ella quien aún puede preservar la posibilidad de desaparecer. Una vez más, Victoria no dejará indiferente a nadie.