El Partido Popular de Baleares pide a Vox que retire el proyecto de ley que crea una oficina que garantice la libertad lingüística y pretende obligar a gobiernos regionales, ayuntamientos y otras entidades públicas como la Universitat de les Illes Balears a hacer uso de la libertad lingüística. Los documentos, certificaciones y carteles españoles se enfrentan a sanciones de hasta 100.000 euros. El Partido Popular de las islas, que gobierna en solitario tras conseguir el apoyo de la extrema derecha a cambio de la aprobación de determinadas iniciativas por parte del pleno legislativo, cree…
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El Partido Popular de Baleares pidió a Vox que retire el proyecto de ley que crea una oficina que garantice la libertad lingüística y pretende obligar a gobiernos regionales, ayuntamientos y otras entidades públicas como la Universitat de les Illes Balears a hacer uso de la libertad lingüística. Los documentos, certificaciones y carteles españoles se enfrentan a sanciones de hasta 100.000 euros. El Partido Popular insular, que gobierna en solitario tras recibir el apoyo de la ultraderecha a cambio de la aprobación de determinadas iniciativas por parte de toda la legislatura, argumentó que el texto propuesto por sus socios violaba la Ley de Autonomía y no estaba «consensuado ni pactado» . Las dos partes estuvieron de acuerdo. Fuentes de Vox confirmaron que no retirarán el documento porque creen que los trámites parlamentarios permitirán incluir enmiendas de distintos partidos.
El texto grabado por Vox abrió la primera brecha entre los aliados del Gobierno y metió en problemas a la ejecutiva Marga Prohens, quien afirmó en la toma de posesión que el lenguaje no sería una herramienta de confrontación. La propuesta anula la Ley de Normalización Lingüística aprobada en 1986 por el gobierno del Partido Popular de Gabriel Cañelias, que desplegó la Ley de Autonomía para incluir el catalán como lengua del archipiélago.
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La Ley de Normalización introducida hace 40 años estableció el catalán como lengua del autogobierno, del parlamento, de la asamblea insular y de toda la administración. Además, establece que los documentos publicados por entidades públicas de la comunidad serán en catalán, salvo que el interesado solicite el uso del castellano. También se está planteando presentar la señalización pública en catalán, con carteles fáciles de entender. La Ley de Normalización representa el consenso histórico alcanzado por todos los grupos políticos del Parlamento en materia lingüística. Hasta que llegó Vox.
En documentos registrados el jueves por la Cámara de Comercio de Baleares, los extremistas sostienen que las políticas públicas implementadas en las islas «dificultan o incluso impiden el uso del español» y «cortan las obligaciones de conocimiento individualizado que rigen una lengua común». «». Afirman que el «abandono y expulsión» del español ha llegado al punto de que casi todas las instituciones de la isla «exigen la obligación de utilizar el catalán».
Vox considera que algunos estatutos autonómicos están amparados por «infracción» del artículo 3.3 de la Constitución, que establece que la rica diversidad lingüística de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección, con el fin de distinguir «en el caso del español.» idioma, «su propio idioma regional». Para contrarrestar este argumento, Vox argumentó que el gobierno tiene el deber de utilizar ambos idiomas oficiales en todas las comunicaciones, publicaciones y señalización. Para hacer cumplir esto, los extremistas propusieron la creación de una oficina encargada de tramitar las denuncias sobre violaciones del derecho a la libertad lingüística y promover el uso de la lengua según las circunstancias de cada isla, cuyos infractores se enfrentan a multas de hasta 100.000 euros.
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El portavoz parlamentario del Partido Popular de Baleares, Sebastià Sagreras, criticó a Vox por registrar «inexplicablemente» un texto «sin previo aviso ni consentimiento», insistiendo: «No nos gusta nada ni nada». retirada “inmediatamente” para evitar verse obligado a proponer un gran número de enmiendas. «El PP siempre ha sido y será coherente con la Ley de Autonomía y defiende la normal convivencia de las dos lenguas oficiales en nuestra comunidad, el catalán, nuestra lengua propia, y el castellano, la otra lengua oficial», afirmó. , Sargeras.
Antoni Costa, portavoz del Govern Balear, ha recordado que el acuerdo de 110 nombramientos que alcanzaron con Vox a cambio de su apoyo a Prohens incluía únicamente la creación de una oficina para salvaguardar los derechos lingüísticos y la promesa de que la oficina estaría dirigida por Vox. . ¿Quién presentará el texto? «Esta propuesta la ha registrado Vox, y sólo Vox. El Gobierno balear no tiene conocimiento del texto presentado por Vox», ha apuntado.
La iniciativa de extrema derecha ha provocado una avalancha de críticas por parte de partidos de oposición y entidades de la sociedad civil. El portavoz parlamentario del PSIB-PSOE, Iago Negueruela, pidió a Prohens que rechazara el «apartheid lingüístico» de Vox, mientras que el portavoz de Més per Mallorca, Lluis Apesteguia, admitió estar «calumniado» por la propuesta, que consideró un «escándalo» contra el catalán por «ataque directo». . «La cuestión es si Prons creía que José Ramón Bauza fracasó en su cruzada contra los catalanes», ha subrayado.
Toni Llabrés, directivo de la entidad cultural balear que apoya a Obra, confirmó que los despachos que pretende impulsar Vox se configurarían como herramientas para la persecución de la lengua catalana e invitó al PP a «liberarse» de ella. Vox le pidió los gastos de viaje. El sindicato STEI calificó la ley de «ley anticonstitucional y vulgar» porque propone disposiciones contradictorias y sólo está registrada en español y por tanto no cumple con sus disposiciones.