Imagen de la ruta Besiberris.Nacho Morales Castro
Como si el mundo fuera a acabarse en septiembre, todo el mundo parece darse cuenta de que las asueto son más un deber que una aprieto. Todos, según sus posibilidades económicas, buscan un ocasión donde perderse: será difícil encontrarlo en las montañas, al menos en las más buscadas. A estas jefatura, los guías de montaña ya parecen flacos, quemados por el sol e incapaces de hacer frente al tsunami de clientes que llueve sin remedio. En la meca del andinismo, Chamonix, las agencias buscan guías bajo los peñascos de roca y este invierno ha sido como nunca. Hay montañeros, senderistas, escaladores, ciclistas y corredores de montaña por todas partes. Y lo mismo ocurre en los principales macizos españoles. Al mismo tiempo, algunos parecen incapaces de ir a la montaña sin tener otra idea que cambiar de aires; Todos quieren ser su mejor traducción e intentan rivalizar a Kilian Jornet.
Bofetada tras bofetón, algunos eligen el tormento para quitarles las penas o ensalzar sus alegrías. Para estos últimos, la pasada primavera se presentó al notorio la Alta Ruta de los Besiberris, una ruta de montaña de seis días que arranca en el corazón de la Vall d’Aran y discurre por la Alta Ribagorça, considerada de gran exigencia tanto física como desde el punto de panorama punto de panorama técnico. Aquí casi seguro que no hay atascos y la soledad está más garantizada, fuera de las estancias en los cuatro refugios que recorre la espectacular ruta que corona tres picos de más de tres mil metros: Mulleres, Besiberri Sur y Punta Alta. Esther Hilla, creadora de este trekking de categoría, no duda en asesorar la posibilidad de contratar un orientador de montaña, una opción reservada para aquellos que no son autónomos en la entrada montaña y quieren afrontar el repaso de 86 kilómetros con 8.500 metros de desnivel. diferencia positiva de nivel. .
Imagen de la ruta Besiberris.Óscar Gogorza
La Alta Ruta de los Besiberris es un servicio que ofrece a sus usuarios alojamiento asegurado, mapas físicos y track de rutas, y un geolocalizador Garmin Inreach que les permite mandar llamadas de emergencia en caso de aprieto. Con esto sería posible moverse por su ruta sin mayores problemas, pero el servicio de orientador opcional tranquilizará a los más inquietos oa aquellos que quieran descargar todas las decisiones al orientador para dedicarse a disfrutar de la ruta sin preocupaciones.
Los hermanos José Luis y Rafael Gómez, cercano con Esther González Hilla, son cofundadores de la marca Alta Ruta, es aseverar, la creación de rutas autoguiadas de montaña con exigentes estándares de calidad en cuanto a servicio al cliente, seguridad y sostenibilidad. . “Este proyecto nació en 2012 con la Alta Ruta de los Perdidos y el año pasado creció con la Alta Ruta del Cadí, propuestas a las que ahora se suma la Alta Ruta de los Besiberris, creada a petición de la Vall D’Aran y con el apoyo de muchas personas que me ayudaron a hacer todo el trabajo de campo. La Alta Ruta de los Besiberris, al igual que el resto de rutas con este sello, pretende ofrecer alternativas al senderismo de alta montaña donde los usuarios dispongan de todas las comodidades posibles para disfrutar de la experiencia”, explica Esther. Nacida en Murcia en 1974, Esther comenzó sus estudios de derecho en Murcia, los continuó durante un año en Rouen (Francia) y los terminó finalmente en Madrid. Desanimada por el mundo reglamentario, se traslada a los Pirineos en 1998 en pesquisa de un estilo de vida diferente: se deja seducir por la naturaleza y en específico por la montaña. En 2001, cercano a un especie de amigos, se embarcó en la aventura de regentar el Refugio de Bujaruelo, una antigua posada a las suburbios de Ordesa.
Todos los detalles necesarios para completar el repaso de la Alta Ruta de los Besiberris se pueden encontrar en la web www.laaltaruta.com, con específico atención a los refugios visitados: Artiga de Lin, Conangles, Ventosa i Calvell, Restanca y Balneario Caldes de Boí está en medio de la ruta.
Sin bloqueo, Esther quiere aclarar los puntos delicados de la ruta Besiberris: “En la segunda etapa, en el Coret de Molières dirección Val de Molières, hay un segundo nivel de dificultad para llegar al ventisquero. En la tercera etapa, en la Collada d´Abellers (o Avellaners), el recorrido transcurre por un canal de roca descompuesta, mientras que la cumbre de Punta Alta (etapa 4) observa un terreno bastante expuesto en ambas vertientes, evitado por la subida al refugio de Ventosa puede estar en su camino normal. Finalmente, en la quinta etapa, el tramo a monitorear es en el Desfiladero de Peyta hacia Estanh de Mar”.
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