Agencia dirigida por Ángel Gabilondo cuestionó sus argumentos y detalló por qué no creyó la explicación del ministro del Interior
Durante el salto en junio pasado, un grupo de migrantes cayó al suelo después de que la valla en la que se encontraban se derrumbara.
Este defensor del pueblo, Ángel Gabilondo cuestionó al ministro del Interior, que detalló en un informe por qué no creía en los relatos de Fernando Grande-Marlaska sobre la tragedia de la valla de Melilla, el año pasado en junio murieron 23 inmigrantes en la valla (según a la versión oficial) y más de 70 según las ONG. El documento ahonda en lo sucedido en el paso fronterizo a través de testimonios de sobrevivientes e informes médicos.
El organismo, presidido por Gabilondo, dijo que no creía que la Guardia Nacional no viera a los heridos al entrar en el paso, cuestionó el uso de material antidisturbios y reiteró que la versión de Grande-Marlaska no se corresponde con la realidad porque, por el contrario, , pues la Guardia Nacional La gendarmería marroquí había entrado efectivamente en territorio español, como reconocieron los propios agentes del equipo, no como siempre se ha afirmado.
En declaraciones a este periódico, un militar que se encontraba en el frente el día del atentado se preguntó por qué el ministro del Interior negó el acto extremo, que insistió en que era completamente legal, parte de una operación conjunta e incluido en el acuerdo.
En su amplia resolución, Gabilondo testificó que la policía de Rabat había entrado en el distrito estatal y dijo que los agentes de la Guardia Nacional entregaron a los que lograron detener. Dicho esto, Gabilondo ve las llamadas devoluciones en caliente como entregas rápidas a través de la cerca, lo que, según él, no se hace de acuerdo con los requisitos legales mínimos.
El Defensor del Pueblo se mostró especialmente crítico con la afirmación de que no se encontraron heridos ni muertos en la zona de tránsito. La agencia no pudo compartir los reclamos después de revisar las imágenes, especialmente desde helicópteros.
De hecho, se puede observar cómo un número indeterminado de personas se amontonaron y, en algunos casos, murieron aplastadas en una entrada del puesto fronterizo de Barrio Chino (imagen de helicóptero de la Guardia Nacional. 7:00 a.m. A las 42, los agentes marroquíes comenzaron a entrar al interior del puesto fronterizo, y la gente se agolpaba en el otro extremo del paso, hubo una avalancha, a las 7:43 de la mañana abrieron a la fuerza una puerta, pero ya había mucha gente amontonada: intentaban soltarse unos a otros. Tirando botes de humo. A las 7:44 horas se pisotearon unos a otros. Los agentes marroquíes habían llegado a sus alturas en el puesto fronterizo).
El ataque, el más mortífero de Melilla hasta la fecha, hirió a 55 guardias nacionales. Sin embargo, Gabilondo no analizó la situación. Para la agencia, el Instituto de las Fuerzas Armadas pone a los migrantes en riesgo de usar equipo antidisturbios. Las imágenes capturadas por drones y cámaras de vallas revelaron una situación peligrosa en desarrollo, y los agentes involucrados en la operación deberían haber tenido información continua. Por lo tanto, no es razonable decir que se desconoce el perfil de riesgo.
Se lanzaron piedras por ambos bandos y el hecho de que algunos agentes españoles les rociaran con spray podría agravar la peligrosa situación. No cabe duda de que los agentes españoles arrojaban objetos que podían comprometer su seguridad e integridad. Sin embargo, lo anterior no justifica que el agente le tire piedras a la persona que está en lo alto de la valla. El uso de la restricción no debería aumentar el peligro en el que se ponen estas personas una vez que ya están encaramadas en la cerca.
En cuanto al deber de descuido de prestar asistencia, el Defensor del Pueblo dejó constancia de que aún no tenía información sobre la intervención del servicio de salud y aseguró que la ambulancia movilizada por el Ministerio del Interior no intervino. En este punto, la Guardia Nacional implicada en un dispositivo para contener la avalancha de 2.000 personas que intenta llegar a España ha venido llamando infierno a la intervención y subrayando su carácter violento.
Por su parte, fuentes del Ministerio del Interior señalaron que el informe fue elaborado antes de que se recibieran las denuncias de la provincia del Gran Malascar, y que se aclararon todas las sospechas del Defensor del Pueblo. “El hecho de que los documentos emitidos no tomen en cuenta o consideren todas las explicaciones y alegatos hechos por el Ministerio del Interior crea una situación de desarmado”.