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@|Y más recientemente, escuchamos preocupaciones sobre el «abuso de posición dominante» por parte de grandes empresas que operan en el mercado uruguayo.
Por cierto, las actividades mencionadas siempre van de la mano de grandes capitales que manejan diversos monopolios o concentraciones económicas.
Pero se tiende a sesgar, comprimir o reducir el gran problema que representa esta situación, a “ignorar” la verdadera dimensión de los hechos. El tamaño de estos rangos socioeconómicos, y el sofisma de la diversidad, es más amplio de lo que a menudo se reconoce «sorprendentemente»; como resultado de la evaluación de los diversos sectores financieros, económicos y productivos, estos sectores merecen igualmente atención en lo que se refiere a Las cosas eternas están involucradas, pero son «sin querer» dejadas de lado.
Somos legos en materia legal, pero creemos que existe legislación en esta materia, si bien no cubre adecuadamente estas situaciones, omitiendo figuras de abusos explícitos que no están contemplados en la ley, pero por un vacío legal, el problema persiste.
En resumen, la participación de las grandes empresas brasileñas en la industria de refrigeración de mi país ha crecido exponencialmente, formando un monopolio y eventualmente un oligopolio.Últimamente, también ha habido voces de preocupación.
Primero, suponga que ya existe un oligopolio. Los brasileños no tenían que entrar al mercado para que esto sucediera, ya que en Uruguay hay una larga historia de oligopolios abusivos sobre el dominio de los productores agrícolas en el sector.
Precisamente en este mismo momento, con solo leer las noticias de hoy, ayer o anteayer, vemos cómo uno de los varios “trucos” de los que abusan los frigoríficos para gestionar de manera poco ética el precio del ganado se está dando en presencia de personas e instituciones pasivas: usar sequía. ¡Empezó a llover y subieron el precio descaradamente como lo bajaban cuando no llovía! Eso es parte de la historia de nuestro país. Es casi folklore.
En segundo lugar, el dominio del procesamiento de carnes ha sido auspiciado por el INAC, aunque el Instituto Nacional de la Carne se creó y paradójicamente se resolvió con aportes de los productores agropecuarios.
A esta entidad oficial se le debe exigir que presente documentos que demuestren que el desplome de precios que precedió y agudizó la sequía se debió a la continua caída de los precios internacionales, y se presenta con documentos de exportación de carne cruda en lugar de comunicados de prensa.
Finalmente, es necesario confirmar o desmentir si la carne exportada a Brasil es reexportada a otros mercados compradores a precios más altos.
Esto demuestra que el precio medio anual de la carne brasileña exportada es superior al nuestro, aunque la calidad de su carne sea inferior a la nuestra.
Todo lo expresado anteriormente no es más que una captura de pantalla de uno de los componentes del libre mercado que nos quieren endilgar pero que en realidad no existe porque los dólares, los intereses, la leche y demás productos son productos agrícolas sujetos a un sistema de mercadeo indebido. .
Por si fuera poco, está el privilegio de los bancos y las mutuales (extranjeras), que se sientan al lado de la rudeza del Pit-Cnt, el comunismo y el narcotráfico. Un verdadero caleidoscopio.