Cuando Salvatore Mancuso, uno de los protagonistas más destacados de la guerra de Colombia y ex líder paramilitar, fue extraditado a Estados Unidos en 2008, dijo algo que todavía resuena en PeriodistasdeGénero andino: «Trabajaron conmigo para extraditar la verdad». Ahora, 12 años después, es hora de que regrese a Colombia, donde el sistema de justicia colombiano está en problemas y todas las partes deben hacer un esfuerzo más fuerte y urgente para recuperarlo.
Mancuso, uno de los líderes más sanguinarios de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), fue sentenciado por trata de personas…
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Cuando Salvatore Mancuso, uno de los protagonistas más destacados de la guerra de Colombia y ex líder paramilitar, fue extraditado a Estados Unidos en 2008, dijo algo que todavía resuena en PeriodistasdeGénero andino: «Trabajaron conmigo para extraditar la verdad». Ahora, 12 años después, es hora de que regrese a Colombia, donde el sistema de justicia colombiano está en problemas y todas las partes deben hacer un esfuerzo más fuerte y urgente para recuperarlo.
Mancuso, uno de los líderes más brutales de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), fue condenado por tráfico de drogas y actualmente se encuentra en prisión en Irving, Georgia. Pero en los últimos días surgió la noticia de que podría ser deportado a Italia, donde tiene la ciudadanía pero Colombia no tiene un tratado de extradición con ese país. Esto alarmó a las víctimas, que esperaban regresar a Bogotá para conocer detalles de la verdad detrás de la posesión del grupo paramilitar cuando fueron enviadas a Estados Unidos junto con otros 13 miembros durante el gobierno de Álvaro Uribe.
A lo largo de los años, Mancuso continuó trabajando con la Corte de Justicia y Paz de Colombia, que juzga a los grupos de autodefensa por sus crímenes y otorga sentencias reducidas a cambio de decir la verdad sobre sus crímenes. Fue acusado de dirigir 139 masacres en las que fueron asesinadas 800 personas, además de delitos como desplazamiento y secuestro. Sin embargo, dado su papel en el conflicto, la verdad sobre los vínculos del grupo armado que lidera con el poder económico y político también se perdería si fuera deportado a territorio italiano.
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“El testimonio de Salvator Mancuso podría ayudar a descubrir la verdad sobre cientos de crímenes atroces y garantizar justicia para miles de víctimas, pero hasta ahora las autoridades colombianas han hecho poco para extraditarlo, no se han tomado medidas y las medidas que han tomado son extremadamente negligentes. ”, denunció José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.
El Gobierno colombiano ha presentado tres solicitudes de extradición pero, como advirtió Vivanco, en una de ellas cometió «errores imperdonables» que podrían haber sido descubiertos mediante «búsquedas en línea». Otros dos tampoco fueron aceptados por Estados Unidos porque la base jurídica que apoyaban era incompatible con la legislación del país. «Dados los cientos de casos pendientes contra Mancuso y la amplia experiencia que tienen las autoridades colombianas en procedimientos de extradición, estas tres mediocres solicitudes de extradición son difíciles de conciliar con la importancia que merece este caso», dijo el director de Zona Humana. Vigilancia de derechos.
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El presidente Iván Duque dijo a medios locales que quería que Mancuso regresara a Colombia y «pagara por los crímenes que cometió contra la humanidad». Añadió que «si por alguna razón llegara a Italia» sería el primero en presentar un caso ante la Corte Penal Internacional y ser procesado. Pero figuras de la oposición creen que esto es sólo retórica y no una acción concreta que conduciría a la extradición del líder paramilitar. Algunos incluso se preguntan si los errores en la solicitud son intencionados o no.
Ahora existe la oportunidad de resolver la disputa legal y extraditar al líder paramilitar a Colombia. La Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Justicia de Bogotá acaba de ordenar la liberación de Mancuso en espera de extradición, alegando que las fuerzas paramilitares aún no cumplen con los requisitos para su liberación.
Y, en cualquier caso, hay otra investigación por lavado de dinero que permitiría a Colombia solicitar su extradición. En principio, las autoridades no utilizarán la carta porque Mancuso solicitó que sea remitida a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el tribunal creado en virtud del acuerdo de paz con las FARC para juzgar a exguerrilleros, militares y terceros. Financiamiento de conflictos armados. Mancuso pidió participar como tercero, pero la JEP se negó y apeló. Sin embargo, la presidenta de la JEP, Patricia Linares, anunció que no hay obstáculos para que la Fiscalía solicite la extradición de los paramilitares. Los próximos pasos serán responsabilidad del gobierno colombiano.