¿Habrá negociación política o justicia? Esta es una nueva línea de debate que dejó el gobierno cuando ordenó un cese al fuego contra dos disidentes de las FARC. Asimismo, a esta discusión se suma la creación de una instancia avanzada que deberá definir si estas organizaciones tienen personería política, y así precisar el tratamiento que recibirán.
De hecho, bajo la disidencia del seudónimo Iván Márquez, en virtud del decreto emitido por el Poder Ejecutivo, el gobierno implementará un procedimiento de sometimiento a la justicia, lo mismo que pretende hacer con el Clan del Golfo y las Autodefensas. de Sierra Nevada Santa Marta.
Mientras que con el Estado Mayor Central alias Iván Modisco se busca avanzar en la negociación política, como se hace actualmente con el Ejército de Liberación Nacional.
Es por eso que se creó esta instancia de alto nivel para describir y clasificar a los grupos armados ilegales de alto impacto que han manifestado su voluntad de aprovecharse de Paz Total.
“Una vez que tengamos la decisión final de la Corte Suprema, el Gobierno decidirá si reconoce o no reconoce el estatus político o si nos mantenemos en el nivel de diálogo con miras a someter y desmantelar”, explicó el ministro del Interior. , Alfonso Prada.
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En ese sentido, según los expertos consultados, esta es una decisión muy compleja, pues de ella dependerá el futuro de las negociaciones de paz con estos grupos criminales.
En síntesis, Pastor Arapé, exnegociador de las FARC en La Habana y vocero del partido Comuna, insiste en que “la solución hoy debe ser política, y significa un programa conjunto entre la presentación del acuerdo y el acuerdo políticamente negociado”.
Además, agregó que Maquetaria II se retiró del acuerdo de paz «por una trampa que le tendieron agentes estatales».
Sin embargo, el ex Comisionado Nacional de Paz Camilo Gómez Alzat lo ve de otra manera. “Desde el punto de vista legal y político, esta definición es inaceptable, estos dos grupos (Segunda Marquetalia y Estado Mayor Central) se dedican principalmente al narcotráfico, no tienen ninguna razón política, por lo que no deben ser tratados de manera diferente a someterse a justicia».
La «trampa» que dicen las dos facciones de las ex FARC para justificar el estatus político actual «nunca existió», dijeron los expertos que lideraron las conversaciones en Kaguan.
Y agregó: «Lo más grave es que violaron el acuerdo que firmaron».
Alejandro Eder, exdirector de la Agencia Nacional para la Reintegración, advierte que “a excepción del Ejército de Liberación Nacional, los demás grupos armados ilegales deberían tener un proceso de derivación porque son grupos puramente narcotraficantes, darles estatus político a algunos de ellos pondría en entredicho el Acuerdo de La Habana. en riesgo. Si el objetivo es fortalecer el acuerdo, se debe tener cuidado de no comprometer la justicia transicional”, comentó en W Radio.
De hecho, Gómez Alzate coincide con Éder en que reconocer la personería política de las disidencias de las FARC pondría en riesgo el acuerdo del Teatro Colón, pues “ya quedó establecido que quienes no cumplen tienen derecho únicamente a la justicia ordinaria”.
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“En segundo lugar sería inconstitucional y en tercer lugar viola flagrantemente los tratados internacionales que forman parte del bloque constitucional, en primer lugar los tratados suscritos por Colombia para combatir el narcotráfico”, dijo el ex comisionado de paz.
fórmula de combinación
Ahora, le queda claro al profesor Alejo Vargas Velásquez que Segunda Marquetalia negoció el Acuerdo de La Habana y luego volvió a la lucha armada.
«Abandonar el proceso de negociación, si bien suena duro, puedo decir que es casi una traición a algunos de los acuerdos que ellos mismos firmaron, a pesar de que ‘Iván Márquez’ habla de ‘enmarcar'», señaló el experto.
Según Vargas, lo lógico sería que el grupo al margen de la ley «reaceptara el acuerdo ya firmado con las FARC y con la JEP sobre ellos. Jean-Til Duarte» habla en Cuba, y la realidad es otra.
“Es claro que su situación es diferente a la del grupo anterior, por lo que con ellos es posible considerar un proceso de diálogo político en todos los aspectos formales, lo cual es imposible para la segunda Maquetaria que renunció luego de la firma del acuerdo”, reiteró. .
Según las fuentes consultadas, la duda es si los disidentes de la Segunda Maquetaria aceptarán un proceso de sometimiento a la justicia, lo que significa: devolución de bienes, reparación de víctimas, desarme y encarcelamiento.
“Yo no sé cuál es la posición de ellos (de ‘Iván Márquez’ y su gente), pero lo que sí sé es que esto es una burla a los ciudadanos. El gobierno tiene que pensar que no hay razón para tratar a las personas que violan lo que son personas que firmaron el mismo acuerdo. Hoy en día, estos grupos no tienen ninguna razón política, son solo grupos dedicados al narcotráfico”, dijo Gómez Alzat.
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Para los observadores, es claro que el Poder Ejecutivo tendrá que negociar todas las condiciones con estos grupos armados ilegales, porque como dijo Alejandro Eder: “El gobierno no puede pretender que todos obedezcan simplemente a la justicia y se desmovilicen”.
Así que la propuesta del presidente de hacer las paces con todos estos grupos armados, si bien audaz según los expertos, también conlleva riesgos.
“Ese es el desafío que tiene el presidente Gustavo Petro y su política integral de paz: convencer a la Segunda Maquetaria de que, en realidad, el sometimiento es la única posibilidad de paz con PeriodistasdeGénero”.
En este panorama complejo, hoy sobre el tipo de negociaciones que se llevarán a cabo con la disidencia de las ex FARC se realizó una reunión de alto nivel del Ministro de Defensa, el Alto Comisionado para la Paz y el Ministro de Defensa. La agencia. inteligencia nacional.