La empresa matriz de Instagram, Meta, controla el 15% del tráfico de Internet.unsplash (unsplash)
Asegurar que las tecnologías actuales y futuras sean éticas y que la discriminación no aumente es un desafío para los gobiernos y las instituciones. Sin embargo, a pesar de la creciente conectividad, todavía estamos lejos de disfrutar de los mismos beneficios. El informe Sociedad Digital Española 2023, publicado por Fundación Telefónica, muestra que el mundo de Internet sigue evolucionando, pero el control sigue en manos de unos pocos. Solo seis plataformas digitales generan más de la mitad de todo el tráfico web. Mientras que el 90% de los europeos tiene acceso a este canal de información, esta cifra no llega al 40% en África.
El tráfico de Internet está aumentando, creciendo alrededor de un 35% por año, pero solo seis grandes empresas generan más de la mitad de ese tráfico. La matriz de Google, Alphabet, controla una participación del 21%, seguida de Meta con el 15%. Luego vinieron Netflix (9%), Apple y Amazon (4%) y Microsoft (3%). Esto significa costos más altos para los operadores de red de la UE, según el informe. Como tal, el informe insiste en que «se necesita urgentemente una propuesta legislativa para abordar la asimetría del poder de negociación en el ecosistema digital para que los originadores de alto volumen paguen precios justos y razonables por los servicios que se les brindan».
«Tenemos que replantearnos si es justo que solo seis multinacionales (ninguna de ellas europea) monopolicen más del 50% de los recursos de Internet que todos los ciudadanos deberían disfrutar. Es como si solo seis grandes empresas de transporte monopolizaran más del 50% de las autopistas, esto no me parece del todo bien, ni es lo más justo. Es algo por lo que debemos seguir luchando”, ha dicho Sergio Osley, consejero delegado de Telefónica. Oslé, en la presentación de su informe en Madrid el martes.
Otro desafío que debe abordarse es el efecto de caja negra de la IA. El informe detalla un estudio global realizado por IBM que mostró que más de la mitad de las empresas que usan inteligencia artificial creen que no monitorean las fuentes que les proporcionan datos, no pueden explicar las decisiones que toma y no la tienen. política de ética que evita sesgos.
En esta muestra, más del 60 por ciento de las empresas dijeron que no podían explicar con certeza las decisiones tomadas por la IA, que no monitorearon las fuentes de datos utilizadas para los sistemas de aprendizaje automático y que no diseñaron políticas. Ética en torno a cómo se aplica. Finalmente, el 59 por ciento admitió no tomar medidas ante un ciberataque que pudiera alterar el normal funcionamiento del algoritmo.
Un problema específico de estos descuidos es, por ejemplo, que una empresa utilice inteligencia artificial para preseleccionar candidatos. Si un algoritmo entrenado para identificar los mejores perfiles utilizara datos sobre las características de los empleados contratados en los últimos años y tuviera el porcentaje más bajo de mujeres entre ellos, el sistema podría asumir incorrectamente que las mujeres son menos populares que las mujeres. Por lo tanto, las candidatas quedan excluidas de antemano.
Pablo Gonzalo, Gerente Global de Conocimiento y Cultura de Fundación Telefónica, señaló que la inteligencia artificial tiene y creará muchas oportunidades, por ejemplo, en los campos de la salud y el diagnóstico de enfermedades. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer para evitar sesgos y discriminaciones, y para garantizar que se trata de una tecnología desarrollada de acuerdo con estándares éticos. «El problema sin resolver es hacer que todos los sistemas de IA y todas las empresas sean más conscientes de la necesidad de sistemas de vigilancia. La preocupación es que la IA aprende de los datos, y si los datos están sesgados, necesariamente generarán una conclusión sesgada», explicó Gonzalo a El País.
España carece de talento
España es el séptimo estado miembro de la UE más digitalizado, dos lugares más que el año pasado, después de Finlandia, Dinamarca, los Países Bajos, Suecia, Irlanda y Malta. Aunque tiene una infraestructura muy avanzada, está por debajo de la media europea en cuanto a talento digital como especialistas en ciberseguridad y desarrollo web.
Y hay una brecha de género que no se puede salvar. Entre 2012 y 2021, el número de mujeres en el sector TIC solo aumentará un 1%. En casi una década, ese porcentaje ha aumentado de 18,7 por ciento a 19,4 por ciento. Según sus estimaciones, bajo estos parámetros, el empleo femenino en actividades digitales tardaría 32 años en igualar al masculino. “Todas las instituciones han trabajado durante años para que haya más carreras para mujeres en campos STEM [ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas] Pero no parece funcionar. Creo que uno de los elementos principales son las referencias, es decir, cada vez hay más mujeres en tecnología que son referencias para las niñas”, agregó Gonzalo.
El informe también destaca que la práctica del teletrabajo no ha mantenido las cifras mostradas durante la pandemia, sino que ha disminuido desde entonces. Desde principios de 2021 hasta finales de 2022, el número de teletrabajadores activos bajará del 17 % al 12 %. Además, el porcentaje de empresas que permiten la telemática también baja del 50% en 2021 al 40% en 2022. Pero afecta más a las empresas más pequeñas. Se puede observar que en las empresas de más de 250 empleados, el teletrabajo se ha convertido en la norma, con un cambio de sólo dos puntos porcentuales, mientras que en las empresas pequeñas ha descendido unos 10 puntos porcentuales.
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