En España existen hasta treinta formas de tocar el timbre. En otros momentos, con menos ruido en el aire y menos tecnología (las campanas también son una tecnología compleja), facilitan una comunicación eficaz, tanto en el ámbito religioso como en el civil al que más se asocia. “Se hace una misa, se anuncia una calamidad o un entierro, y cuando nace un bebé, incluso se sabe si es niño o niña”, explica Jesús Quesada, presidente de la Asociación de Campaneros de Utrera. La Unesco declaró las campanas españolas tocadas a mano Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en una reunión del comité en Rabat el miércoles. El Bell Ringer Guild tiene un estilo de fiesta.
¿Qué significa? Según fuentes de la UNESCO, otorgar esta categoría “significa el reconocimiento de que la práctica es representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, que es importante para quienes la practican y que es digna de ser preservada para las generaciones futuras”. A partir de aquí, el Estado parte, en este caso España, se compromete a poner en marcha programas para garantizar la difusión de esta práctica a través de programas de enseñanza formales o informales, escuelas de aprendizaje, etc.
La campana ya no suena como antes, ya veces no sabemos dónde está: sólo tiene significado tradicional en determinadas zonas, como las mencionadas ciudades como Utrera (Sevilla) o Albaida (Valencia). “La mecanización ha hecho que se haya sustituido el timbre manual”, dice Quesada, “y, además, debido a la contaminación acústica, cada vez es más difícil para la gente escuchar los timbres que antes eran claramente audibles a kilómetros a la redonda. por él: Sé qué hora es, o si alguien ha muerto». Chung suele tener nombre de mujer: Petra, Marina, Florina, Fructuoso, Saturnina, como se ve en un pequeño documental del Ministerio de Cultura y Deportes. También hay tradicionalmente mujeres campaneras, aunque suele ser el marido quien ostenta el cargo.
Cada ciudad tiene su propia gorra, y la gorra de cada ciudad tiene un destino diferente. En Utrera, por ejemplo, se siguen haciendo sonar las campanas en las fiestas mayores, lo que da a la asociación 73 campaneros, 40 de los cuales en activo. Tocar la campana requiere cierta fuerza física, para subir al campanario de 54 metros de altura, la campana más grande pesa 1.300 kilogramos y se necesitan cuatro personas para tocarla. Un repique requiere hasta 20 personas. En el pequeño pueblo de Sevilla, el tañido de las campanas es espectacular, porque para detenerlas, experimentados campaneros se lanzan al vacío y se paran sobre ellas. En 2004, un campanero de 46 años murió después de que se lanzara una campana durante las fiestas del Corpus Christi.
“El Manifiesto no es el objetivo, es el punto de partida para que cada vez más ciudades españolas vuelvan al repique manual de campanas, por eso pedimos al Ministerio de Cultura y Deporte que ponga en marcha un sistema nacional de garantía del repique manual de campanas”. las campanas», Association Campaners d’Albaida e Hispania Nostra. Así lo afirman en un comunicado las asociaciones, que también son impulsoras de la candidatura. Los defensores de esta práctica argumentan que un pueblo sin campanas no es un pueblo, como lo es la ausencia del paisaje sonoro que ha acompañado al ser humano durante siglos, también como WhatsApp. La falta de campaneros pone en peligro la identidad y la cultura de un pueblo.
18 elementos del patrimonio inmaterial español
Junto a las campanas, han sido galardonadas 18 expresiones de la cultura española, entre las que se encuentran los silbatos gomeros, el flamenco, los castillos catalanes, la cetrería, la fiesta del patio de Córdoba, el barén Ciafallas, incluso la dieta mediterránea. Esa lista podría crecer si se incluye el rafting en madera el jueves 1 de diciembre en las comunidades de Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Navarra y Valencia Transporte fluvial de madera, esta vez propuesto a la UNESCO por Austria, República Checa, Alemania , Letonia, Polonia y España. Además, en el próximo comité, la organización evaluará otras aplicaciones relevantes para España, como las técnicas nómadas o de soplado de vidrio.