Instalación de Ojo Estudio en el espacio de la antigua estatua de Antonio López en el marco del Festival de Arquitectura de Barcelona.

Instalación de Ojo Estudio en el espacio de la antigua estatua de Antonio López en el entorno del Festival de Cimentación de Barcelona.Massimiliano Minocri (EL PAÍS)

Barcelona hará el resto durante diez días para revisitar y vislumbrar la ciudad post-Covid y los entornos urbanos del futuro. La cita es maqueta, el festival de bloque -sí, en plural- que arranca este jueves y se prolongará hasta el día 15. Un presupuesto de 800.000 euros y un despliegue de debates, rutas, instalaciones artísticas de gran formato, existencia aumentada, talleres, visitas guiadas, podcasts para escuchar paseando, intervenciones vecinales, una cocina en el centro de la plaza de Catalunya de la mano de colectivos asociados a las cocinas populares… y todo infundado.

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Organizado por el Concejo y el Colegio de Arquitectos (COAC) con la inspección puesta en la caudal mundial de la bloque que la ciudad acogerá en 2026, el software de debates es de gran calidad y con ponentes de ámbito específico, total y de disciplinas. Entre otros, Carolyn Steel (autora de Hungry Cities), Jill Stoner (con una conferencia sobre la relación entre política, bloque y ciudad), Carme Pinós (Premio Franquista de Cimentación), la crítica Teresa Muñoz o la recientemente galardonada cooperativa La Col.

Se hablará del espacio conocido, la civilización pública, la pequeña bloque y la bloque singular, la bloque en tiempos de crisis social y económica, la movilidad, los proyectos de vivienda cooperativa, el lucha del cambio climático, las ciudades en lucha, el ruido o la relación entre urbanística y bloque. El festival asimismo homenajeará a Oriol Bohigas, uno de los grandes arquitectos de la ciudad, fallecido hace unos meses. La ciudad invitada es Copenhague, Hacienda Mundial de la Cimentación 2023.

Para tal avalancha de actividad (que llega a ser agobiante porque es agobiante si no tienes todo el tiempo del mundo), tres directoras del festival: Eva Franch (que ha dirigido proyectos y centros de bloque en Londres y Nueva York), Beth Galí ( arquitecto y paisajista) y el investigador cultural José Luis de Vicente. El festival asimismo acogerá una marcha completa de debates que darán como resultado un ‘Protocolo de Barcelona’ con ideas (lo concretas que serán) para el futuro de la ciudad.

“Barcelona se está repensando constantemente y es asimismo una ciudad de fiestas”, celebró este jueves Vicente. “Es un espacio de consejo que sondeo poner sobre la mesa conflictos que la bloque puede reorientar”, subrayó Franch, un profesional que defiende que todo es bloque: “El donaire, la comida, lo social, lo cultural, lo emocional”. Galí dijo que «hacer las cosas con prisas al final resultará una preeminencia», en narración al meteórico plazo con el que se organizó el festival. «Llegamos al punto, sobre los problemas que importan en las ciudades y quién puede manejarlos», dijo.

Desde el Concejo, la teniente de corregidor de Ecología, Urbanística y Movilidad, Janet Sanz, ha valorado que el festival es «un acto de ecuanimidad en una ciudad donde la bloque es una de las pasiones», en indicación al lucha de las ciudades de la Siglo XXI para repensar los retos de este tiempo “para ser lugares donde se pueda y se quiera proceder”. La decana del COAC, Assumpció Puig, confió en que el festival «nos interpela y nos indica por dónde ir».

Los debates tendrán superficie en el Ateneu Barcelonès, el museo DHUB o la escuela Massana. Todavía tendrá exposiciones en el Museo del Diseño, la Fundación Enric Miralles o el Pabellón Mies van der Rohe. En el festival asimismo participa BARQ, el Festival Internacional de Cimentación de Barcelona, ​​en los cines de Girona.

Las instalaciones físicas se distribuyen por la densa red de Ciutat Vella. La citada cocina urbana en Plaza de Catalunya, propuesta por Studio Maio, que invitó a la plataforma Aprofitem els Aliments, o los comedores populares de Escofina. La plancha de Sant Antoni con un arca de convivencia a modo de huerta móvil. La pulvínulo de la estatua desprendida de Antonio López (hoy Plaza de Idrissa Diallo) donde Ojo Estudio instaló un mirador. O el antiguo palacio de ecuanimidad de Lluís Companys, donde el taller de flexografía reflexiona sobre la bloque del pasado. Habrá un espacio central para los debates en la Plaça Reial.

Las instalaciones de existencia aumentada se ubican en la Plaza de la Universitat, Paral.lel, Urquinaona o la estatua de Colón, rodeadas virtualmente por un árbol hércules que juega con la idea de “repoblar” la ciudad de espacios verdes. Es el trabajo de On-A-Studio.

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