Constanton Gabriel Dumitrou y su presunta cómplice Priscilla Lara Guevella en una cárcel improvisada en la prisión de Cáceres
El acusado, ahora condenado por robo, es Constanton Gabriel Dumitrou.
Este Juzgado de lo Penal nº 8 de Madrid Condenado a un año de prisión Constantino Gabriel Dumitrou – Coautor sospechoso de robar 45 botellas de vino Restaurante Cceres Atrium Octubre 2021 – para 2019 en Laviana Gourmetdel barrio de Salamanca de Madrid, donde se llevó una botella de whisky valorada en 5.250 euros.
La condena del ciudadano rumano-holandés de 48 años incluía 3.720 euros de indemnización a la tienda y 1.529 euros a la compañía de seguros, que se sumaron al precio de la botella. La sentencia tiene en cuenta las circunstancias agravantes de la reincidencia del imputado, que tiene pendiente otro proceso similar, entre los que destaca el robo de otra botella de alcohol en una tienda del aeropuerto. Ginebra, en concreto, una Romane-Conti por valor de 12.000 euros. La sentencia también mencionó un atenuante, la demora indebida en el proceso, que no era responsabilidad del condenado.
El fallo encontró que esto prueba que Dumitru, quien ha estado en una prisión improvisada desde agosto de este año, ha Priscila Lara Guevilla Hace tres años, el 7 de mayo, el exmexicano y su presunto cómplice golpista, de 29 años, cometieron un atraco cerca de Salamanca. Entró en el hotel sobre las 15.55 horas y robó una botella de whisky Balveine de 40 años de una zona dedicada a bebidas de lujo «con el evidente afán de lucro».
La botella nunca fue recuperada como sí lo hizo Cceres, pero un archivo gráfico jugó un papel clave en el proceso, imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de la tienda, y según la sentencia, se demostró su culpabilidad, junto con la del personal de la tienda que identificó al ladrón declaración. Según el fallo, a pesar de que el incidente se produjo en la primavera, Dimitru ingresó a la tienda con un gorro de lana y plumas de manga larga, destaca la sentencia. En un momento, por un error de un empleado, el ladrón giró la cámara de vigilancia para evitar ser reconocido. Sin embargo, las imágenes mostraban «con mucha claridad y precisión» cómo una persona que vestía la misma camiseta que el imputado tomaba la botella.
Durante el juicio, sin embargo, el acusado y su defensa -como en el caso de Atrio, fueron ejercidos por abogados Silvia Córdova– Niegan que tomó la botella sin pagar.abogado en declaraciones mundoluego de que se hiciera público el veredicto, enfatizó que “para mí, el video no es una prueba concluyente de culpabilidad, porque lo único que se ve es una mano, que muy probablemente sea la mano de mi cliente, pero como él es la tienda, como él mismo lo sabía, pero lo único que se ve es una mano sacando una botella de un estante, nada más.”
El letrado enfatizó que en ningún momento de ese video se ve a la persona que sostiene la botella guardándola, “por lo que podría haberla puesto en otro estante de al lado, que es lo que sueles hacer si al final no te interesa el producto”. , déjalo en otra parte». En ese sentido, resaltó que “tampoco quedó constancia de su salida por las puertas de la institución”, y aclaró que “no se realizó ninguna otra prueba”.
De esta forma, según su valoración, la sentencia de un año de prisión para su cliente parece ser «al estilo de Luo Kangbo», según destaca, «El empleado que lo atendió ese día y confirmó su identidad dijo, por lo que parece que es increíble que haya sido sentenciado”. Para los abogados, mi castigo a Dumitru «fue el precio que tuvo que pagar por ser famoso».
Durante el juicio declararon los tres policías que lo detuvieron cuando salía con su hija, y cuando volvió a la tienda tres meses después, en agosto, era como si nada. Fue entonces cuando los agentes recibieron una notificación del administrador de la propiedad, quien confirmó su identidad. El condenado era asiduo visitante de la tienda, ya que su domicilio estaba en una calle cercana, en particular General Daz Porlier, mientras que la tienda estaba situada en la calle José Ortega y Gasset. Pero durante el juicio, el imputado -que declaró por Zoom en la Cárcel de Cáceres- se comprometió a pagar siempre las botellas que compraba en el citado establecimiento.
Sylvia Córdoba también cree que es importante que «la existencia de la botella de whisky en sí nunca se probó en el juicio, ya que las imágenes no mostraban qué botella sostenía esa mano». Durante el juicio los documentos fueron impugnados “porque los documentos que acreditaban su identidad no eran válidos, era una factura pro forma, que fue emitida meses después, una vez que los fiscales le pidieron unos documentos para acreditar su valor”. A su juicio, la mercancía nunca se justificó en la tienda. Por todo ello, la abogada ha anunciado que recurrirá la condena de su cliente.
Ante un proceso judicial por el robo de botellas de Atrio por valor de más de 1,6 millones de euros, al ser consultada sobre cómo puede afectar esto a la sentencia de su defendido, una abogada madrileña aseguró que «los magistrados profesionales e imparciales nunca deben estar enfrentados». ceñirse a los procedimientos». Además, destaca que el caso tuvo lugar antes del presunto robo en el restaurante de lujo cacereo.
Robo del atrio
Respecto al caso en sí, Sylvia Córdoba se queja de la forma en que se ha desarrollado el proceso judicial. “Por primera vez en mi vida he visto a un defensor sentenciado por apelar una orden, que en parte desestimó nuestra solicitud de unas diligencias de investigación”. Audiencia Provincial de Serres Sus clientes han sido condenados a pagar una tasa de 800 euros. “Estamos indignados, es indignante, porque nos han negado un proceso de investigación que no sea la cárcel por robo, son las únicas partes que han hecho demandas, porque la fiscalía no ha hecho demandas en todo el proceso, y más allá de eso. no cuesta nada ejercer nuestros derechos”, denunció enojada.
Sylvia Córdoba ha pedido repetidamente la liberación provisional de su cliente, pero el tribunal provincial de Cáceres encontró que había indicios razonables de un «riesgo de delincuencia y fuga» después de ser detenido por la policía en la frontera entre Croacia y Montenegro en julio pasado. Órdenes europeas de detención y entrega Se desconoce su paradero desde que cometieron el robo hace nueve meses.