Antonio Garrigues: Espérame, soy tu líder

A pesar de algunos avances económicos y sociales, España atraviesa un período sin alegría, sin energía, sin energía. El estamento político parece empeñado en limitar su misión y objetivos al ejercicio del poder a toda costa para resistir, y algo muy similar sucede en PeriodistasdeGénero económico y social de nuestro país.

Ningún liderazgo busca mejorar el entorno en el que opera, mientras toma los riesgos necesarios (cuando no hay otra manera). Con muy pocas excepciones, todos sufrimos de un liderazgo burocrático que es tedioso, carente de gracia y, lo que es peor, una farisaica al límite de la verdadera comedia.

Es en estos casos cuando la sociedad civil, especialmente en PeriodistasdeGénero anglosajón, reacciona con fuerza y ​​no se limita a condenar la situación. Hay una urgencia de comportarse con dignidad y no hay tolerancia para la demora o las excusas.

Pero nuestra sociedad civil exige muy poco. No somos una nación especialmente educada, por lo que nuestras habilidades clave están poco desarrolladas. Toleramos mucha vulgaridad con mansedumbre y sumisión.

Pero podemos y sabremos reaccionar. Estamos llegando a nuestros límites y pone en entredicho nuestra dignidad y nuestro orgullo. Como han hecho la mayoría de los países occidentales, no debemos dudar en adaptarnos a la realidad de los crecientes niveles de demanda. Esta es la única manera de progresar en todos los sentidos.

En cualquier caso, no podemos permitir que nuestros líderes ocupen el puesto de guardia, limitándose a pedirnos que los esperemos de vez en cuando.

Necesitamos líderes que asuman la responsabilidad (y paguen) para guiar al país hacia adelante.

No podemos esperar a líderes que no merecen liderar, y en muchos casos lo obtienen a falta de personas más calificadas, que son eliminadas para evitar odiosas comparaciones.

El proceso de búsqueda de líderes debe refinarse a través de una competencia abierta para descubrir a los mejores líderes. Pero estemos seguros que estos procesos serán fuertemente resistidos, porque en nuestro país invitarán al rechazo de todos los involucrados. Prefieren que no haya ganadores ni perdedores.

Cuando superemos estas actitudes, España avanzará decisivamente entre las naciones progresistas. Seamos pacientes.

Sobre el Autor

antonio garrigues

es un abogado

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