Los checos fueron el principal instrumento del terror comunista y su surgimiento no fue una reacción al golpe de julio de 1936. En abril de ese año fue ocupado un monasterio en Madrid que se convirtió en la primera «cárcel del pueblo». Sergio Campos Cacho y José Antonio Martín Otón lo demuestran en Violencia Roja Antes de la Guerra Civil (Espasa)