Firme, con determinación y muy seguro con el servicio, penalizó los errores de su oponente y se impuso por 7-6 (3), 6-4 y 6-4.
Cuando el tenis era un juego de niños, Carlitos y Holger ya asomaban la cabeza entre la multitud de muchachos que se afanaban por emular a sus héroes o por construir poco a poco su propia identidad. homicida, pero aún atenúa su paso en la mocedad. Alcaraz ellos Runa se parecen mucho a los de las ya lejanas fotografías rescatadas estos días. Uno ha crecido sin perder la incombustible sonrisa, ordenando y desarrollando sus genuinos argumentos y comenzando a cumplir los sueños de entonces. El otro, el danés, se ha hecho algo más travieso , como si fuera ahora, recién abandonada la adolescencia, cuando se encuentre con el momento de desatar su carácter rebelde, contenido en la infancia robada por horas y horas detrás de una pelota.
Este miércoles, no obstante, y pese a salir derrotado en los cuartos de final de Wimbledon, ofrece una actud más adulta en la cancha y exige lo mejor su oponente, que no falla. salvó dos puntos de partido ante alejandro davidovich en tercera ronda, sólo tropieza en dos ocasiones en los dos primeros sets.
El primer parcial se le va al danés en el desempate, tras una doble falta con 3-3 y un resto espectacular de revés de Alcaraz sobre primer servicio cuando se aproximaba a la red. acaba costándole el único servicio en los dos sets iniciales. Alcaraz vuelve a romper en el quinto juego del tercero. Vence por 7-6 (3), 6-4 y 6-4, en dos horas y 21 minutos y disputará este viernes ante daniel medvedev las semifinales de Wimbledon.Es el jugador más joven que alcanza esta ronda del torneo desde Novak Djokovicque se plantó entre los cuatro mejores en 2007 con 20 años y 47 días.
Algunos cuerpos de ventaja
El danés trata de estar a la altura del partido. Hace una buena lectura del juego y mueve bien la mano. Ni una queja. Ni un gesto airado. casper ruud en los dos últimos Roland Garros, pero su rival le saca algunos cuerpos: es campeón del Abierto de Estados Unidos y ya ha pasado por las semifinales en París, por no detenernos en los 11 torneos que contemplan su palmarés, el más reciente sobre la hierba de Queen’s.Nunca se equivoca.
Algunas veces el tenis regala este tipo de historias confluyentes. de adultos, para discutir las huellas del acné y confrontar su destino inmediato. Roger Federerestafa Rafael Nadal en el taller, en busca de una postrera reconstrucción, y sólo Djokovic sosteniendo con firmeza la bandera de la vieja guardia, la Central del All England Club acoge con renovado entusiasmo un partido llamado a convertirse en uno de los clásicos de los tiempos modernos.
Sobre la danza armoniosa de Alcaraz, sobre el ímpetu des bocado de Rune, reside la promesa de una nueva era, el reverdecer de un porvenir ya encarnado en fulgoroso presente. jannik pecadorque este viernes volverá a medir su fortaleza frente al todavía indiscutible dueño del escenario, en la primera semifinal, lideró una decidida propuesta de cambio. Pero a la cabeza de la revolución se encuentra, sin ningún género de dudas, Carlos Alcaraz. Nadie empuña las armas como él. Nadie se muestra tan inmisericorde con sus víctimas.