Vivimos rodeados de pantallas, pero ¿a qué edad debemos empezar a utilizarlas correctamente? Un estudio reciente sugiere que deberían ser limitados, al menos durante el primer año de vida. El estudio, que analizó a más de 7.000 bebés y sus respectivas madres, concluyó que un mayor tiempo frente a la pantalla se asociaba con retrasos posteriores en el desarrollo de la comunicación y la resolución de problemas.