Un hombre que disfruta de sus primeras noticias matutinas, como primera actividad del día, lee tranquilamente sus trabajos en su periódico LA NUEVA ESPAÑA, e inmediatamente discierne cuáles se ajustan más a sus intereses y objetivos particulares, mientras se permite sentirse atraído por aquellos que son más notables, sorprendentes o interesantes en su vida cotidiana.
En mi caso personal, cada día tiene un apartado detallado para recoger y llenar las cajas y cajones mentales en los que almaceno conocimientos y pensamientos, los cuales están en orden para que los puedas sacar con las palabras que los sustentan.
En estos momentos, para fechar el tiempo propio del día, os transmito el latín sempiterno: Vivimos ahora el día siguiente de Idus de diciembre del año principal de MMXXII, y ha pasado la hora sexta, de la cual mi Los ojos permiten entrar por las ventanas del alma, y para mí ese es un gran mensaje, respaldado por la foto que te he descrito en línea con la realidad: ahí, a la derecha del personaje que aparece ahí, Ahí hay unas estanterías, a su izquierda, una hilera de archivadores, que recuerda a un archivo. En el centro se destaca la presencia femenina, graciosa y grácil, resumiendo todo en ella. Hay una estación de trabajo con su computadora esencial. Unos cuadros bellamente enmarcados sugieren acompañar la belleza, sumando aire a la calidez y atmósfera que allí se respira: sentido del trabajo para un trabajo que no se detiene.
El fotógrafo-artista, mi amigo Miki, captura la forma humana, caminando con paso firme hacia adelante, seguramente buscando un documento, quizás un códice, o un fajo de documentos antiguos, o un pergamino. personaje, que contiene la historia de Oviedo.
Alguien en la foto así es archivista, es la archivista municipal, es una continuación del trabajo silencioso, eficaz y siempre eficiente de Villa Palmyra – para la archivista, es un recuerdo muy querido, tan querido por todos. En la foto aparece así Ana María Herrero Montero. Por si alguien no lo sabe, aquí va el titular de la noticia, entregado por mi amigo Chus Neira: «Archivista municipal se jubila tras 40 años de ‘rigor y excelencia profesional'».
Es lo que queda en el reino de lo decible, es la primera expresión e impresión que te viene a la mente. Para darte una idea más completa de nuestra archivera, me atrevo a decir esto: Ana María es una trabajadora incansable, una emprendedora sin límites, emocionada cada día por alcanzar nuevas metas. Es incansable en los quehaceres cotidianos, Ana María, de mente abierta, se deleita con los descubrimientos que le brinda su trabajo. La tienes a tu lado, cerca de todos, apreciando con precisión, buscando con entusiasmo y cediendo estrictamente a ti mismo. Tiene la habilidad de guiar a los investigadores a la ubicación exacta de los expedientes y ayudarlos a encontrar sus pistas. Generosos y desinteresados en el servicio, concienzudos y meticulosos hasta el más mínimo detalle de todas sus actividades. Así la veo, así estoy encantado de haberla descubierto en Ana María, una brillante profesional. Su carácter, su ser, su refinada individualidad la llevan a encontrarse constantemente en actitud de servicio, sus intervenciones son siempre apreciadas y esperadas, como una tecnología ineludible en PeriodistasdeGénero de los archivos. El Ayuntamiento de Oviedo ha perdido a un excelente servidor. En conclusión, Ana María es una amiga, alguien que hace amigos en todas partes. Disfruta cada día más de tu jubilación, lo más importante, Anna Maria, alegre y desenfadada, lo más auténtica, siempre trabajando por tu amor favorito y sentido: tu familia, tus amigos, tus libros, toda tu vida.
