Que tengas un buen o mal día en el trabajo no depende de tus compañeros de trabajo ni de tus clientes. Eres el principal responsable.
Tu estado de ánimo determina en gran medida si te divertirás en la oficina o si, por el contrario, querrás llegar a casa lo antes posible. Es simplemente cuestión de ver el vaso medio vacío o medio lleno.
1. Juzgar a colegas y/o clientes demasiado rápido
Si un compañero de trabajo o un cliente se está comportando de manera irritante, primero sepa que puede haber una razón para ello. Tal vez la persona en cuestión sea naturalmente brusca, enojada o mala. O tal vez el perro de su cliente acaba de morir, su compañero de trabajo tuvo un terrible dolor de cabeza toda la noche o alguien acaba de llamar con malas noticias. En resumen, es probable que no esté al tanto de ninguna circunstancia atenuante. Tenga cuidado y no juzgue el comportamiento de otras personas demasiado rápido.
2. Tome los comentarios personalmente
Los comentarios pueden hacer mucho bien, pero también arruinar por completo tu día. Independientemente de su trabajo o industria, ocasionalmente recibirá observaciones o comentarios sobre su trabajo. Sepa que estos momentos son increíblemente instructivos, tanto para usted como para la parte que se los comunica.
Las personas a menudo toman los comentarios como algo personal y se ponen inmediatamente a la defensiva. Esta es la peor actitud a adoptar. Sentirse atacado no tiene sentido porque el feedback es solo sobre tu trabajo y no sobre tu persona. Desde el momento en que hagas esta separación y consigas tomar cierta distancia de tu trabajo, podrás procesar correctamente el feedback.
Tendemos a responder inmediatamente después de recibir comentarios. Las emociones suelen tomar el control y reaccionas impulsivamente. Si espera cinco minutos y sopesa sus palabras, responderá con más calma y racionalidad a las críticas.
3. Pasar demasiado tiempo en las reuniones
Las reuniones son sinónimo de estatus. ¿Alguna vez has pensado en cómo todas esas reuniones significan que tienes que trabajar horas extras porque no has tenido tiempo para hacer tu trabajo?
Cuanto más tiempo pasa en una reunión, más tiempo dedica a otras tareas. Ciertos temas, obviamente, no se pueden discutir en cinco minutos, pero asegúrese de participar de manera efectiva en las reuniones. Vaya allí solo si se requiere específicamente su presencia y puede ahorrarle horas de trabajo en su semana.
4. Estresarte por tu carga de trabajo
El cuerpo supera casi cualquier prueba. Es el espíritu el que necesita apoyo. Si te enfocas en la montaña de trabajo que aún tienes que hacer, lo más probable es que tires la toalla. En su lugar, trabaje paso a paso, haciendo una tarea a la vez. De repente verás esta montaña de trabajo derritiéndose como la nieve al sol.
5. Sentir pena por ti mismo
Recuerda que la mayoría de las personas en la tierra no lo tienen fácil. Guerras, enfermedades, hambre,… Estas tragedias afectan a gran parte de la población mundial. ¿Cómo sería tu vida sin agua (caliente), lavadora y frigorífico?
Pondrá sus ‘problemas’ directamente en perspectiva. También puede ayudarte hacer una lista de las cosas por las que estás agradecido. Normalmente somos increíblemente buenos en este jueguecito, con una lista así te darás cuenta de lo impensable que es sentir pena por ti mismo.
6. Compárate con los demás
Aunque es un comportamiento típico del ser humano, comparar tu vida con la de los demás es la mejor forma de volverte infeliz. Además, no asumas que todos tus amigos de Facebook tienen vidas perfectas, aunque pueda parecerlo. Muchas personas usan las redes sociales para compararse con los demás, como mirar obsesivamente las fotos de vacaciones aparentemente perfectas de sus amigos virtuales.
El césped siempre es más verde en la casa del vecino, pero tenga en cuenta que estas son solo fotos publicadas en línea y detrás de escena pueden ser significativamente menos felices que usted.
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7. Difundir rumores
El chisme, a nadie le gusta pero casi todos contribuyen a su propagación. El chisme siempre es peligroso, especialmente en el lugar de trabajo. Una conversación inocente en la máquina de café puede provocar un maremoto en poco tiempo. Lo más peligroso de los chismes es que a menudo no sabes si puedes confiar en la persona con la que estás compartiendo información. En muchos casos, las historias se distorsionan por completo a medida que pasan de persona a persona.
8. Juega al perfeccionista
El perfeccionismo es una de las principales causas de estrés. Es un mecanismo que desarrollamos cuando éramos niños para evitar las críticas de los demás. Si eres perfecto, nadie puede culparte.
Sepa, sin embargo, que nadie es perfecto y que si se propone metas imposibles, irá de desilusión en desilusión.
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(eh/ll/mr) – Fuente: Intermediair.nl
27 de julio de 2023